viernes, 22 de junio de 2012
The Pretty Things - Salamandra 2 (Hospitalet de Llobregat)
Hay que ver lo que son las cosas. Yo siempre había visto a los Pretty Things casi como unos personajes tan alejados de mí que parecían irreales, ese grupo salvaje de Rhythm and Blues que luego grabó uno de los mejores discos de la historia y que me ha obsesionado durante años, S.F. Sorrow. Y de repente un día me encuentro en una sala de Hospitalet de Llobregat a un anciano sentado en una silla con una guitarra y me doy cuenta de que ese viejecito que está a dos metros de mí con esa pinta tan inofensiva es uno de los grandes artífices de la que es una de las obras cumbre del rock. Y está ahí, en Hospitalet de Llobregat, a unos metros de mí. Curioso pensar en estas cosas, ¿verdad?
La verdad es que los Pretty Things son de esas bandas que jamás pensé que vería en directo porque nunca creí que tocarían en España, pero afortunadamente un promotor se atrevió a traerlos por primera vez hace unos años y ahora por fin podría verles en mi ciudad (o más bien en la ciudad de al lado).
De la formación clásica quedan únicamente dos miembros, pero son los más importantes: el cantante Phil May y el guitarrista Dick Taylor. A estos les acompañan el guitarrista Frank Holland (que lleva con ellos ya unos cuantos años) y dos chavales a la base rítmica que podrían ser perfectamente sus nietos.
Mi primera imagen de la banda no fue muy glamourosa, viéndoles entrar tranquilamente en el local con pintas informales que me recordaban más a los abuelos que había visto antes tomando una cerveza en la calle que a una de las grandes bandas del blues británico. Pero a las 10 de la noche esos abuelos (y los dos chavales) subieron al escenario entre aplausos trajeados dispuestos a rescatar su legado.
Musicalmente el gran handicap que tienen hoy en día es que la voz de Phil May no es obviamente la misma, y en esos temas de puro Rhythm and Blues sesentero se perdía la fuerza que tenían las originales. Y es que la voz de May era uno de los sellos distintivos del grupo que le daba un carisma especial. Por otro lado, ese toque juvenil obviamente desaparece cuando el joven Phil May se ha convertido en un anciano, pero eso es excusable después de todo. El otro punto negativo que les achaco es que el batería que llevan es bueno pero no acaba de gustarme cómo toca para este tipo de música, pero quizá es cosa mía.
Pasando al aspecto positivo, Dick Taylor no ha perdido un ápice a la guitarra y tiene muy buena química con Frank Holland. Y por supuesto, están las canciones.
El concierto fue de menos a más, aunque ese inicio con "Roadrunner" seguida de "Don't Bring Me Down" conquistó enseguida al público (unas 100 personas). Les siguió la que creo que fue la única referencia de la noche a su último disco en estudio y seguramente la única en general a su material posterior a los 60: "The Beat Goes On".
May estuvo bastante comunicativo y destacó al principio que esa noche no había fútbol, seguramente porque en algún concierto de la gira española tuvieron que competir contra algún partido importante. En ese punto del concierto preguntó si alguien recordaba el S.F. Sorrow a lo que siguió una gran ovación. Si de por sí este es un disco complejo y difícil de interpretar en vivo por su curradísima producción, el tener que interpretarlo sin la ayuda de siquiera un teclado era todo un reto. Lo superaron no solo gracias a su buena interpretación sino a que los temas son tan buenos que en formato desnudo, sonando diferente al álbum, siguen sosteniéndose.
Empezaron con buen pie con "S.F. Sorrow Is Born" pero donde literalmente lo bordaron fue en los dos siguientes, seguramente el mejor momento de la noche. En primer lugar, "She Says Good Morning", que sonó maravillosa y con unos solos de guitarra espectaculares. Seguidamente una enorme sorpresa para mí puesto que no la esperaba para nada: "I See You", uno de los momentos cumbre del disco que también bordaron en vivo y que fue cantada por Holland (con la ayuda de una chuleta con la letra). Histórico.
Le siguió la clásica "Baron Saturday" cantada por Dick Taylor y cerraron este set dedicado al disco con la intimista "The Loneliest Person".
En el ecuador del concierto nos sorprendieron con un set de blues acústico donde destacó de nuevo Dick Taylor mostrando una faceta suya como intérprete que no conocía. Aquí fue donde me gustó más Phil May como cantante, ya que esos dos blues encajaban mejor con su voz actual.
Y para cerrar el show una vuelta al estilo más blues británico. "Can't Judge a Book", "Come See Me", "Midnight To Six Man" (estas dos sonaron fantásticas, fueron mis favoritas de la noche sin contar las que destaqué del set de S.F. Sorrow, especialmente la segunda), una extensa "Mona" con solo de batería incluído y la infaltable "L.S.D", que la alargaron con un solo muy psicodélico de Taylor.
Tras este tema le siguió el bis de rigor de dos temas. Con "Rosalyn" nuestros amigos se despidieron tras un concierto de hora y media que para muchos de los asistentes fue un privilegio haber presenciado.
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Sí que lo fue, sí.
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