sábado, 7 de mayo de 2022

Van der Graaf Generator - Teatro Politeama (Génova), 2 de mayo del 2022

 

Haciendo retrospectiva de 20 años yendo a conciertos he de reconocer que el balance de grupos y artistas que he visto entre mis favoritos es más que positivo y muy superior a lo que imaginaba. A raíz de eso, hace tiempo me paré a pensar qué grupos o artistas de mis predilectos que estuvieran vivos o en activo cuando me metí en esto de la música no había podido ver en directo. Realmente no me salieron demasiados. El caso más sangrante - y que creo que ya es demasiado tarde - es David Gilmour, aunque a cambio he visto a Roger Waters y Nick Mason, al que le seguirían tres bandas que no suelen actuar fuera de Estados Unidos: los Grateful Dead en alguna de sus versiones actuales, los ya extintos Allman Brothers (a cambio vi a Dickey Betts hace este mes exactamente 10 años, caray como pasa el tiempo) y la Marshall Tucker Band. Hasta ahora había otro grupo que estaba en el puesto número 1 de la lista: Van der Graaf Generator, una banda que con el tiempo se ha ido convirtiendo en una de mis favoritas y que, aunque casi nunca tocan en España, siguen en activo por Europa. Había que ponerle remedio.

Cuando anunciaron un nuevo tour eché un vistazo a las fechas de la gira en busca de alguna que fuera asequible a mi bolsillo y no me fue demasiado complicado por un motivo muy sencillo: Van der Graaf Generator son adorados en Italia, que es un país donde los conciertos no están demasiado caros y no es muy caro viajar y alojarse allá. Esto es algo que siempre me ha parecido curioso, pero en los 70 el rock progresivo tuvo en dicho país un éxito descomunal. OK, igual pasaba en muchos otros países europeos como Francia o España mismamente, pero el nivel de euforia que despertaba en Italia era algo inaudito, hasta el punto de que en su primera época Van der Graaf Generator era una banda de culto desconocida en su país natal, Inglaterra, mientras que en Italia tenían un éxito apabullante pese a que su música era muy compleja. Esto ha hecho que existiera durante décadas un vínculo muy estrecho entre el líder del grupo, el cantante-teclista-guitarrista Peter Hammill, e Italia.

En fin, que yo tenía mi entrada para ver a Van der Graaf Generator en Génova el 5 de abril del 2020 pero... algo extraño sucedió. Sí, la dichosa pandemia mundial de la que deben estar hartos de leer, así que saltémonos esa parte. El concierto de pospuso al 2021, y luego otra vez a 2022. Algunas bandas optaron directamente por cancelar sus tours antes que seguir moviéndolos, por suerte Van der Graaf los mantuvieron. Me esperé lo máximo posible a comprar el billete de avión por si acaso - no en vano Yes acaban de anunciar que posponen otra vez su gira europea que llevan posponiendo desde el 2020 - pero por suerte mayo de 2022 iba a ser la fecha en que cumpliría uno de mis grandes sueños musicales.

De entrada hay un aspecto importante a tener en cuenta si uno va a ver a Van der Graaf Generator y que yo ya tenía presente, y es que para bien y para mal son un grupo que apuesta mucho por sus discos nuevos. El grupo se separó a finales de los 70 y se volvió a reunir a principios del siglo XXI. Desde esa reunificación han ido publicando nuevos álbums, la mayoría de ellos ya no en la formación cuarteto que han tenido habitualmente, sino en formato trío sin el saxofonista David Jackson, un miembro esencial del sonido clásico que además parece un tipo bastante extraño. ¿Saben la forma de distinguir un músico que publica discos nuevos por inercia y otro que realmente todavía cree que lo que hace tiene poso? El primero solo toca temas de su nuevo álbum en la gira del presentación del mismo pero en las siguientes lo olvidará por completo en favor de su siguiente obra, el segundo mantendrá canciones de sus nuevas obras en los setlists y, no solo eso, sino que las irá variando, no en plan "mantengo en el setlist el tema bueno que había en mi anterior disco". Ojo, ¡esto no es necesariamente algo bueno! ¡Miren si no a los Red Hot Chili Peppers! Para mí el hecho de que un grupo siga apostando por sus últimos discos no es en sí algo intrínsicamente positivo, solo cuando la música lo es. Por suerte en el caso de Van der Graaf Generator, sus discos de retorno están francamente bien, especialmente los dos primeros: Present (2005) y Trisector (2008). El segundo de hecho ha sido uno de mis descubrimientos musicales del año y lo he estado oyendo a menudo.


Así pues, 12 años después de haberme hecho fan de ellos (los conocía de antes pero me parecían algo inescuchables) y 2 después de las continuas cancelaciones sufridas por el coronavirus, a las nueve de la noche salieron al escenario Peter Hammill, el teclista Hugh Banton y el batería Guy Evans. Hammill, sonriente dijo al público en italiano "Bueno, finalmente..." haciendo referencia a los dos aplazamientos y se lanzó con dos de los temas más destacados de los Van der Graaf Generator del siglo XXI: "Interference Patterns" y "Every Bloody Emperor". Me encanta el contraste que ofrece este hombre cuando canta y cuando habla con el público. Su forma de cantar es muy personal y uno de los motivos por los que a mucha gente se le atraganta el grupo: furiosamente expresiva y teatral, a veces rozando lo excesivo pero sin llegar a ello (a los que somos fans nos parece en cambio uno de los mejores cantantes de la historia del rock, y sin duda uno de los más personales). La música de Van der Graaf Generator, infestada de teclados, y más ahora sin la presencia de Jackson al saxofón, es densa, dramática y a menudo oscura. Y no obstante, después de hacernos pasar por esos viajes musicales tan intensos, Hammill entre temas se muestra como un tipo tan deliciosamente educado, encantador y afable que se hace achuchable. Habló todo el rato en un italiano que como mínimo sonaba fluido (siendo tan popular aquí imagino que por fuerza ha acabado aprendiendo el idioma de tanto venir a tocar), hacía pequeñas bromas e incluso pidió disculpas por no poder quedarse a firmar autógrafos al final del show a causa del coronavirus.

El setlist era literalmente una mitad de temas de los discos nuevos y otra de la época clásica. De los nuevos Van der Graaf lamenté que solo tocaran un tema de Trisector, y más cuando en otras fechas de la gira le da más cancha (sin ir más lejos al día siguiente tocó tres, incluyendo una que me hacía mucha ilusión, "Over the Hill"). No obstante de los seis escogidos creo que solo dos bajaron algo el nivel del concierto: "Lifetime" y "Your Time Starts Now", temas lentos que no están tampoco mal pero deslucen al lado del resto. Los ya citados "Interference Patterns" y "Every Bloody Emperor" creo que el propio Hammill ya los considera dos pequeños clásicos de su carrera, y no le faltaría razón. Por otro lado "Room 1210" seguramente es de las mejores composiciones de su último álbum Do Not Disturb y en cuanto a "Alfa Berlina" fue curioso ver cómo le dieron un tono diferente al disco, que es más melancólico, y en directo optó por imprimirle más fuerza.

Es normal que un hombre tan increíblemente prolífico como Peter Hamill se resista a quedarse anclado en una época muy concreta de su carrera (ojo al dato, aparte de 14 los discos que grabó con Van der Graaf Generator, su carrera en solitario consta de 45 álbums; el 2021 de hecho sacó ¡dos! uno de los cuales con una portada un tanto... curiosa). Pero no es menos cierto que, aunque muchos de sus temas recientes funcionan perfectamente en vivo, los momentos cumbre de la noche pertenecen a su etapa clásica. La primera que cayó fue mi gran sorpresa del concierto: el mejor tema de su disco en solitario Chameleon in the Shadow of the Night (1973), que por pura casualidad escuché por primera vez el año pasado y también en Italia. Me refiero a "(In The) Black Room", que él presentó como una rareza que había decidido incorporar al repertorio Van der Graaf, aunque yo no lo veo así: por mucho que salga en un disco suyo en solitario, suena totalmente a la banda madre, y les quedó magnífica.

Un pequeño paréntesis para resaltar las cualidades de la banda. Guy Evans sigue siendo un batería magnífico, cero sorpresas. Peter Hammill es quizá uno de los cantantes de los 70 que mejor ha conservado la voz. Es extraordinario oír cómo canta igual que en los discos y directos clásicos, con la misma fuerza a intensidad, e incluso pudiendo emular algunos tonos difíciles. Y el show me hizo darme cuenta de cómo Hugh Banton es seguramente el segundo miembro más importante del grupo, aunque esté algo eclipsado en la época clásica por el saxofón de Jackson. No solo es un gran teclista, sino que viendo en vivo cómo interactúan él y Hammill me di cuenta de cómo el segundo se dedica sobre todo a las partes de piano más melódicas y Banton es el que le da más textura y profundidad a las canciones. Hammill es un buen pianista, de hecho le vi en Madrid en un concierto solo que dio totalmente a piano, pero el sonido Van der Graaf creo que sale sobre todo de lo que hace Banton a las teclas. No descarto, claro está, que Banton rellenara el sonido del grupo más de lo habitual para compensar la ausencia del saxofón, que tiene una presencia muy importante en el sonido del grupo, pero en todo caso funcionó con creces.

Ah, David Jackson, pobre David Jackson. En la teoría me parecía imposible que el grupo funcionara sin él, pero me temo que lo logran con creces. Si algo me ha demostrado la experiencia es que, por mucho que alguien sea un componente importante de un grupo, si las canciones son buenas y el resto de la banda grandes músicos, se puede tirar adelante sin ese miembro en principio imprescindible. Para los fans de la Creedence la interacción entre los dos hermanos Fogerty es algo fundamental del sonido del grupo... y miren cómo John continuó adelante no ya sin su hermano Tom, sino sin otro guitarra que lo sustituyera, y además si escuchan el directo que grabaron en formato trio, Live in Europe (1973), comprobarán que funciona perfectamente. ¿Quiere decir eso que Tom Fogerty era prescindible? No, pero simplemente con ese cancionero y esos tres músicos se puede armar un gran concierto. Y eso sin olvidar que un concierto de Ten Years After sin su líder absoluto, el cantante y guitarrista Alvin Lee, ha sido uno de los mejores que he visto.

A modo de ejemplo, cuando iniciaron la que es mi favorita del Godbluff (1975), "Scorched Earth", me quedé bastante sorprendido no solo porque no la esperaba sino porque me preguntaba cómo recrearían el climático final en que el saxofón tiene un papel fundamental, pero lo cierto es que sonó genial igualmente. Del mismo modo, ¿es una contradicción decir que el momento cumbre de la noche fue al mismo tiempo el tema en que más eché en falta el saxofón? Me refiero a "Childlike Faith in Childhood's End", el extenso tema final de Still Life (1976), que fue una absoluta barbaridad. El instante decisivo fue cuando Hammill llegó al verso de "Frightened... in the silence", que lo cantó muy diferente a como hace en el disco y otros directos suyos que he oído. En vez de aullar esas frases con su estilo tan característico dejó un tenso silencio absoluto que respetó todo el teatro y apenas susurró "...silence", para luego lanzarse con toda furia a los versos siguientes y de ahí afrontar junto a los otros tres todo el tramo final del tema con una intensidad estremecedora. La enorme ovación que le dedicó el público me confirmó que no fue solo impresión mía, sino que fue el momento que más bordaron de la noche.

Finalmente, los otros temas clásicos que tocaron fueron menos sorpresivos al entrar dentro de lo que esperaba pero no por ello los recibí con menos ganas: la densa "Lemmings" con Peter a la guitarra conjugando extraños pasajes musicales laberínticos junto a Banton a los teclados y Guy Evans más jazzístico que nunca, y el cierre de la noche con el gran clásico "Still Life", la primera canción que oí del grupo y seguramente una de las más agradecidas de descubrir para los neófitos.

Por descontado, eché en falta temas en esta hora y cincuenta minutos, pero mirando setlists de la gira he visto que en general están bastante compensados los temas que entran y salen. Me supo mal perderme una de mis favoritas del grupo, "Man-Erg", que suele caer con frecuencia, y también me habría encantado oír "A Louise is not a Home"... aunque ¿la preferiría a "(In The) Black Room"? No lo sé... En todo caso hacía tiempo que no acudía a un concierto con tanta ilusión y nervios como éste, y aunque es difícil saber cuál será el futuro del grupo (Hammill está en plena forma pero es un señor de 74 años), me encantaría repetir la experiencia. ¿Será posible? Como mínimo me quité esta molesta espinita de no haber visto a uno de mis grupos favoritos y además en plena forma.

Interference Patterns

Every Bloody Emperor

(In The) Black Room 

Lemmings

Lifetime

Alfa Berlina

Childlike Faith in Childhood's End

Your Time Starts Now

Room 1210

Scorched Earth


Encore:

Still Life

sábado, 22 de mayo de 2021

Supertramp - ...Famous Last Words... (1982)

 

Como ya expliqué en el anterior post, la extensa y agotadora gira del exitosísimo Breakfast in America (1979) prácticamente acabó con el grupo, quien tras 5 años ininterrumpidos de grabar discos y girar decidió tomarse un merecido año de vacaciones. Pero aunque ese descanso era más que necesario para la salud mental de sus integrantes, a la práctica los acabaron distanciando más, ya que cada uno se montó su vida por su cuenta con sus respectivas familias rompiéndose así el sentimiento de comunidad en el que se había gestado su mejor obra, Crime of the Century (1974) - en ese aspecto Supertramp son tan poco enrollados que lo que destruyó al grupo no fueron las drogas, ¡sino sus familias! De modo que cuando tocó volver a reunirse para grabar su siguiente disco seguramente fue la primera vez que esa formación emprendió dicha labor sin muchas ilusiones y con una mentalidad más bien de "vuelta al cole". Es cierto que hay otro factor importantísimo que explica esa pereza, y es que su anterior álbum en estudio tuvo un éxito tan abrumador que la presión era altísima para que igualaran esa proeza, y si algo nos ha mostrado la historia del rock es que la mayoría de grupos suelen llevar muy mal ese tipo de situaciones.

Pero al margen de lo dura que fue la gira anterior, la realidad es que la relación entre sus dos líderes, Rick Davies y Roger Hodgson, no había hecho más que deteriorarse con los años y que a estas alturas las discrepancias entre ellos llegaron a un punto que amenazaba seriamente la estabilidad del grupo. De entrada Roger, principal responsable de Breakfast in America, dijo que habían llegado lo más lejos posible con esta formación y pidió a Rick que reemplazaran a los otros tres músicos por una banda nueva. Rick, por naturaleza mucho más comodón y conservador, se opuso totalmente. Aquí ambos tienen su parte de razón: entiendo que Roger quisiera probar a cambiar el sonido del grupo y también que Rick no le viera sentido a esa petición cuando les costó años encontrar una formación que funcionara tan bien como ésa.

No obstante reconozco que mirándolo en retrospectiva le doy más la razón a Rick que a Roger por dos motivos (sin entrar en el hecho de que me gusta mucho el sonido de la formación clásica del grupo): 1) cuando Roger grabó su primer disco en solitario años después sonaba a Supertramp por todos lados, ¿a qué viene esa insistencia en cambiar de formación para probar cosas nuevas si vas a acabar haciendo lo mismo? y 2) de cara a afrontar el nuevo disco de Supertramp Roger quería que siguieran el sonido pop de Breakfast mientras que Rick quería volver al sonido más progresivo de sus anteriores discos, es decir, el que pedía cambiar de formación para probar cosas nuevas es el que quería seguir la senda musical más conservadora; un poco raro, ¿no? - que conste que no insinúo que esta petición fuera un capricho de Roger, me creo que realmente pensara que hacía falta ese cambio en el grupo, simplemente creo que los hechos decantan más la balanza hacia la idea de que no habría servido de mucho. 

Con la ventaja que da el paso del tiempo creo que la opción más adecuada es la que le propusieron todos a Roger: que grabara un disco en solitario en el que probar cosas nuevas o incluir canciones que no encajaban en Supertramp y luego volver al grupo, de hecho le dijeron que estaban dispuestos a esperar a que él completara su álbum antes de ponerse de nuevo con Supertramp. Pero en realidad las discrepancias en el seno de la banda no eran solo musicales sino también personales. Por ejemplo, Roger se había ido a vivir a las montañas y dijo que se negaba a grabar el álbum en Los Angeles, aunque todos vivían allá. Hubo tantas peleas sobre esta cuestión que llegó un punto en que se planteó que se fuera del grupo antes siquiera de grabar el nuevo disco. Al final Rick fue a regañadientes junto al resto de la banda a grabar un tiempo allá pero enseguida se cansó y volvió a la ciudad. Roger también hizo lo mismo estando una temporada en Los Angeles pero no se sentía a gusto y no tardó en volver a la montaña con su familia. Y los otros tres miembros del grupo debieron sentirse como los hijos de un matrimonio que está en proceso de divorciarse, yendo de un lado a otro para grabar un disco que se tardó una eternidad en completar, no por el perfeccionismo innato del grupo como en ocasiones anteriores, sino porque los dos líderes estaban grabándolo casi por separado con cero interacción entre ellos (en la Wikipedia se citan diferentes versiones sobre cómo era la relación entre Rick y Roger en esa época, pero me parece muy significativa una en que uno de los implicados afirma que en toda la grabación jamás les vio dirigirse la palabra entre ellos salvo para darse indicaciones muy escuetas y esenciales sobre el proceso de grabación).

En medio de todo este follón estaba además la lucha de poder de Sue Davies, mujer de Rick, quien pasó de encargarse del merchandising a aspirar a hacerse con el control del grupo con el beneplácito de su marido. Sue era (y es) muy ambiciosa y, según los que han tratado con ella, de trato muy desagradable. Es una de esas personas de las que jamás he leído decir nada bueno a nadie... salvo a Rick, claro. Y precisamente en esa delicada situación lo último que necesitaba el grupo era alguien así haciendo sus movimientos para llegar al poder mientras los dos líderes de la banda discuten sobre dónde grabar el disco o el enfoque que debería tener la música. De modo que mucho me temo que aunque hubieran llegado a un acuerdo sobre los aspectos artísticos del grupo, la marcha de Roger era inevitable por otros factores, que incluyen desde la entrada en escena de Sue Davies a las ganas que tenía Roger de pasar más tiempo con sus dos hijos pequeños, algo que sabía que sería difícil si seguía en Supertramp, donde tampoco podía obligar al grupo a detener su actividad en vivo solo porque él no quisiera separarse de sus hijos (y en efecto, tras su primer disco en solitario Roger no haría ningún tour de promoción, a diferencia de sus excompañeros).

Así pues el grupo tuvo que afrontar este nuevo disco con los dos líderes más enfrentados que nunca y sabiendo que uno de ellos había querido deshacerse de casi toda la banda. Un ambiente más que propicio, ¿verdad? Lo curioso del caso es que aún conociendo todo este largo contexto, ...Famous Last Words... (1982) no es en absoluto un mal disco. De hecho la primera vez que lo escuché me sorprendió gratamente porque esperaba una obra mucho más floja. Sí, es obvio que es el menos bueno de los cinco discos clásicos del grupo, y aquí no creo que haya muchas voces discrepantes, pero realmente es un álbum notable; con pocos temas que realmente destaquen pero tampoco ninguno que sea malo, no destaca ni para bien ni para mal, mantiene un buen nivel medio sin ofrecer sorpresas.

Por entonces Rick, que siempre es a quien más le costó componer de los dos, tenía un buen arsenal de temas nuevos gracias al año de reposo que se habían dado, pero a la práctica parece que ni él ni Roger quisieron emplear en el disco buena parte de su mejor material sabiendo que sería su última obra juntos y que el siguiente disco les tocaría afrontarlo por separado. De modo que muchos de los temas ensayados para ...Famous Last Words... acabarían viendo la luz en In the Eye of the Storm (1984) de Roger y en Brother Where You Bound (1985) de Supertramp. Esto es algo que me resulta especialmente penoso en lo que se refiere a las composiciones de Rick, porque nunca he conseguido disfrutar de Brother Where You Bound por su producción ochentera, mientras que la de ...Famous Last Words... creo que aún mantenía el sonido Supertramp. La ausencia más dolorosa para mí fue de la canción "Brother Where You Bound" una ambiciosa composición de 15 minutos que era lo más arriesgado que había hecho el grupo hasta entonces e incluía algunos pasajes que no se parecían en nada a lo que era el sonido clásico de Supertramp (¿no querías probar cosas nuevas, Roger?). Desafortunadamente, aunque al propio Roger le parecía una de las mejores canciones de Rick, ambos decidieron que no encajaba en un disco que sería mayormente de temas cortos y accesibles. Para mí es justamente lo que le falta a este disco, un tema diferente y sorprendente que marcara la diferencia.

Curiosamente mis canciones favoritas del disco son la primera y la última, ambas de Roger. "Crazy" me parece un inicio de disco magnífico (por cierto qué bien solían empezar sus discos Supertramp), un tema 100% Supertramp pero sin sonar a refrito, con una buena melodía y pegadizo, que además usaron como inicio del tour de presentación del disco, sustituyendo a la hasta entonces irremplazable "School". Curiosamente a Roger no parece gustarle demasiado esta canción, hasta el punto de que es el único tema de los discos clásicos de Supertramp que jamás ha tocado en vivo en sus tours en solitario, o al menos así consta en Setlist.fm y yo jamás la he cazado en las cinco veces que he visto a Roger en directo - a modo de curiosidad los otros únicos temas de Roger que no he pillado de los discos clásicos en algún concierto son "Lady" e "If Everyone Was Listening", que sí los suele tocar de vez en cuando; "Just a Normal Day" no lo cuento porque es una composición a medias con Rick que se basa sobre todo en el dueto vocal, y curiosamente los dos temas acústicos de ...Famous Last Words..., que no son nada habituales, los pillé en un mismo concierto.

Mi tema predilecto del disco con diferencia es el último, la dramática balada "Don't Leave Me Now", que es el mejor cierre posible para la época clásica del grupo con una interpretación vocal soberbia de Roger acentuada por el saxofón de John Helliwell y el que creo que es el único solo de guitarra eléctrica en una composición suya de Supertramp (sin contar el segundo disco del grupo, donde los temas eran a medias con Rick). En cambio el gran single del disco, "It's Raining Again", es el tema que menos me gusta del álbum y una de las canciones que menos me agradan de Roger en Supertramp, y es raro porque es uno de los grandes clásicos del grupo. Pero la verdad es que aunque suena 100% a él para mí tiene un tono pop facilón que roza lo pachanguero, y me molesta el solo que hace aquí Helliwell, el típico solo de saxofón ochentero genérico que encontraréis en cualquier canción de la época, algo que me irrita especialmente cuando en las otras canciones no tiene ese sonido. No es un mal tema ni me desagrada, de hecho en un concierto de Roger me veréis cantarla con todo el mundo, pero siempre me la salto. Las otras dos contribuciones de Roger son dos temas acústicos que grabó prácticamente solo en su estudio, la intimista "Know Who You Are" y "C'est Le Bon", que están bastante bien, sobre todo la segunda.

Rick no sale tan bien parado en comparación, ya que aporta un tema menos que Roger y no tiene ninguno a la altura de sus dos mejores composiciones, pero como hemos dicho no es porque no tuviera más que contribuir (¡tenía la que potencialmente podría ser la canción principal del disco!) sino porque se estaba guardando muy astutamente canciones para el futuro (o porque no encajaban en el álbum, según la versión que prefiráis). De hecho tengo entendido que la actitud de Rick en el disco fue bastante pasota, supongo que lo vio como un trámite a cumplir hasta que Roger le dejara moverse a sus anchas en su siguiente obra. Una de las consecuencias de esa actitud es que, aunque se grabaron arreglos de cuerda para temas como "Bonnie" o "Waiting so Long" que todo el mundo asegura que engrandecían las canciones y que hacían recordar a los acompañamientos orquestales de Crime of the Century, Rick los descartó por motivos que nadie entendió jamás y se añadió esa parte con sintetizadores y teclados adicionales.

Pese a ello "Bonnie" es mi favorita de las composiciones de Rick en este disco y aunque quizá los arreglos la habrían engrandecido aún más sigo creyendo que es una composición muy especial que recupera una de las mejores facetas de Rick. "Waiting so Long" en cambio me resulta algo decepcionante: crea un clima de tensión interesante pero que luego no lleva a ninguna parte, uno esperaría algún giro inesperado de Rick marca de la casa, ese tipo de composiciones sin un estribillo obvio en que te lleva por caminos inesperados, y en lugar de eso uno descubre que la canción no va más lejos de su punto de partida. No está mal pero sabe a poco. Y por último en los temas más comerciales tenemos "My Kind of Lady", que salió como single y entiendo que es de esos temas que irrita a muchos por su aire pretendidamente retro-empalagoso como "Crocodrile Rock" de Elton John pero que a mí siempre me gustó mucho (además su videoclip es muy simpático), y "Put on your Old Brown Shoes", que está bastante bien y Rick rescató sorpresivamente en su última gira con Supertramp.

En circunstancias normales, ...Famous Last Words... resultaría una decepción en comparación con lo que el grupo nos había ofrecido hasta entonces pero si uno conoce el contexto hay que decir que el resultado es sorprendentemente notable. Por desgracia es inevitable pensar en lo que podría haber sido el disco de haberse grabado en unas circunstancias más favorables, pero qué quieren amigos, c'est la vie y aquí es donde se acaban los Supertramp clásicos.


sábado, 8 de mayo de 2021

Supertramp - Paris (1980)

 

La interminable y extenuante gira de Breakfast in America (1979) - la mayor que harían jamás - dejó al grupo tan agotado que cuando terminó decidieron darse unas merecidas y largas vacaciones, no en vano esa formación lleva en funcionamiento sin parar desde el 74, y todos ellos llevaban en activo en diferentes proyectos musicales desde mucho antes. De hecho a efectos prácticos ya se vería que el éxito tan desorbitado de su último disco y el agotamiento de la gira acabaría matando esta formación clásica del grupo... pero antes de que eso sucediera pensaron que sería una buena idea editar un doble directo.

Había dos buenas razones para ello. En primer lugar, la discográfica, viendo que Supertramp era ahora una máquina de generar millones, les presionaba para que hicieran otro álbum, y un directo les serviría para ganar tiempo mientras descansaba. En segundo lugar, mucha gente había conocido al grupo por su último disco, y pensaron que este directo podría servir a modo de Greatest Hits para mostrarles el resto de repertorio de sus álbums anteriores. Yo añado una tercera razón de mi cosecha: toda gran banda de los 70 que se precie tiene su mítico doble disco en directo, y Supertramp no iban a ser menos.

Si Supertramp son de por si una banda que hoy día no goza de mucho prestigio (lo cual nos ha permitido poder adquirir sus vinilos clásicos tirados de precio), Paris (1980) es un álbum aún más denostado. Supongo que el motivo es que las versiones se parecen mucho a las de estudio y eso le quita el aliciente de su compra y hace levantar sospechas de que sea un disco totalmente modificado a posteriori. Sobre este particular puedo afirmar que no es cierto, según he leído no retocaron casi nada, solo los coros finales de "Hide in your Shell" y algún detalle en alguna canción más, el resto es un reflejo fidedigno de cómo sonaban en vivo. Y es que Supertramp, para bien y para mal, clavaban las canciones como en los discos, algo que uno tendería a atribuirlo al carácter más bien perezoso y conservador de Rick pero que he leído que también es cosa de Roger, quien se ve que en sus conciertos en solitario prefiere tocar los temas siempre de la misma manera.

Eso hace que para mí Paris sea en cierto modo un misterio: ¿cómo puede gustarme tanto un disco que, yo mismo lo admito, apenas presenta variaciones respecto a sus versiones de estudio? Es por ello un álbum que creo que demuestra que la magia de un buen disco en vivo no está solo en cómo se cambian las canciones o en que se les dé más energía, sino en que logre transmitir la sensación de estar ahí escuchando al grupo. Porque las canciones las tocan igual que en estudio pero no suenan igual, y ahí es donde creo que está el meollo de la cuestión. 

Además Paris se beneficia de dos hechos: el repertorio de Supertramp en esa época era absolutamente impecable y la banda era famosa por utilizar uno de los mejores sistemas de sonido del momento. Si leéis crónicas de la época, algo en lo que coinciden muchos es en lo mucho que les impresionaba cómo sonaba la banda, y eso es no es un tema casual, ya que ellos invirtieron muchísimo dinero y esfuerzo en lograr ese resultado.

El concierto fue grabado tanto en audio como en vídeo pero hasta hace unos pocos años las imágenes del show estaban guardadas bajo recaudo por Rick Davies y su "encantadora" mujer/manager Sue, y por algún motivo que nadie entiende se negaban en rotundo a sacarlas a la luz. Hizo falta que Dougie Thomson, John A. Helliwell y Bob Seibenberg (bajista, saxofonista y batería respectivamente) montaran una sociedad con la que sacar a la luz material de Supertramp - como las ediciones deluxe de Crime of the Century (1974) o Breakfast in America (1979) - para que este material tan esperado por los fans viera la luz. Y para enredar más las cosas, aunque Roger Hodgson siempre dijo que si por él fuera lo habría sacado hace años pero que no tenía voz ni voto porque había dejado el grupo... ¡a efectos prácticos también se opuso a su lanzamiento! Parece ser que inicialmente Dougie, John y Bob colaboraron con él en la edición del DVD pero acabaron dejándole de lado porque se volvió insoportable con un montón de peticiones que no podían atender. Desconozco cuáles serían pero mi apuesta sería cosas como separar las canciones de Rick y las suyas (algo que ya sabemos todos los fans, por el amor de Dios, Roger, aunque los créditos digan Hodgson/Davies sabemos que la canción es de quien la canta) o poner un letrero con luces luminosas cada vez que saliera él en pantalla recordándonos que esas canciones las compuso él y las sigue tocando en sus maravillosas giras en solitario.

De modo que, en otra muestra de cómo Supertramp se ha convertido en un ente confuso y de tipo más empresarial que musical, la salida a la venta del esperadísimo DVD de Paris se dio en un contexto de peleas legales de Rick para impedir que el resto de músicos sacaran ese material, la web de Supertramp silenciando por completo su lanzamiento (ya que la controlan Rick/Sue) y Roger pidiendo desde la suya que no compráramos el DVD porque no tenía la suficiente calidad profesional (falso, la calidad de la grabación es espectacular). Para mí poner imágenes a este directo que llevaba tantos años oyendo fue un sueño hecho realidad (por ejemplo ver por fin en imágenes el final de "Fool's Overture" con todos los roadies disfrazados invadiendo el escenario del que tanto había oído hablar), y no exagero si digo que es uno de los DVDs musicales que más he disfrutado, de modo que mis eternos agradecimientos a Dougie, John y Bob.

Solo hay un aspecto que veo criticable e incomprensible de Paris, y son ciertas elecciones de setlist. Es obvio que no cabía todo el concierto en un vinilo doble y que había que descartar temas... pero aun así hay cosas que no entiendo. La más grave de todas: ¿cómo dejaron fueron la versión de "Another Man's Woman" cuando 1) es el momento cumbre de Rick en los conciertos con su solo de piano y 2) el único tema que cambia ostensiblemente respecto a su versión de estudio y por tanto ofrecía algo diferente? Tampoco entiendo que dejaran fuera "Child of Vision" con el magnífico solo de piano final, es un tema que está hecho para oír en directo, el clásico "tema oculto" en estudio para el gran público que muchos redescubren por su versión en vivo. No desdeño la selección de temas del disco, que me parece magnífica - y que demuestra que ellos consideraban el Crime su mejor disco, porque lo tocan prácticamente entero aun cuando es la gira de presentación del Breakfast - pero creo que con unos retoques podrían haber hecho un doble directo mejor. Y como me gusta mucho montarme estas historias - vean mis propuestas de directos dobles setenteros de Cream y King Crimson - les propongo aquí mi versión mejorada del Paris.

He intentado que sea un término medio entre mis preferencias (de entre los grandes hits dejo los que me gustan más) y entre lo que creo que sería mejor objetivamente (por ello mantengo la cara B "You Started Laughing" pese a que no es santo de mi devoción, porque al ser el tema más desconocido del disco objetivamente tiene su razón de ser). He dejado fuera algunos de sus grandes hits porque no hay sitio para todo y porque tampoco veo imprescindible que estén todos en un disco de estas características (de hecho ellos sin ir más lejos dejaron fuera la imprescindible "Give a Little Bit"), y he procurado que el disco fluya bien alternando temas de Rick-Roger y refleje todas las facetas del grupo. Lo he dividido en cuatro caras de vinilo, que si bien van algo justas de duración (la cara D dura más de 20 minutos) sirve para hacernos una idea. Obviamente la versión ideal es la que editaron en CD Dougie, John y Bob que incluye todo el concierto, pero mi fantasía es cómo sería el Paris en doble vinilo con una selección mejorada entre todos los temas que tocaron esa noche. Yo propongo esto:

Cara A:

School
Ain't Nobody But Me
The Logical Song
Bloody Well Right

Cara B:

Hide in your Shell
Goodbye Stranger
Give a Little Bit
Another Man's Woman

Cara C:

From Now On
Take the Long Way Home
You Started Laughing
Child of Vision

Cara D:

Rudy
Fool's Overture
Two of Us
Crime of the Century

Dicho esto, simplemente añadir que del vinilo original la secuencia final de "Fool's Overture/Two of Us en versión abreviada/Crime of the Century" es uno de mis momentos favoritos en un álbum en directo. Me encanta la forma como se pasa del clímax de la primera a esa versión breve tan hermosa a la guitarra acústica de "Two of Us" al espectacular final de "Crime of the Century", que siempre me pone los pelos de punta. Aquí el mérito es de Roger, que al parecer es quien se encargaba de ordenar los setlists. Se le podrán criticar muchas cosas a Supertramp (bueno, en realidad no) pero desde luego sabían muy bien cómo secuenciar un disco o un directo.



sábado, 1 de mayo de 2021

Supertramp - Breakfast in America (1979)

 

Leyendo la biografía de Supertramp que me ha animado a hacer este repaso a su carrera descubrí que la visión que yo tenía sobre cómo surgió Breakfast in America (1979) no era la real. Yo me pensaba que ese disco salió por iniciativa de Roger para dar un giro más pop a su carrera y así acabar de consolidarse comercialmente (si bien los tres discos anteriores fueron ya grandes éxitos de ventas), pero leo ahí que en realidad ese viraje hacia el pop surgió de forma más espontánea como reacción al tono quizá demasiado serio/introspectivo de sus discos anteriores y de su tendencia a hacer canciones más bien largas. En ese contexto la idea de hacer un álbum más ligero y abiertamente pop les pareció refrescante, y como los temas que estaba componiendo Rick iban más por ese camino Roger decidió contribuir a su mitad de disco con composiciones propias que se amoldaban a ese sonido. Yo siempre pensé que fue Rick quien se adaptó al formato más pop-sencillo, en el que Roger se nota que está mucho más cómodo; pero parece que en realidad él mismo estaba tirando hacia ese camino. Lo que aprende uno.

Sea como sea, Breakfast in America fue su gran disco pop, y también el que marcaría el segundo y decisivo punto de inflexión de su carrera para bien y para mal, ya que tuvo un éxito tan descomunal que pilló al grupo por sorpresa y provocó que inevitablemente tanta entrada de dinero acabara con el ambiente más familiar que había en el seno de la banda.


A nivel estrictamente musical es innegable que se trata de otra de sus grandes obras con el aliciente de que seguía sonando 100% a ellos pero fomentando más una faceta del grupo que lo diferenciara de los álbums anteriores (por ejemplo, en el disco anterior no había teclados eléctricos, aquí volvían pero a cambio no había ningún tema de Roger a la guitarra acústica, cuando es algo que siempre ha sido típico de Supertramp). Eso quiere decir que seguía habiendo esa obsesión enfermiza por grabar un disco lo más perfecto posible, en que se cuidó hasta el más mínimo detalle a nivel de producción para explotar el máximo potencial de esas canciones. Es en definitiva orfebrería pop setentera. Y aquí el gran mérito parece ser sobre todo de Roger Hodgson, no solo porque se movía mucho más a sus anchas en el formato pop, sino porque fue el responsable final de las mezclas del disco y los aspectos de producción, que le llevaron un trabajo maratoniano que estoy convencido que le hizo plantearse más seriamente lo de probar suerte en solitario.

A nivel de composiciones Roger nos ofreció de entrada dos de los grandes clásicos por excelencia del grupo y quizá sus dos mayores hits. Por un lado está el tema "Breakfast in America", una composición que databa de finales de los 60 pero no había usado aún porque no le encajaba en ningún disco... ¡imaginaos tener un hit radiofónico compuesto desde hace años pero sin haberlo usado! La canción por cierto nunca le gustó a Rick, que habría preferido no incluirla en el disco, y a mí aunque me agrada es con diferencia la que menos me gusta de Roger de las que aparecieron en el álbum. En cambio me flipa el otro hit, "The Logical Song", la canción más célebre de Supertramp, uno de esos temas que jamás me cansó de oír por muy trillado que esté. La melodía me parece sensacional y pegadiza, la interpretación de Roger es perfecta desembocando en ese clímax en que repite "Who am I...?" y encima la letra es fantástica. Y por si eso fuera poco le añadieron detalles que le dan más riqueza, desde esa trompetilla en el clímax a los ruidos de un juguete hacia el final. 


"Breakfast in America" no es el único tema que Rick intentó vetar del álbum. También quiso dejar fuera la preciosa balada a piano "Lord Is It Mine?" por el mismo motivo que "Babaji" en el álbum anterior: le molestaba la letra tan mística sobre creencias espirituales y pensaba que no encajaba en Supertramp, que debía guardar esos temas para un disco en solitario. Suerte que Roger se mantuvo firme porque es una canción fabulosa. "Take the Long Way Home" con ese solo de armónica inicial y esa magnífica melodía seguramente sí era más del gusto de Rick, y de hecho podría ser mi favorita de las composiciones de Roger.

Mientras tanto, si pasamos al bando de Rick, debo decir que mi canción favorita es la que abre el álbum, "Gone Hollywood", un inicio quizá algo estridente con esos coros tan exagerados pero que me flipa porque sigue ese estilo tan del gusto de Rick de evitar una clásica estructura con estribillo y, en lugar de eso, nos lleva de un lugar a otro. Así pues tras ese arranque tan exageradamente melódico, Rick se detiene en una larga sección más atmosférica dominada solo por su voz, hasta que de repente aparece un puente que es en si mismo uno de mis momentos favoritos de la carrera de Supertramp ("If we only had time, only had time for youuuu!"), por lo increíblemente pegadiza que es esa breve melodía que solo aparece unos segundos y luego se desvanece para siempre y por la forma tan magistral como así consigue volver a unir ese segmento más tranquilo con la melodía inicial. Chapeau! A modo de curiosidad, en la gira del Breakfast no la tocaron porque era demasiado compleja para llevarla al directo, por eso me hizo tanta ilusión cuando sorpresivamente la rescataron en la gira del 2010 como segundo tema de los setlists (¡ya habría sido redondo que directamente hubieran abierto con ésta!).


Mi siguiente favorita es más típica, la pegadiza "Goodbye Stranger", que es uno de los grandes clásicos de Rick y el único suyo que ha trascendido de este disco más allá del sector fans. Seguramente sea su mejor tema de corte pop, con su falsete contagioso y uno de los mejores solos de guitarra eléctrica de Roger al final. Adentrándonos entre los temas menos conocidos mi siguiente predilecto sería "Just Another Nervous Breakdown", típica canción en la que nunca te fijas hasta que un día se te mete en la cabeza y me puedo pasar días oyéndola en bucle sin parar. A destacar por cierto la interpretación vocal de Rick y que aunque no la tocaron en la gira del Breakfast sí que la rescataron en el primer tour sin Roger, cuando Rick andaba justo de temas propios. El medio tiempo "Oh Darling" está bastante bien, recordándome al tipo de composiciones que hacía en álbums anteriores, mientras que "Casual Conversations" es mi menos favorita del disco, un tema lento que no me molesta pero nunca me ha dicho nada, siendo lo más destacable la letra en que critica la difícil relación que tenía entonces con Roger.

Lo cual me lleva al último tema que me quedaba del disco y una de sus grandes joyas ocultas: "Child of Vision", que vuelve un poco al espíritu de anteriores obras en sus más de 7 minutos de duración y que contiene un magnífico solo de piano de Rick (ejecutado por cierto a la primera toma sin ediciones ni trucajes de estudio). La clave está no obstante en la letra, una de las puyas más incisivas que Roger le lanzó a Rick, haciéndole incluso cantar algunos versos en que ambos dialogan. Aquel que 10 años atrás fue su amigo, colaborador y compañero de fatigas se había vuelto en 1979 en un extraño que tocaba en el mismo grupo que él, al cual tenía que tolerar pese a que entre ellos había una distancia más grande que lo separaba. "Child of Vision" es un cierre magnífico para un disco sobresaliente pero es también uno de los últimos ramalazos de genialidad que nos dejarían Supertramp en su carrera, ya que si bien su siguiente disco en estudio estaría muy bien, si algo no le sobraba es genialidad. También es un anticipo de que, si bien a nivel comercial este álbum les llevaría al momento cumbre de su carrera convirtiéndoles en el grupo del momento (algo que, insisto, ni ellos se esperaban), se avecinaban tiempos difíciles en que la frágil estabilidad del grupo no tardaría en tambalearse. Es en definitiva una última muestra de lo grandes que podían ser pero también de lo poco que iba a durar esto.



domingo, 18 de abril de 2021

Supertramp - Even in the Quietest Moments (1977)

 

Me es difícil valorar con cierta distancia (ya no digamos objetividad, si es que eso es posible) un disco que personalmente significa tanto para mí como Even in the Quietest Moments (1977). Sí que creo que, al margen de las consideraciones personales, es el mejor disco del grupo junto a Crime of the Century (1974) al tener su mejor colección de canciones sin un solo bajón, pero aparte de eso el motivo por el que le tengo tanto cariño es que fue uno de los primeros álbums que descubrí cuando empecé a interesarme por la música de adolescente más allá de los pocos grupos en que me movía por entonces (básicamente Queen y Elton John).

Llegué a él por recomendación de mi madre, que lo consideraba uno de sus discos favoritos, e inicialmente me recomendó que escuchara simplemente el tema "Fool's Overture", que es quizá su canción favorita. Dicha composición me enamoró desde la primera escucha y durante un tiempo mi contacto con Supertramp no pasaba de este tema, de igual forma que me pasó con otros grupos de los que me haría fan, de los que inicialmente solo escuchaba una canción suya, la que me recomendaban, antes de pasar a escuchar los discos enteros ("Stairway to Heaven" en el caso de Led Zeppelin, hasta que me animé a oír el Remasters entero, o "Money" en el caso de Pink Floyd, hasta que decidí oír entero el The Dark Side of the Moon). De modo, que escuchando Even in the Quietest Moments es inevitable que me vengan flashes de aquellas primeras escuchas, cuando mi universo musical era tan limitado y los pocos detalles que tenía a mi alcance me dejaban una impresión más fuerte. Por entonces teníamos ese disco solo en vinilo, y uno de mis primeros recuerdos es un pequeño momento de la primera parte a piano de la canción que, ay, estaba rallada y siempre tenía que saltar con la aguja, de modo que mis primeras escuchas de "Fool's Overture" implicaban estar cerca del tocadiscos en los primeros minutos para saltar ese momento cuando llegaba. Otro es el final del tema que va justo antes, "From Now On", ya que a veces situaba la aguja justo al final de esa canción para pillar "Fool's Overture" desde el principio y oía entonces ese coro lleno de voces desvaneciéndose en fade out de la canción anterior sin conocer el resto de la composición. No sabía a qué sonaba pero me daba una imagen como de comuna hippie todos cantando a coro, supongo que alentado por esa portada con el paisaje nevado.

Recuerdo también las fotos de la banda en la carpeta del vinilo, porque en aquellos años teníamos muy poca información de dichos grupos y debíamos recrearnos en lo poco que nos daban los discos. No sabía quiénes eran Supertramp, si eran unos tipos chungos con vida de rockstar peligrosa (obviamente no era así, más bien al contrario) o unos tipos más bien inofensivos. Yo veía simplemente a cinco tipos melenudos y era incapaz de situar qué rol ocupaba cada uno en el grupo o su carácter, y creo que siempre tiene cierta fascinación cuando uno empieza con una banda nueva y no sabe nada de ellos. Recuerdo la foto de John y Dougie haciendo el tonto al lado de Rick, y por otro lado a Bob y Roger más serios fumando, y que obviamente me simpatizaban más los primeros. Seguramente todos estos detalles son irrelevantes, pero para mí esas pequeñas impresiones van asociadas a mis primeros contactos con el que sería uno de mis discos favoritos.

Finalmente me animé a escuchar el disco entero, y me encantó. Me lo grabé en cinta de cassette (ya tengo una edad, amigos) y recuerdo una primavera que solía sacar a pasear a mi perra oyéndola muy a menudo. Sobre todo la sensación de quietud que daba oír el tema homónimo con el ambiente primaveral, algo que creo que a Roger le enorgullecería porque supongo que es lo que pretendía. Y aunque mis gustos irían ampliándose y cambiando con el paso del tiempo, Even in the Quietest Moments siempre siguió siendo uno de mis discos predilectos y más especiales.



Ésta es la parte personal, pero ¿qué podemos decir del álbum en su contexto con los datos que ahora sabemos? De entrada que querían resarcirse del "error" de Crisis? What Crisis? (1975) al haberse grabado tan rápido (he entrecomillado "error" porque es un gran disco, ¡de modo que ojalá todos los errores fueran así!) y tomarse su tiempo. Una vez ya instalados en la costa oeste de EEUU, se metieron a trabajar en un estudio situado en un rancho en las montañas en el cual sacaron la fotografía de la portada. La idea era cuidar más las canciones y de nuevo que fluyera bien como álbum, igual que el Crime of the Century, pero al mismo tiempo buscaban darle un tono menos dramático. Creo que triunfaron, al igual que harían en su siguiente disco, en seguir sonando a ellos mismos a la vez que aportaban una faceta diferente de los álbums anteriores, evitando ser una mera repetición pero sin alejarse de su estilo. Un rasgo nada menor del disco es que aquí no usarían teclado eléctrico en ninguna canción, aún siendo el instrumento que más se asociaba al sonido Supertramp, y Rick por otro lado no mostraría tanto su deje blues-rockero como en sus otras obras clásicas.

Como de costumbre, muchas de las canciones existían desde hacía tiempo. Rick llevaba años dándole vueltas a "From Now On" hasta que por fin se decidió a incluirla aquí, y "Give a Little Bit" era una composición también bastante antigua de Roger que Bob comenta que recuerda haberle oído ensayar en su habitación de hotel en las giras anteriores. Una vez más la clave no está solo en la calidad de las canciones sino en haberlas sacado a la luz en un álbum en que encajaran todas juntas, algo muy importante para el grupo por entonces.

En el aspecto menos positivo, Even in the Quietest Moments es también el álbum en que se inicia el cisma Rick/Roger. Si tras el éxito de Crime se habían ido distanciando a raíz de que cada uno había encontrado y fortalecido su personalidad (tanto en el ámbito musical como personal), aquí empezaron a vislumbrarse ciertas tensiones cuando sus caminos se iban distanciando cada vez más: Roger se involucró muy a fondo en temas espirituales mientras que Rick se asentaba casándose con Sue, que en unos años se revelaría como un personaje muy importante en el universo Supertramp... para mal. Rick siempre se sentiría molesto porque Roger colara sus "rollos espirituales" en los discos del grupo, y Roger se sentiría cada vez más alejado de un Rick cada vez más acomodado.

El álbum se inicia con el que considero uno de los temas definitivos de Supertramp y mi hit favorito del grupo, "Give a Little Bit", una canción que me transmite buen rollo inmediato con su melodía ultrapegadiza. Le sigue mi debilidad personal del álbum, "Lover Boy", una composición de Rick que es mi segunda favorita del disco pese a ser con diferencia la menos conocida de todas. No sé si es cosa mía pero a mí me parece una canción maravillosa que siempre me ha dado muy buenas vibraciones. No sabría explicarlo pero este tema para mí representa en cierto modo la conexión tan especial que tengo con el disco sobre todo al ser un tema que uno nunca oye fuera de él porque no está en recopilatorios o directos (por desgracia para mí es de los pocos temas de los discos clásicos del grupo que jamás se han tocado en vivo porque al parecer no les acababa de funcionar, y parece ser que en la gira del 2010 estuvieron ensayándola, pero nada... una pena).

El tramo final de la cara A representa el segmento tranquilo del disco con dos temas lentos de ambos compositores. "Even in the Quietest Moments" es mi balada acústica favorita de Roger, creo que tiene un aire ensoñador muy especial, y sobre todo me gusta cómo en la parte final el tema da un giro inesperado con la entrada de la batería y un segmento instrumental que le diferencia de otros temas por el estilo de Roger que no se salen del patrón típico acústico. En cuanto a "Downstream", es una preciosa balada a piano de Rick que me trae recuerdos de la primera vez que vi a Supertramp el 2002. Era el primer concierto de mi vida, y recuerdo que con este tema la gente sacó los mecheros (¿recuerdan cuando se hacía eso en los conciertos?) y que todo el Palau Sant Jordi coreó los "We will stay..." del estribillo, lo cual fue bastante emocionante sobre todo habida cuenta que no es uno de los temas más populares del grupo - la siguiente vez que les vi no hubo mecheros ni gente coreando el estribillo...

La cara B del disco no puedo decir que sea inferior a la A, pero realmente siempre me ha gustado más la primera parte del álbum aunque la segunda tenga mi canción favorita del grupo. Creo que es porque la cara B no tiene ese rollo tan especial de la A, pero los temas es innegable que siguen siendo de primer nivel. "Babaji" es un tema muy pegadizo de Roger que recuerda a los anteriores discos, aunque en este caso interpretada al piano en lugar del teclado eléctrico, y "From Now On" constituye el gran clásico de Rick del disco, con una letra fantástica sobre un hombre aprisionado en su trabajo que fantasea con llevar una vida más emocionante. Como en muchos temas de Rick, aunque la melodía principal daría para una buena canción convencional, él le da algunos giros inesperados hasta desembocar en el climático final en que un numeroso coro de voces canta el estribillo.

Me dejo para el final "Fool's Overture", que es como he dicho mi tema favorito de Supertramp y una de mis canciones preferidas de siempre. De casi 11 minutos de duración, es una ambiciosa composición de Roger que combina una preciosa melodía a piano y otra con teclados eléctricos con las que estuvo jugueteando durante años sin saber qué hacer con ellas hasta que un feliz día descubrió que encajaban juntas. La primera vez que vi a Roger tocando solo junto a un saxofonista éste fue el tema que le pedimos que tocara en el bis, y él se rió argumentando que no podía tocar una canción tan compleja él solo. La tercera vez que fui a un concierto suyo no obstante la había conseguido adaptar a ese formato y fue uno de los momentos más emotivos que vi en un concierto. Por cierto, en su época clásica solían hacer que en el final climático de la canción salieran los roadies disfrazados de forma extravagante por el escenario. Uno de esos detalles que demuestran cómo a Supertramp no les falta su punto de extravagante humor británico.



sábado, 17 de abril de 2021

Supertramp - Crisis? What Crisis? (1975)

Cuando Crime of the Century salió a la venta en 1974 el gran éxito del disco les pilló a todos un poco desprevenidos. Quiero decir, todos confiaban en que el álbum triunfaría (tanto la discográfica como la banda veía potencial a las canciones) pero fue un poco súbito pasar de ser un grupo virtualmente desconocido a hacerse tan populares. El motivo no es solo que el álbum fuera tan bueno - la historia del rock está repleta de discos geniales que no triunfan - sino que era uno de esos ejemplos de disco salido en el momento perfecto. A mediados de los 70 el rock progresivo empezaba a atascarse un tanto como género e iba derivando o bien hacía ciertos excesos megalómanos o, por el contrario, una vía más pop-melódica, ejemplificada por ejemplo en los discos que lanzaron bandas como Camel en esos años. Supertramp eran el grupo perfecto para ese contexto.

Pero claro, la discográfica les pidió ipso facto nuevo material para aprovechar su momento de éxito, algo justificable teniendo en cuenta la libertad que les dieron con su anterior disco, y la banda se encerró a grabar las primeras sesiones de Crisis? What Crisis? (1975) cuando apenas habían acabado una extensa gira por Norteamérica. En consecuencia, el grupo no tuvo tiempo de componer nuevo material, pero por suerte Rick y sobre todo Roger tenían muchas canciones que habían estado ensayando en la época del Crime of the Century (algunas incluso las tocaban en vivo) que habían descartado del disco, no porque no fueran buenas sino porque no encajaban en el global del álbum. En ese sentido, el productor Ken Scott diría años después que Crime era mejor disco pero que Crisis tenía las mejores canciones, algo con lo que no concuerdo pero que refleja esa filosofía que tenían de no grabar una mera recopilación de buenos temas sino una serie de composiciones que fluyeran bien en conjunto.

Así pues se produce una curiosa paradoja con Crisis? What Crisis?: fue un disco grabado con las prisas y supuso una experiencia muy poco satisfactoria para el grupo, pero aún reconociendo ese defecto las canciones son tan buenas que difícilmente le podemos poner pegas los fans, de hecho muchos lo tienen como su disco favorito del grupo e incluso el propio Roger Hodgson lo ha citado como su preferido pese a que admite que no es el mejor que hicieron. Yo adelanto ya mi opinión antes de entrar en materia: la cara A es extraordinaria, fácilmente la mejor cara de un disco de Supertramp, pero creo que la B baja mucho el nivel aunque se recupera en el tramo final; de haber mantenido el mismo nivel que la cara A éste sería sin duda el mejor disco del grupo.

El disco se abre con la bonita introducción de Roger "Easy Does It" que empalma directamente con la magnífica "Sister Moonshine", una de esas canciones acústicas que tan buen rollo dan y que ya adelanta lo que sería la más famosa "Give a Little Bit". Le sigue el único tema nuevo que Rick pudo componer para el disco, la bluesera "Ain't Nobody But Me", que se complementa a la perfección con la última canción de la cara A, "Another Man's Woman", uno de los grandes clásicos de Rick por excelencia que en directo siempre desembocaba en uno de los momentos cumbre de la banda con el colosal solo de Rick al piano. Me dejo mi favorita del disco para el final: "A Soapbox Opera" es una balada que para mí refleja a la perfección lo que hace a Supertramp tan especiales. La canción en sí misma es preciosa sin arreglos (solo basta escuchar la versión más desnuda del Paris (1980) para verificarlo) pero lo que la convierte en un tema tan especial y único es el tratamiento que se le da, desde la forma como Bob marca el ritmo a los maravillosos arreglos orquestales que le dan más dramatismo pero también una especie de ¿fragilidad? que la hacen aún más conmovedora. Si a eso le sumamos una de mis interpretaciones vocales predilectas de Roger creo que no queda más por decir...


En la cara B como dije es donde creo que se baja el nivel. No me malinterpretéis, no creo que haya temas malos, ni siquiera flojos, pero creo que palidecen mucho en comparación no solo con la cara A sino con cualquier canción del álbum anterior y posterior a éste. "Lady" está bien pero siempre me pareció un poco un "Dreamer" de baratillo. "Poor Boy" de Rick tiene a su favor ese tono melancólico tan especial que le imprime a algunos temas como aquel que destaqué de su segundo disco, acentuado por los instrumentos de viento de Helliwell, que aquí tienen un tono retro muy acorde con el tipo de composición, y un estribillo que está bastante bien... pero realmente no me parece de sus mejores temas. En lo que respecta a "Just a Normal Day", es una balada que me parece el tema menos conseguido del disco y que tiene como rasgo más destacable un dueto entre Rick y Roger a las voces en la que quizá sea su última composición realmente escrita entre los dos.

La cosa mejora en el tramo final con dos temas de Roger, que aquí ya se posiciona claramente como el compositor más aventajado del dúo. La primera, "The Meaning", me pasó mucho tiempo desapercibida pero me parece una absoluta maravilla (¡y qué bien encaja aquí el clarinete de Helliwell!), y la última es un pequeño clásico suyo, la breve balada al armonio "Two of Us", que durante un tiempo pasó algo desapercibida (fue la única canción del álbum que no se tocó en vivo en la gira posterior junto a la intro) pero que luego resurgiría de forma sorpresiva tocada con guitarra en el directo Paris.

La experiencia de grabación del disco desde luego no fue satisfactoria para un grupo conocido por su perfeccionismo en el estudio y que le gustaba tomarse su tiempo, pero pensándolo bien si no se hubieran visto apurados quizá no se habrían visto obligados a sacar muchas de estas maravillosas canciones que les "sobraban" de su anterior disco. Y viendo el nivel medio quizá no puedo evitar alegrarme por una vez de que la discográfica les metiera prisa...



sábado, 10 de abril de 2021

Ron "Pigpen" McKernan

Viendo el excelente documental Long Strange Trip (2017) que narra la historia de Grateful Dead en 6 episodios me he acordado de un miembro muy injustamente olvidado de los que pasaron por la banda, el cantante y teclista Ron "Pigpen" McKernan, y se me ha ocurrido hacerle un pequeño homenaje.

Puede que no lo sepan, pero Pigpen es el miembro más desconocido del ilustre club de los 27 junto a otro bluesmen como Alan Wilson de Canned Heat, pero su muerte pasó más inadvertida salvo entre los miembros del grupo. Y puede que tampoco sepan que, por extraño que parezca, en los inicios del grupo Pigpen era la cabeza más visible de la banda (no diremos "líder") hasta que progresivamente el cantante y guitarrista Jerry Garcia fue volviéndose el rostro por excelencia de Grateful Dead (a su pesar me atrevería a decir). En realidad tenía sentido, puesto que los Grateful Dead nacieron a mediados de los 60 como un proyecto de Pigpen y Garcia y su idea inicial era básicamente hacer blues-rock, y de todos los miembros del grupo Pigpen era el bluesman por excelencia. Llevaba mamando esa música desde pequeño y la interpretaba como si fuera una parte intrínseca de él mismo.

El problema de Pigpen es que el grupo fue tirando hacia la psicodelia y otros sonidos más experimentales donde él no encajaba tanto. En concreto cuando todos empezaron a experimentar con drogas como el LSD, Pigpen quedó algo de lado porque no le interesaban ese tipo de drogas, lo suyo era el alcohol. Eso ya de entrada fue un importante handicap para él, puesto que la base de muchas de las famosas improvisaciones de los Dead se basaban - al menos en sus inicios - en esa experiencia conjunta que suponía consumir ácido y dejarse llevar todos juntos, una experiencia en que Pigpen quedaba algo de lado si no se unía a la euforia psicodélica.

El segundo gran problema llegó cuando el grupo fue adentrándose en música cada vez más compleja y él y el guitarrista rítmico Bob Weir se quedaron atrás respecto al resto. Tal es así que en cierto momento a finales de los 60 el resto despidió informalmente (nunca se hacía nada formalmente en los Grateful Dead) a Bob y Pigpen porque estaban "entorpeciendo" los avances musicales del resto, que iban adentrándose en caminos cada vez más complejos y sinuosos. La historia tuvo un final feliz cuando Bob simplemente siguió yendo a los ensayos pese a estar en teoría fuera de la banda y el resto los readmitió porque no querían echar del grupo a dos colegas. Lo que sucede es que si bien Bob consiguió acoplarse al nivel musical del resto (a principios de los 70 dio un salto brutal como guitarrista rítmico, en gran parte porque se pasó mucho tiempo escuchando discos de jazz y aprendiendo de ahí los patrones que le ayudarían a improvisar con su guitarra), Pigpen en cambio se quedó siempre atrás. Y cuando con el cambio de década la banda fichó al teclista Keith Godchaux (que, con su formación clásica tenía mucha más versatilidad que Pigpen), su puesto quedó en un lugar dramáticamente secundario. En los Dead de los 70 el característico órgano de Pigpen quedaba prácticamente olvidado y era reemplazado por el piano de Keith. Así mismo la faceta blues que aportaba Pigpen cada vez quedaba más en un segundo plano.

La gira del Europe 72 (1972) fue el último momento destacable de Pigpen en el grupo, pero ya por entonces su alcoholismo hacía que fuera demasiado errático como para contar con él en la banda (un pequeño apunte: entre los consumidores de drogas psicodélicas no se tenía mucha tolerancia a los alcohólicos, eran muy mal vistos, no era cool emborracharse del mismo modo que sí lo era colocarse y "viajar"). En el documental un roadie comenta que le hicieron compartir cuarto con Pigpen porque nadie más quería, y por las noches le enseñaba a tocar blues.

En 1973 la banda estaba ensayando ya sin él, puesto que se encontraba muy enfermo. Éste estaba intentando dejar el alcohol e incluso pensaba en un disco en solitario, y Garcia había pedido que se le buscara el mejor tratamiento posible, pero para entonces ya era demasiado tarde. Su último encuentro con la banda fue muy triste: Pigpen fue con un fotógrafo a un ensayo del grupo para hacerse unas fotos con ellos, pero éstos se encontraban enfrascados en la música y les molestó la interrupción, así que le despacharon rápidamente. Pocos días después moriría solo en su casa de una hemorragia gastrointestinal.

Cuando uno lee comentarios sobre gente ya fallecida suele encontrarse comentarios contradictorios al respecto, ya que las personas somos complejas y tenemos varias facetas diferentes, es algo que comprobé hace poco en la biografía que leí de Janis Joplin (quien por cierto era muy amiga de Pigpen y también había muerto a los 27 en gran parte por su afición al alcohol). Pero curiosamente con Pigpen no sucede: todos los comentarios sobre él coinciden en que era alguien que imponía mucho por su aspecto (era un tipo más bien grande y de mirada seria) pero que era un absoluto buenazo y, sobre todo, alguien de una extrema sensibilidad.

Creo que algo que ha jugado en su contra a la hora de recordarle es que sus mejores momentos en vivo no le hacen justicia escuchados en disco. Quiero decir, cuando uno oye las jams de "Dark Star" o "Playing in the Band" se disfrutan perfectamente escuchadas en casa, sin haber estado en el concierto. Pero las jams que dirigía/cantaba Pigpen como las versiones extendidas de "Turn on your Lovelight" o "Good Lovin" siempre me han parecido demasiado "verbales". Eso tiene una explicación: Pigpen era el miembro del grupo que mejor sabía manejar a la audiencia, cuando cantaba sus temas siempre conseguía que todo el público se levantara y bailara, y en esas versiones extendidas de esos temas está hablando todo el rato porque está interpelando a la audiencia. Eso, vivido en un concierto, sería genial (los que vieron a Pigpen en su esplendor coinciden en que era todo un espectáculo verle manejar al público), pero escuchado en la frialdad de casa pierde el efecto, y eso quizá contribuye a que no le hagamos tanta justicia como merece. No obstante, sus versiones de blues ("Good Morning Little Schoolgirl", "Big Boss Man") son excelentes, y de entre sus pocas composiciones propias - en los inicios del grupo en realidad casi componía únicamente Garcia, así que en ese aspecto Pigpen iba a la par que el resto - mi favorita es seguramente ésta que nunca llegó a grabar en estudio y que creo que despliega muy bien su sensibilidad:


En el documental antes mencionado hay un momento curioso en que John Barrow (uno de los dos letristas del grupo) acude a la tumba de Pigpen y comenta lo absurdo que es que muchos fans hayan dejado en señal de reconocimiento púas de guitarra. ¿Qué sentido tiene cuando Pigpen era teclista? Este pequeño detalle creo que encaja muy bien con la figura de alguien que creo que fue un incomprendido, un músico muy sensible que quizá no estaba en la banda adecuada.

Hubo un momento a finales de los 60 en que los Grateful Dead se convirtieron en algo tan grande y con vida propia que ni los propios músicos podían controlarlo, pero así como el resto de la banda supo acomodarse a ello, Pigpen se quedó atrás. Al resto también les acabaría sucediendo en cierta forma (a finales de su carrera Garcia acabó harto de tocar en estadios y prefería sus íntimos conciertos en solitario, pero se veía obligado a seguir adelante para no parar la maquinaria de los Grateful Dead, de la que dependían tantas personas como medio de sustento), pero Pigpen fue la primera víctima de ese ese largo y extraño viaje.