sábado, 30 de junio de 2012

La magia de internet


OK, pongámonos en situación.
Eres un chaval de 20 y pocos años estudiando en una universidad americana a principios de los 70. En esa época conoces a mucha gente de gustos musicales similares con los que intercambias discos y un día decides dejar de practicar solo con la guitarra y formar una banda con dos colegas. Formas un power trio que aspira a capturar el sonido hard-rockero de Led Zeppelin pero con un sonido de guitarras más psicodélico. Ensayáis a menudo en cualquier sitio, primero tocando versiones y luego de vez en cuando creando con dificultad canciones propias, a las que dáis cara y ojos poco a poco de forma muy rudimentaria. Le pones un nombre cualquiera (cuanto más extravagante mejor) a tu grupo y empiezas a tocar con ellos en pequeñas fiestas y acontecimientos universitarios. No lo hacéis mal y durante una temporada no os faltan bolos a nivel local. Algún día incluso conseguís telonear a un grupo de cierto estatus en un concierto que da en tu ciudad.

Y llega ese esperado momento. De alguna forma conseguís que un estudio os preste unas horas de su precioso tiempo para que grabéis un disco. Estás emocionadísimo y ensayas continuamente con tu banda para dar lo mejor de ti en el poco tiempo que tienes de estudio. Pensáis el orden de los temas, la portada que le pondréis al álbum y su título.
El disco está grabado, distribuís todas las copias posibles a colegas y en los conciertos intentáis vender unas pocas más. Pero la cosa no llega a más.

Y entonces llega el momento de tomar una decisión: seguir invirtiendo horas y horas con tu grupo o centrarte de una vez en tu carrera para llevar una vida decente y segura. Eliges lo segundo, claro, como han hecho y harán la mayoría de jóvenes en tu situación.
Disolvéis el grupo. Descubres que en realidad nadie os echará demasiado de menos y te olvidas de este pecado de juventud mientras construyes una nueva vida con una casa, una mujer, hijos y todas esas cosas.

Pasan 30 años. Estás navegando por internet cuando de repente encuentras que en un blog que cuelga rarezas de los 70 aparece tu disco. Lo ha puesto ahí un sueco (¿de dónde rayos ha sacado tu disco un maldito sueco?) calificándolo de "Excellent Ultra rare psych-hard album". Te dedica una reseña con los pocos datos que ha podido sacar de ti y tus compañeros y dice que sois una gran obra desconocida en que se notan las influencias de Led Zeppelin y otros grupos de los que nunca habías oído hablar. En los comentarios unos tíos le dan las gracias al sueco por compartir joyas ocultas como ésta (¿tu disco una joya oculta? ¿en serio?).

Intentas localizar a tus colegas y les pasas el link emocionadísimo. Probablemente ni se acuerden de haber grabado este disco, pero ahí estáis, en un blog de internet compartiendo espacio junto a un bootleg de Mountain y ese disco de Atomic Rooster que nadie sabía que existía.

Quizá te invada un sentimiento de nostalgia recordando esos viejos tiempos y busques en el trastero la copia que tienes de tu álbum. Incluso es posible que te atrevas a rescatar tu guitarra eléctrica (si es que no la has vendido ya) e intentes volver a tocar esas canciones antiguas que ni recordabas. Pero claro, no funciona, son muchos años. En una película de Hollywood volverías a formar tu banda y haríais una gira triunfal en pequeños locales. En la vida real esto no pasa de ser una anécdota.

Pero tampoco cabe menospreciar el valor de esta anécdota. Gracias a internet no solo has recuperado la autoestima perdida 30 años atrás leyendo a internaturas (gente objetiva, no colegas) diciendo que tu álbum es bueno; sino que también puedes comprobar asombrado como personas de Suecia, Japón, Italia o Argentina se bajan tu disco, ese del que vendiste unas miserables 100 copias, y lo escuchan y disfrutan. No es un final idílico de película, pero momentos como éste ya justifican la existencia de internet, ¿no?

miércoles, 27 de junio de 2012

Be Bop Deluxe - Modern Music (1976)


Normalmente son muy pocas las veces en que descubrimos un grupo o disco exclusivamente por una persona. Quiero decir, aunque alguien sea el responsable de recomendarnos X grupo o disco, salvo raras excepciones, habitualmente nosotros ya conocemos ese nombre aunque sea de oídas e incluso nos hemos formado una opinión personal en base a lo poco que sabemos de éste. Son muy pocos los casos en que descubrimos un grupo o artista totalmente de cero gracias a alguien, pero en mi caso fue así con Be Bop Deluxe.

Jamás los había oído mencionar y si me hice fan de ellos fue única y exclusivamente por un tipo que tenía un blog de música muy bueno ahora desaparecido. Creo que seguí ese blog y no los otros mil que hay en Internet porque él era muy fan de Badfinger, banda que ya por entonces adoraba y de la que no encontraba gente que los admirara tanto como yo. Un buen día este insigne blogger colgó ahí el Modern Music y creo que puso un comentario muy breve en plan "Uno de los mejores discos de la historia" y ya. A mí me sonaba a chino y la portada me repelía y atraía al mismo tiempo, pero lo descargué.

Lo oí y no me gustó. Lo reescuché y siguió sin gustarme. Si no lo borré fue por dos motivos: porque creía que era un disco raro y quizás sería mejor conservarlo por si acaso y, sobre todo, porque había un tema que me encantaba, "Down on Terminal Street". Si no fuera por esta canción a día de hoy probablemente ni recordaría quienes son Be Bop Deluxe.

Pasaron los años, el disco seguía en mi carpeta de música, con todos esos álbums que se acumulan esperando su momento para ser descubiertos o exiliados a la papelera de reciclaje. De vez en cuando le daba otra oportunidad pero nada. Hasta que un día, por algún motivo algo hizo clic y de repente me entró el disco.


Si la portada ya tiene tela, las fotos interiores no tienen desperdicio. En ésta parece que Bill Nelson se haya enfadado con el fotógrafo y que el batería le esté sujetando para que no vaya a zurrarle.

Nota: la imagen que tiene en ese extraño reloj-televisor es la portada del debut de Be Bop Deluxe.


Modern Music fue de esos discos que me fueron ganando con el tiempo de forma muy gradual pero constante. Poco a poco me iba gustando más sin ser yo consciente de ello. Un día de repente me dije que no podía seguir teniéndolo pirata y me fui al centro a comprarlo. No sabía si habría discos de este grupo en las tiendas de aquí pero quise probar suerte. Y la tuve, en Discos Castelló estaba ahí, esperándome para que me lo llevara a casa. Antes de que me diera cuenta me había hecho fan del grupo y Modern Music se había convertido en uno de mis discos favoritos.

El sonido del disco, muy art-rock 70s, no es de entrada muy mi estilo, sobre todo esos teclados, pero el álbum es tan increíblemente bueno que no supuso ningún problema para mí. Todas las canciones sin excepción me entusiasman. La cara A es la que tiene temas en principio con más potencial, es un no parar de temazo tras temazo, desde "Orphans to Babylon" a "Bring Back That Spark" con alguna sorpresa como la breve pero preciosísima "The Bird Charmers Destiny".
Sin embargo la cumbre del disco es la cara B, que debo confesar que me obsesiona. Para mí es sin duda una de las mejores suites de la historia del rock. La primera vez quizá descoloca un poco al ser varias composiciones muy breves y diferentes, pero es absolutamente perfecta. Y sobre el final con "Down on Terminal Street", en fin qué voy a decir, por algo me encantó desde la primera escucha.

Una de las grandes obras maestras tapadas del rock.



domingo, 24 de junio de 2012

John Deacon

En una banda en que tienes a alguien como Freddie Mercury, el resto de músicos están destinados a quedar eclipsados, pero en el caso de Queen se dio la circunstancia de que los otros miembros eran músicos de talento que no iban a dejarse ensombrecer por su frontman y que en el estudio aportaban también bastantes composiciones.
Sin embargo, mientras Brian May y Roger Taylor se abrieron un pequeño hueco de protagonismo tanto en los discos como sobre los escenarios, el bajista John Deacon pareció tener claro siempre que su papel sería el del secundario en el que nadie se fija, y además disfrutaba de este papel.


A diferencia de sus compañeros, jamás hacía coros porque decía que no sabía cantar y por supuesto jamás grabó ningún tema cantado por él como sí hicieron ellos. En vivo por cierto se le puede ver cantando en un micrófono pero, según él, estaba siempre apagado (no obstante me consta que no siempre era así). En los conciertos siempre se quedaba en su rincón tocando el bajo sin buscar la atención del público, pero en los vídeos se le puede ver disfrutando, a veces cantando él solo las canciones mientras marca el ritmo con los pies. Siempre a su bola.
Así mismo, es el miembro de Queen que ha tenido una vida personal más apacible (nunca se divorció y llegó a tener seis hijos) y apenas existen entrevistas hechas a él, por lo que se conoce poco su opinión concerniente a temas relacionados con el grupo. Cuando empecé a buscar entrevistas hechas a él entre los vídeos de Youtube recuerdo lo raro que se me hacía oírle porque no estaba acostumbrado a ponerle voz a ese personaje que siempre había visto callado, casi como si fuera mudo.


John fue el último miembro de Queen en entrar en el grupo después de que hubieran probado con dos bajistas. Tenía solo 19 años y menos experiencia en el mundo de la música que el resto de miembros de la banda. Uno de los motivos por los que fue escogido es que les cayó bien instantáneamente a sus compañeros, no buscaba protagonismo y tocaba muy bien al servicio de la canción. De hecho como bajista es mucho más discreto que los grandes bajistas del rock en el sentido de que apenas destaca salvo en canciones puntuales ("Another One Bites the Dust" o "Dragon Attack" por ejemplo), pero cuando uno reescucha los temas de Queen con detenimiento queda claro que era un bajista magnífico, que cumplía con su papel a la perfección sin querer destacar.

La única discusión seria que se conoce sobre John de hecho tiene mucho que ver con esto: en sus inicios, cuando Queen eran un grupo glam, Freddie y John tuvieron una seria pelea porque el cantante quería que todos fueran ataviados de forma glam y se oponía a que el bajista saliera al escenario con unos simples tejanos. Con el tiempo la indumentaria dejaría de ser un problema y John podía salir al escenario como le daba la gana. En el concierto de Wembley por ejemplo podemos verle con unas bermudas amarillas que le van ridículamente cortas y una larga camiseta, y eso que sabía que iban a ser filmados.


Musicalmente John también se diferenciaba un poco del resto. En sus inicios por ejemplo Queen tenían mucho de hard-rock y las principales influencias del grupo eran bandas como Led Zeppelin, la Jimi Hendrix Experience, The Who o Cream. John en cambio nunca sintió ningún apego por ese tipo de música, su principal influencia era la música pop, el soul y el funk, y citó como grupo favorito a The Police y a Stevie Wonder como artista predilecto.

No empezó a aportar composiciones propias al grupo hasta su tercer álbum, Sheer Heart Attack, y de hecho en una ocasión dijo que no empezó a pensar que Queen serían una gran banda hasta ese disco (a diferencia de sus compañeros, que siempre confiaron en el potencial de Queen). Desde entonces John solía aportar una o dos canciones por disco. Ya su segunda composición, "You're My Best Friend", se convirtió en uno de los primeros éxitos del grupo. En general aunque los temas de John ocupan un porcentaje menor en el catálogo del grupo, algunos de sus mayores éxitos fueron obra suya como el tema ya citado, "Another One Bites The Dust" (el single de Queen más vendido en EEUU y que les abrió las puertas a un nuevo mercado, casi nada) o "I Want To Break Free".
Aparte de eso, como curiosidad, John era el encargado de llevar las cuentas del grupo, una faena nada desdeñable.


Su papel en el grupo tras la muerte de Freddie Mercury ha sido continuamente malinterpretado para beneficiar las críticas hacia Brian y Roger, dando por hecho muchas cosas que o no son ciertas o no podemos saber si lo son. La realidad es que durante los siguientes cinco años siguió colaborando en los proyectos del grupo: el Freddie Mercury Tribute Concert, la finalización del disco póstumo Made in Heaven (1995), la actuación junto a Elton John para la presentación del Bejar Ballet en 1997 y para la grabación de un tema nuevo de Queen llamado "No-One But You (Only The Good Die Young)".

Después de estas pequeñas colaboraciones, John se retiró de la música. Pero cabe decir que, a diferencia de Brian y Roger, nunca tuvo ningún interés en iniciar una carrera en solitario. De hecho el único proyecto suyo fuera de Queen que se conoce es esta bizarra composición que tiene como único aliciente ver a John disfrazado de aviador:


Aparte de esta canción coprodujo el debut de una banda new wave llamada Strawberry Switchblade e hizo esporádicas colaboraciones en álbums de otros artistas, pero nunca sintió interés en seguir una carrera por su cuenta. Es por ello que su retiro de la música no debe verse como una cuestión de principios, que es la interpretación que le han dado muchos: sencillamente John siempre ha preferido llevar una vida más tranquila y no ha sentido la necesidad de continuar en el mundo de la música como sus compañeros.

Otra cosa es que, al margen de eso, esté de acuerdo o no con los proyectos polémicos que han llevado a cabo Brian y Roger estos años. Y la realidad es que se sabe muy poco al respecto debido a que desde su retiro no se ha pronunciado prácticamente nunca al respeto. La única opinión suya que conocemos de primera mano es sobre la colaboración de Queen con Robbie Williams para regrabar "We Are The Champions", que criticó abiertamente. Pero en cambio de la colaboración del grupo con Paul Rodgers no sabemos nada salvo que él les dio supuestamente su apoyo aún cuando no quisiera implicarse. No existe sin embargo ninguna declaración pública al respecto. En todos estos años no ha querido participar ni siquiera haciendo alguna pequeña aparición sorpresa en un concierto o en la grabación del disco, pero al ser John una persona tan reservada no podemos saber si eso es por no querer abandonar su retiro o por no sentirse cómodo en esos proyectos. En todo caso Brian ha dicho que siempre que Queen inician algún nuevo proyecto de cualquier tipo, siempre llaman a John por si quiere implicarse, pero éste siempre prefiere mantenerse al margen.


Hace poco la BBC realizó el que se considera el documental definitivo sobre la historia del grupo llamado Days Of Our Lives. Cuando lo vi por primera vez me decepcionó un poco (aunque lo esperaba) que no hubiera entrevistas actuales a John. Según el director del documental, contactaron con él pero éste no quiso implicarse. Parece como si Deacon quisiera llevar su papel de miembro silencioso del grupo hasta sus últimas consecuencias, no queriendo aparecer ni siquiera en entrevistas. De esta forma, el exbajista se ha convertido a día de hoy en un misterio, una especie de Greta Garbo que se retira del mundo del espectáculo y decide vivir aislado del mundo. Incluso las pocas imágenes recientes que hay de John salen a la luz con cuentagotas. Esta foto de la boda de uno de sus hijos es una de las más recientes y diría que de las poquísimas fotos actuales que existen de John de los últimos años. 


Pese a ser el miembro más callado y discreto del grupo (o quizás por eso) muchos fans de Queen sentimos debilidad por Deaky y le tenemos un cariño especial. No es un músico tan destacable como Brian May ni tiene el carisma de Roger Taylor, pero esa figura silenciosa que nunca llamaba la atención pero siempre estaba ahí siempre me ha parecido entrañable y encantadora a su manera.

Y por último, nada mejor que un Top de las que son en mi opinión sus mejores canciones:

1- Spread Your Wings
2- You and I
3- You're My Best Friend
4- If You Can Beat Them
5- Only In Seven Days o Need Your Loving Tonight (la que prefiráis)

Las dos primeras de hecho me parecen dos de las mejores composiciones de la historia del grupo, y la segunda una de las canciones más olvidadas no solo de su carrera sino de Queen en general. Una auténtica joya con la que cierro este post:


viernes, 22 de junio de 2012

The Pretty Things - Salamandra 2 (Hospitalet de Llobregat)


Hay que ver lo que son las cosas. Yo siempre había visto a los Pretty Things casi como unos personajes tan alejados de mí que parecían irreales, ese grupo salvaje de Rhythm and Blues que luego grabó uno de los mejores discos de la historia y que me ha obsesionado durante años, S.F. Sorrow. Y de repente un día me encuentro en una sala de Hospitalet de Llobregat a un anciano sentado en una silla con una guitarra y me doy cuenta de que ese viejecito que está a dos metros de mí con esa pinta tan inofensiva es uno de los grandes artífices de la que es una de las obras cumbre del rock. Y está ahí, en Hospitalet de Llobregat, a unos metros de mí. Curioso pensar en estas cosas, ¿verdad?


La verdad es que los Pretty Things son de esas bandas que jamás pensé que vería en directo porque nunca creí que tocarían en España, pero afortunadamente un promotor se atrevió a traerlos por primera vez hace unos años y ahora por fin podría verles en mi ciudad (o más bien en la ciudad de al lado).


De la formación clásica quedan únicamente dos miembros, pero son los más importantes: el cantante Phil May y el guitarrista Dick Taylor. A estos les acompañan el guitarrista Frank Holland (que lleva con ellos ya unos cuantos años) y dos chavales a la base rítmica que podrían ser perfectamente sus nietos.

Mi primera imagen de la banda no fue muy glamourosa, viéndoles entrar tranquilamente en el local con pintas informales que me recordaban más a los abuelos que había visto antes tomando una cerveza en la calle que a una de las grandes bandas del blues británico. Pero a las 10 de la noche esos abuelos (y los dos chavales) subieron al escenario entre aplausos trajeados dispuestos a rescatar su legado.

Musicalmente el gran handicap que tienen hoy en día es que la voz de Phil May no es obviamente la misma, y en esos temas de puro Rhythm and Blues sesentero se perdía la fuerza que tenían las originales. Y es que la voz de May era uno de los sellos distintivos del grupo que le daba un carisma especial. Por otro lado, ese toque juvenil obviamente desaparece cuando el joven Phil May se ha convertido en un anciano, pero eso es excusable después de todo. El otro punto negativo que les achaco es que el batería que llevan es bueno pero no acaba de gustarme cómo toca para este tipo de música, pero quizá es cosa mía.
Pasando al aspecto positivo, Dick Taylor no ha perdido un ápice a la guitarra y tiene muy buena química con Frank Holland. Y por supuesto, están las canciones. 

El concierto fue de menos a más, aunque ese inicio con "Roadrunner" seguida de "Don't Bring Me Down" conquistó enseguida al público (unas 100 personas). Les siguió la que creo que fue la única referencia de la noche a su último disco en estudio y seguramente la única en general a su material posterior a los 60: "The Beat Goes On".

May estuvo bastante comunicativo y destacó al principio que esa noche no había fútbol, seguramente porque en algún concierto de la gira española tuvieron que competir contra algún partido importante. En ese punto del concierto preguntó si alguien recordaba el S.F. Sorrow a lo que siguió una gran ovación. Si de por sí este es un disco complejo y difícil de interpretar en vivo por su curradísima producción, el tener que interpretarlo sin la ayuda de siquiera un teclado era todo un reto. Lo superaron no solo gracias a su buena interpretación sino a que los temas son tan buenos que en formato desnudo, sonando diferente al álbum, siguen sosteniéndose.
Empezaron con buen pie con "S.F. Sorrow Is Born" pero donde literalmente lo bordaron fue en los dos siguientes, seguramente el mejor momento de la noche. En primer lugar, "She Says Good Morning", que sonó maravillosa y con unos solos de guitarra espectaculares. Seguidamente una enorme sorpresa para mí puesto que no la esperaba para nada: "I See You", uno de los momentos cumbre del disco que también bordaron en vivo y que fue cantada por Holland (con la ayuda de una chuleta con la letra). Histórico.
Le siguió la clásica "Baron Saturday" cantada por Dick Taylor y cerraron este set dedicado al disco con la intimista "The Loneliest Person".

En el ecuador del concierto nos sorprendieron con un set de blues acústico donde destacó de nuevo Dick Taylor mostrando una faceta suya como intérprete que no conocía. Aquí fue donde me gustó más Phil May como cantante, ya que esos dos blues encajaban mejor con su voz actual.

Y para cerrar el show una vuelta al estilo más blues británico. "Can't Judge a Book", "Come See Me", "Midnight To Six Man" (estas dos sonaron fantásticas, fueron mis favoritas de la noche sin contar las que destaqué del set de S.F. Sorrow, especialmente la segunda), una extensa "Mona" con solo de batería incluído y la infaltable "L.S.D", que la alargaron con un solo muy psicodélico de Taylor.
Tras este tema le siguió el bis de rigor de dos temas. Con "Rosalyn" nuestros amigos se despidieron tras un concierto de hora y media que para muchos de los asistentes fue un privilegio haber presenciado.

miércoles, 20 de junio de 2012

30 de los mejores minutos del rock


Uno de los momentos cumbre de sus conciertos, la apoteósica jam de "Mountain Jam" que podemos disfrutar gracias a la versión que aparece en el álbum Eat a Peach grabada en el Fillmore.
Las primeras veces se me hacía algo cuesta arriba, ahora me parece absolutamente perfecta en sus más de 30 minutos. Todos los miembros del grupo brillan con luz propia, no solo los más obvios como puedan ser los hermanos Allman o el guitarrista Dickey Betts, sino también la sección rítmica, con un pequeño solo de batería excelentemente situado hacia la mitad al que luego se une el bajista. El momento en que poco a poco se va añadiendo el resto de la banda y van retomando la melodía es sencillamente mágico.

Lo más curioso de todo es que esta bestialidad parte de aquí:



No sé si la tendría en cuenta en una lista de mejores versiones de la historia porque la reconvierten de tal manera que lo único que queda de la canción de Donovan es la melodía principal.

Una muestra del enormísimo potencial de los Allman Brothers en directo y de la compenetración del grupo a la hora de desarrollar jams en directo.

sábado, 16 de junio de 2012

Los temas que casi quedaron fuera de Selling England by the Pound


Selling England by the Pound está considerado por muchos la obra cumbre de ese gran grupo que fue Genesis y de hecho siempre suele estar en los primeros puestos de las listas de mayores obras maestras del rock progresivo. Sin embargo me resultó curioso leer las peleas internas que hubo dentro de la banda respecto a la cara B del disco, ya que se trata supuestamente de un disco perfecto y sin embargo incluye temas que a muchos miembros de la banda no les parecían de suficiente nivel. De hecho leí que al teclista Tony Banks y al bajista Mike Rutherford no les llegó a convencer el álbum del todo en su momento.

"The Battle of Epping Forest" de entrada la compusieron pensando que sería el gran tema del disco pero el resultado final no estuvo a la altura y no les convenció mucho a excepción de Peter Gabriel. No obstante, no se podía descartar del disco por el mucho esfuerzo que supuso, el problema entonces pasó a las otras dos.

"After the Ordeal" es un bonito y sencillo tema instrumental de Steve Hackett que por algún motivo no le gustaba nada al resto de la banda. Banks llegó a decir que era una de las peores canciones de Genesis, lo cual viniendo de alguien que ha compuesto tantos insultos al buen gusto en los ochenta, dice muy poco en su favor. Nunca entendí por qué la banda se opuso tan firmemente a un tema que a mí siempre me pareció bastante bueno y no por ejemplo a la última canción de la cara A, "More Fool Me" de Phil Collins, que en apariencia es aún más inocua (no la estoy criticando, de hecho por una vez defenderé a Phil y diré que me gusta mucho). El caso es que como Selling England by the Pound les había quedado demasiado largo (53 minutos, una duración excesiva para un vinilo) todo parecía indicar que este tema iría fuera. Por suerte no fue así.



Y si acabó entrando no fue por benevolencia por parte de la banda sino porque hubo una enorme discusión respecto al último gran tema del disco: "The Cinema Show". Ésta era una canción que empezaba a modo de balada y acababa desembocando en un largo final instrumental con protagonismo de los teclados de Tony Banks. El caso es que Peter Gabriel dijo que había que suprimir ese final porque no pegaba con Genesis, el manager le dio la razón diciendo que era algo más del rollo Emerson, Lake & Palmer. Si Gabriel y Banks no se llevaban muy bien, el sugerir a este último que suprimiera su maravilloso solo de teclados provocó una tormenta en el estudio. Pero lo más divertido de todo es que Banks, solo para asegurarse de que el tema entraría íntegramente en el disco, decidió de repente apoyar la inclusión de "After the Ordeal" bajo la premisa de "es igual, que entre todo y así nadie queda decepcionado". Fue de esta forma que al final todos transigieron y se quedaron en el disco "After the Ordeal" y el final de "The Cinema Show", lo cual no debió gustarle mucho a Peter Gabriel.

Lo más irónico de todo es que a mí el único tema del disco que no acaba de convencerme es "The Battle of Epping Forest", que era el gran momento de Peter.

miércoles, 13 de junio de 2012

The Allman Brothers Band - The Allman Brothers Band (1969)


De todos sus discos de la época clásica, el debut de los Allman Brothers es quizás el que menos seduce en un primer encuentro. En las primeras escuchas uno puede pensar que no se trata más que de un buen disco de blues-rock en que aún estaban puliendo su estilo, pero con el tiempo se hace evidente de que no es un álbum cualquiera. De hecho a día de hoy no tengo problema en decir que es uno de los mejores discos de blues-rock que conozco.

Éste es el disco donde sonaban más puramente blueseros y donde aún no se percibían las influencias más sureñas que empezarían a notarse a partir de su siguiente obra, por lo que imagino que a los que no sean tan seguidores del blues no les llamará tanto la atención como obras posteriores. De hecho, aunque a mí sí me gusta, al principio el disco me sabía a poco y no fue tras varias escuchas cuando empecé a apreciarlo de veras.

Aunque destacan claramente la guitarra de Duane Allman y la voz de su hermano Greg, la banda suena perfectamente conjuntada y con muchísimo feeling, que es lo que lo hace tan disfrutable. De las 7 composiciones, 6 son obra de Greg y la otra es una magnífica versión del "Trouble No More" de Muddy Waters. De los temas propios destacan para mi gusto "Black Hearted Woman" y "Every Hungry Woman", aunque el que brillaría con luz propia en los directos es "Whipping Post". Por otro lado, "Dreams" es la primera muestra en estudio de la faceta más jam del grupo, aunque lo que hacían en los directos llegaba mucho más lejos.


lunes, 11 de junio de 2012

Grateful Dead - Europe '72 (1972)


Aunque mi afición hacia Grateful Dead ha ido creciendo con el tiempo, el chispazo que me ha convertido en un fan absoluto del grupo se lo debo a este mítico directo, Europe '72. No podía por tanto tardar mucho en escribir un post como Dios manda sobre el álbum y la gira

A principios de los 70, Grateful Dead dieron un sorprendente giro grabando dos álbums de estudio en que dejaban de lado su sonido más psicodélico y se pasaban al folk-rock: Workingman's Dead y American Beauty. A estos discos les siguieron varios años de giras en que exploraban esa nueva faceta manteniendo al mismo tiempo su vertiente psicodélica y sus famosas jams. Uno de los momentos cumbre fue su gira europea de 1972, documentada en este álbum que se convertiría en el mayor éxito de ventas de su carrera.

Al parecer fue uno de los momentos más creativos y especiales de la historia del grupo. Era la última gira de Ron Pigpen con el grupo (por entonces estaba ya muy enfermo y moriría al año siguiente) además de la primera del nuevo teclista Keith Goudchaux, quien entró para reforzar a Pigpen y le añadió un nuevo matiz al grupo con su estilo al piano.


El disco apuesta abiertamente por la nueva faceta más folk-rock de la banda, pero eso no quiere decir que dejaran la psicodelia de lado, como bien se puede comprobar escuchando cualquier concierto de la gira al azar. Pero lo más interesante de todo no es solo eso, sino que la mayoría de temas son nuevos. Yo al principio pensaba que habían escogido expresamente las canciones nuevas para el disco en directo y permitir a los fans tener una grabación de esas composiciones tan buenas, pero mirando setlists del tour realmente seguían esa línea: normalmente solo dos temas del American Beauty (generalmente "Sugar Magnolia" y "Truckin") y dos del Workingman's Dead (que solían ser "Uncle John's Band" y "Casey Jones"), además de puntuales referencias a sus anteriores álbums. El resto eran casi todo temas nuevos, y además buenísimos, lo cual demuestra que estaban en pleno estado de gracia.

Primero paso a los ya conocidos. Todos suenan mejor que sus versiones de estudio confirmando que el hábitat natural de los Dead es el escenario. De entrada tenemos un "Cumberland Blues" electrificado con unos vibrantes solos de blues o un "Sugar Magnolia" sin muchos cambios pero mejor que en estudio para mi gusto. Pero los otros directamente los llevan a otra dimensión. "Truckin" da paso a una jam bluesera absolutamente magnífica que luego a su vez desemboca en el único momento psicodélico del disco, unos minutos de sonidos extraños cautivadores que acaban sorpresivamente en una versión preciosa y lentísima de "Morning Dew" con una interpretación vocal soberbia de Jerry Garcia. Otro momento cumbre del disco es "China Cat Sunflower", aquí reconvertida en un tono más bluesero y que empalma con una versión de un tema antiguo, "I Know You Rider". Podría ser perfectamente el momento cumbre del disco si no hubiera tanto dónde elegir, la forma como pasan tan libremente de un tema a otro, el excelente trabajo de toda la banda y los coros de "I Know You Rider" (seguramente regrabados en estudio, suenan demasiado bien) hacen de éste un momento antológico. Si no me creen, comprueben ustedes mismos:



El resto son temas nuevos o versiones que no aparecieron en ningún disco, y hay mucho donde elegir. De la melancólica "Jack Straw" a la versión bluesera de Elmore James "It Hurts Me Too" pasando por el country de "Tennessee Jed". Mis favoritas son las irresistibles "Brown Eyed Woman" y "Ramble On Rose".



Además, en la edición que tengo del disco aparecen algunos Bonus Tracks muy interesantes, como dos temas nuevos de un estilo muy parecido, "Two Souls in Communion" y "Looks Like Rain", ambos de un tono más triste (más tarde averigüé que la segunda es del guitarrista Bob Weir en solitario). Para romper un poco con tanta alabanza señalaré que sin embargo la versión que viene de "Good Lovin" no me entusiasma demasiado, básicamente porque sus 20 minutos no son tanto de jams como de Pigpen cantando todo el rato, lo cual se me hace algo cansino. Oyendo otras versiones de la misma gira me he dado cuenta de que generalmente el tema tenía un estilo más de jam, así que simplemente han elegido una mala versión como Bonus.

Como ya dije antes, aún siendo un disco magnífico y uno de mis directos favoritos, no representa del todo la grandeza de Grateful Dead en vivo. Por suerte, el grupo permitía grabar sus conciertos y la mayoría de bootlegs se pueden conseguir fácilmente, pero para acabar de rematarlo este año han editado en CD todos los conciertos de la gira para celebrar el 40º aniversario del tour europeo. Destaco por cierto las portadas de los álbums, con imágenes muy chulas con el estilo visual que solía tener el artwork del grupo. Vean dos ejemplos.



Volviendo a la música, cuando uno mira los setlists de la gira se le cae la baba al ver cómo aún había más temas nuevos que no aparecen en el Europe '72. He oído unos pocos shows de esa gira (en la web oficial del grupo ponían cada día en streaming el concierto que cumplía años ese día) y ciertamente es genial ver las diferencias entre conciertos. Quizás los setlists no cambiaban radicalmente, pero sí la forma de tocar las canciones, de empalmar una con la otra y, por supuesto, las jams.  Cada noche además había un gran momento psicodélico que siempre era o "Dark Star" o "The Other Obne", habitualmente las alternaban cada noche. Una de las cosas que descubrí es que los 8 minutos psicodélicos del Europe '72 en realidad eran trampa, pertenecían a una jam de media hora de "The Other One" de la que se puso sólo una parte por motivos de espacio. Es cierto que se habían pasado al folk-rock, pero seguían teniendo momentos salvajes.

Así pues, aunque lo suyo es luego complementarlo con algún concierto del tour, Europe '72 es uno de los grandes directos del rock. Un disco magnífico de los que no te cansas de oír, y eso que no abarca todo lo que hacían esta gente sobre un escenario, pero a cambio hay que reconocer que la selección de canciones y sus interpretaciones son intachables.

Una auténtica obra maestra.

domingo, 10 de junio de 2012

Canción de la semana: Wilco - Shot in the Arm


La descubrí hace una semana en el concierto del Primavera Sound, donde la utilizaron como tema de cierre. Era la primera vez que la oía pero el irresistible estribillo que coreó todo el público se me quedó en la cabeza toda la noche. Al final no tuve más remedio que bajarme el Summerteeth, que por cierto es un muy buen disco.

sábado, 9 de junio de 2012

The Amazing - Gentle Stream (2011)


Estoy enamorado de este disco.

Supe de ellos el año pasado al enterarme de que el guitarrista y batería de Dungen (una de mis bandas actuales predilectas) habían formado un proyecto paralelo. Como el líder absoluto de Dungen es el cantante Gustav Ejstes, me pregunté si saldría algo interesante de ahí. Y vaya si lo había, Gentle Stream de hecho supera los dos últimos discos de Dungen y se sitúa entre mis álbums favoritos de los últimos años.

Se nota que beben de las mismas fuentes porque suena muy parecido a Dungen aunque con unas pequeñas diferencias. No es tan rico y heterogéneo como los primeros discos del grupo y es menos popero que los últimos, el camino que tira The Amazing es coger las mismas influencias (folk, psicodelia, rock sinfónico...) y llevarlos por otro lado, desarrollando temas largos y más calmados pero no por ello aburridos.

No he encontrado mucha información sobre el álbum, pero en la página de la discográfica se habla de que participaron en él varios músicos, incluyendo algunos del mundo del jazz. Esa riqueza de influencias se nota en esas canciones aparentemente sencillas pero llenas de detalles que las hacen tan disfrutables. Es uno de esos discos que suena artesanal y especial, que puede llegar a cautivar enseguida.

Dejo un videoclip magnífico de uno de sus temas. Quizás no es el que mejor representa el disco, pero sigue siendo muy bueno:




Las cartas sobre la mesa: mis 20 grupos-artistas favoritos

Cuando uno abre un blog sobre cierta temática tiene dos opciones: o bien deja que sus lectores vayan conociendo su personalidad y sus gustos con el tiempo por sus escritos o bien muestra desde el principio las cartas sobre la mesa para que éstos le conozcan.

Yo he optado por la segunda opción. Y en lugar de hacer una descripción sobre mis gustos y bla bla bla, he decidido hacerlo de la forma que más me gusta: con un top. Además, ¿qué mejor listado que éste para inaugurar los tops del blog?

Los que me conocen no se llevarán casi ninguna sorpresa (a cambio, pueden disfrutar de las fotografías o saltarse este post). Soy bastante conservador en el sentido de que tardo un tiempo en situar un grupo en lo alto de mis favoritos y en que la mayoría de los que tiempo atrás eran mis predilectos lo siguen siendo ahora. Hace meses hice una lista en RateYourMusic y comparándola con la que he hecho ahora no hay apenas diferencia salvo en el orden.

En fin, aquí va, mi lista de mis 20 favoritos en el día 9 de junio del 2012:

20- Jimi Hendrix



19- Pixies





18- Todd Rundgren



17- Canned Heat



16- Genesis



15- Van Der Graaf Generator



14- The Allman Brothers Band





13- Mott The Hoople



12- David Bowie



11- Ten Years After



10- Grateful Dead





9- The Rolling Stones



8- The Velvet Underground



7- Supertramp



6- Neil  Young



5- Creedence Clearwater Revival



4- Elton John



3- Led Zeppelin



2- Pink Floyd



1-Queen



Como información complementaria:

- He decidido dejar fuera a Crosby Stills & Nash porque conozco pocos discos suyos, pero los pocos que tengo junto a su estilo personal los hacen meritorios para ocupar un puesto en mi Top20. Lo mismo puedo decir de Television, que por solo sus dos primeros discos me los plantearía incluir aquí.

- Badfinger y King Crimson son los que se me habrían quedado fuera por los pelos.

- Grupos que antes estaban entre mis predilectos y ahora quedan fuera: Jane's Addiction (antes inamovibles en mi Top10, siguen pareciéndome geniales pero ahora los oigo mucho menos), The Who (el caso más dramático, antes eran de mis mayores predilecciones, ahora cada vez los oigo menos) y The Kinks (tuve una racha muy fuerte con ellos).

viernes, 8 de junio de 2012

Iggy Pop & James Williamson - Kill City (1977)



Kill City es el disco que Iggy Pop grabó inmediatamente después de la separación de los Stooges con la esperanza de empezar una carrera en solitario. Le ayudó James Williamson, el que fuera el guitarrista de los Stooges en su última encarnación.

Había oído que era un disco grabado de cualquier manera y con una calidad de sonido algo pobre, así que yo me esperaba una especie de versión menor del Search and Destroy, con canciones de rock potentes y quizás no muy memorables. Este año veré a Iggy junto a los Stooges con James Williamson y, suponiendo que tocarán algún tema de este disco, me animé a escucharlo por primera vez.

Ciertamente ha sido una sorpresa por varios motivos que podría resumir en que: 1) es un disco MUY bueno, más de lo que esperaba de un Iggy por entonces bastante acabado (física y, probablemente, mentalmente); 2) no suena a los Stooges y 3) aunque su producción es floja no lo hace inescuchable en absoluto. Y este último aspecto es el que me parece más interesante, porque el álbum tiene un sonido con ciertos toques art-rock, con bastante presencia de saxofones y algunos teclados. Algunos temas como el homónimo o "Consolation Prizes" van más en la línea de rock simple y potente de los Stooges pero el resto tiene un sonido muy interesante: la melancólica y nocturna "Sell Your Love"; "Johanna" con ese duelo entre guitarra y saxofon; la bizarra y totalmente 70s "Master Charge", un tema instrumental con sintetizadores; la intimista "No Sense of Crime" y mi favorita, "I Got Nothin".

Un disco muy bueno del que no me importaría que la Iguana tocara unas cuantas canciones cuando le vea en un mes. De hecho creo que incluso me decepcionaría que no cayera alguna.

Primavera Sound 2012




Por regla general yo no soy amigo de los festivales por varios motivos:

  1. Son caros.
  2. Los conciertos suelen ser cortos.
  3. Dependes de la suerte de que no se solapen grupos que te gustan.
  4. Acaparan a grupos que podrían hacer giras normales, de forma que la única forma de verlos es en un festival.
  5. Tienen un porcentaje alto de extranjeros borrachos y de imbéciles que no van por la música y no respetan a los que sí vamos por eso.


Pero hace 3 años tuve que tragarme mi odio a los festivales por un motivo de peso llamado Neil Young. Adoraba a Neil y estaba dispuesto a irme fuera de España a verle, así que cuando lo trajo el Primavera Sound el 2009 anunciando que haría un set completo decidí estrenarme. Tuve además la suerte de que ese mismo día tocaban los Jayhawks y Sonic Youth, que acababan de hacer rentable la entrada.
El año siguiente repetí, esta vez por los Pixies (caso de grupo que sólo actúa en festivales) y con el aliciente extra de Wilco. En ambos casos la experiencia fue buena pero no me motivaba mucho a repetir.
Este año no había ninguna gran banda que me hiciera ir pero un día miré por curiosidad los grupos por día y, oh sorpresa, todos los que me interesaban tocaban el mismo, así que me animé.

A la práctica fui víctima del tercer punto que mencioné antes y de los 7 que me interesaban sólo pude ver a 3. Mi intención era ver a los recién reunidos Afghan Whigs, Mudhoney, White Denim, Lee Ranaldo, Wilco y Thee Oh Sees. La distribución de horarios hizo que antes de las 20:30 y después de las 00:30 no hubiera ningún grupo que me interesara mientras que en esas 4 horas se me solapaban White Denim con Mudhoney y Wilco con Thee Oh Sees (Lee Ranaldo quedaba descartado el pobre hombre). Eso es lo que me ha acabado de convencer sobre no repetir más en festivales, que se enorgullecen de su extenso cartel pero que luego te obligan a elegir por solapes de horarios. A cambio, solo el ver a Wilco me rentabilizaba la compra (con lo caros que son sus conciertos hoy en día, sale a cuenta verlos por 80 euros junto a un par de grupos más).

Mi impresión por grupos:

The Afghan Whigs: concierto muy emotivo por ser la reunión de un grupo de culto, y que por tanto tenía todo a su favor. Supieron estar a la altura con un Greg Dulli magnífico y un buen repertorio que apostaba por sus 3 últimos discos pero supo a poco al durar solo 1 hora (me remito al segundo punto de arriba). Eché en falta "Turn On the Water" o algún tema más del Congregation, mientras que el público echó en falta sobre todo "Faded". Habría suprimido "Lovecrimes", la segunda versión que tocó (no la primera, "See Don't See", que me sonó magnífica) por algún tema más de ellos.
Momentos cumbre: un "When We Two Parted" preciosísimo de echar la lágrima, "Gentleman" con el público desbocado y el finalazo de "Milez Iz Ded". Pongo vídeo de "When We Two Parted" + "Gentleman".


White Denim: para mí fueron una sorpresa enorme. Fue arriesgado apostar por ellos en vez de por Mudhoney, ya que los White Denim tienen para mi gusto unos discos psicodélicos bastante buenos pero que no acaban de ser geniales. Pensé que en directo quizás sacaban ese ramalazo psicodélico salvaje que les faltaba en disco, y acerté. Fue una actuación repleto de solos y fragmentos instrumentales de pura psicodelia desbocada. El público flipaba y no paraba de aplaudir y saltar, yo también.

Wilco: Wilco hoy en día son una apuesta segura, pero me tentaba mucho ir a ver a los Thee Oh Sees porque los descubrí hace poco y me dio muy fuerte por ellos. Pero se impuso la lógica: si vuelven ambos de gira, el concierto de Wilco me costará el doble o triple que el de Thee Oh Sees, así que me quedé en Wilco.
El setlist apostó especialmente por su último disco y, a diferencia de su anterior visita más centrada en sus obras recientes, por los ya lejanos Summerteeth y Yankee Foxtrot Hotel. Me gustó pero no tanto como en el 2010, no sé si porque aquella vez me pillaron desprevenido  o porque realmente estuvieron mejor, pero yo creo que un poco de ambas.
Momentos cumbre: "At Least That's What You Said" (mi favorita de ellos que la otra vez no cayó), "Born Alone" (la mejor del último disco), "Impossible Germany" (como siempre, se ha convertido ya en el momento de lucimiento del guitarrista) y "Shot in the Arm".



Thee Oh Sees: salí corriendo de Wilco y pillé las dos últimas canciones: "Meat Step Lively" y otra que no identifiqué. Hacían ruido guay divertido y el cantante parecía un tipo curioso. Tengo ganas de verlos en sala.

Ciertamente valió la pena pero dudo que repita otro año a no ser que vuelvan a traerme una golosina a la altura de Pixies o Neil Young (cosa que espero que no hagan).


miércoles, 6 de junio de 2012

It's Only Rock 'N' Roll (But I Like It)

Una de las cosas que peor llevo de ir haciéndome mayor es ver a gente de mi edad que va perdiendo su afición a la música progresivamente, antes siquiera de haber llegado a la treintena, y no me refiero necesariamente a gente que comparta mis gustos. Según algunos amigos que me sacan unos cuantos años, con el tiempo la cosa va a más e incluso le miran a uno como inmaduro por mantener esa afición, lo cual a mí no me ha sucedido aún.

No soy ninguna eminencia musical. Salvo de unos pocos grupos o artistas, no soy ningún experto en el tema, me faltan aún muchos clásicos por oír y se pueden contar con los dedos de la mano las discografías enteras que he oído. A cambio, aún a estas alturas mantengo la ilusión por seguir oyendo música y descubrir nuevos discos y grupos; aún me engancho obsesivamente a músicos nuevos (para desgracia de los que viven conmigo); aún me gusta hablar sobre música, incluso sobre grupos o temas que se supone que ya están trillados; aún me encanta hacer listas de cualquier cosa y, en definitiva, aún me gusta el rock y no me veo con ganas de verlo como una etapa superada (puede que en un futuro lo vea así, ¿quién sabe? pero al menos no ahora). Y aunque no será sólo sobre rock de lo que hablaré, sí que será el género al que dedicaré la mayor parte de escritos por aquí. Porque puede que sólo sea rock 'n' roll, pero a mí me gusta.