domingo, 30 de julio de 2017

Mis 400 discos favoritos a día de hoy

Por mucho que me guste hacer listas, las veces que he hecho una de esta envergadura he combinado momentos de absoluto entretenimiento con otros en que he decidido completarla casi por obligación. En este caso, retomando la idea que seguí hace casi cuatro años y medio he decidido subir la apuesta y hacer una lista de mis 400 discos favoritos. El motivo no es solo es el entretenimiento, sino que me gusta comparar las listas de años anteriores para ver cómo han evolucionado mis gustos. Algunas cosas obviamente no cambian demasiado (la mayoría seguramente), pero resulta interesante para mí ver mis pequeñas variaciones en gustos musicales.

Algunos datos, como por ejemplo el número de discos por década:

  • 50s: 3
  • 60s: 84
  • 70s: 249
  • 80s: 21
  • 90s: 23
  • 00s: 14
  • 10s: 6


He decidido comparar el porcentaje de discos por década que me ha salido ahora respecto a mi anterior lista de hace 4 años, y es curioso verificar como ampliando la selección de 250 a 400 el porcentaje es casi idéntico:

2013


2017


Las menciones más antiguas que tengo son tres discos del 1959 de John Lee Hooker, Jimmy Reed y Miles Davis, lo cual tiene sentido, puesto que del género que oigo más anterior a los 60s, el blues, suelo tirar de recopilatorios, que no he querido incluir en la lista.
El disco más nuevo es el Allas Sak (2015) de Dungen.

En cuanto a grupos y artistas con más menciones, los ganadores serían:


  • Oro (10 discos):
    • Queen
    • Elton John
  • Plata (9 discos):
    • Neil Young
    • Pink Floyd
    • The Rolling Stones
  • Bronce (8 discos):
    • David Bowie


De los cuales, Queen, Elton y Pink Floyd veo casi imposible que en un futuro añadan más discos. De los Rolling Stones en cambio me falta aún por oír uno de los míticos que podría empatarlos - Between the Buttons (1967) - y de David Bowie dos que podrían auparlo también arriba del todo aunque no tengo tantas esperanzas - Space Oddity (1969) y Scary Monsters (1980). Quien lo tiene mejor es Neil, del que me faltan dos de sus grandes discos que podrían situarle por encima de todos - Time Fades Away (1974) y Harvest Moon (1992) - además de un par de álbums menores bien considerados que, si están por encima de mis expectativas, podrían separarle aún más del resto.

Me encantaría repetir la hazaña de separar los discos por países pero con 400 creo que es demasiado costoso.

Veremos si en 5 años me veo capaz de hacer de nuevo esta lista y qué me encuentro.

sábado, 15 de julio de 2017

En defensa de U2



Es extraño pero a raíz del inminente concierto de U2 en Barcelona se me antojó escribir un texto defendiéndolos aun cuando es una banda que hoy día no escucho casi nunca y de la que, en realidad, nunca fui demasiado fan.

Por dejar clara mi postura con el grupo: descubrí a U2 cuando empecé a indagar en el mundo del rock de adolescente porque obviamente eran una de esas bandas que siempre se mencionaban. Empecé tímidamente con temas sueltos como "Sunday Bloody Sunday", de ahí a un recopilatorio de su primera época y finalmente a algunos discos de estudio como Achtung Baby (1991) y Boy (1980), desde siempre mi favorito del grupo aunque apenas se tenga en cuenta - extrañamente, jamás me ha gustado The Joshua Tree (1987).

Mi momento de mayor seguimiento del grupo fue en primer año de universidad, en que solía escuchar mucho una cinta de cassette con varios temas que había seleccionado de la banda. Tuve la suerte de poder verles en directo en esa gira y guardo un muy buen recuerdo de ese concierto. Desde entonces los he ido escuchando esporádicamente - hace un par de años rescaté para mi sorpresa el The Unforgettable Fire (1984) - pero apenas he vuelto a ellos. No obstante, sigo teniendo mucho respeto al grupo y creo que el salto que dieron del The Joshua Tree a Achtung Baby es una de las jugadas más valientes y acertadas que ha hecho un grupo de estadio posterior a los 70s.


Y no obstante hoy día U2 se han convertido en el objeto de odio por antonomasia de la comunidad rockera. Es el grupo al que está bien visto aborrecer, que te diferencia del gran público (el cual siente en general un gran respeto por la banda y contribuye a que sus discos se sigan vendiendo como rosquillas). Hasta el extremo de que hemos llegado al punto en que descargar tu odio contra U2 ya no tiene NADA de irreverente. Es lo esperado y deseable en ciertos ambientes. Recuerdo un artículo que leí a raíz de su última visita a Barcelona en un medio online generalista que básicamente se basaba en el odio del autor a la banda, sin más. Ahí entendí que el odio a U2 se había convertido en uno de esos focos de odio tan típicos en la red (hacia los gafapastas, los veganos, los hipsters, etc.) que aunque inicialmente tuvieran su razón de ser ahora se han vuelto tan cansinos y reiterativos que resultan más molestos que el objeto de odio - si es que dicho objeto de odio lo es.

El tópico de "fan pelmazo de U2" sigue siendo vigente, no lo pongo en duda, pero denota una falta total de autocrítica de la comunidad rockera hacia los seguidores de bandas posteriores que a día de hoy tienen entre su multitud de fans un porcentaje bastante destacable de pelmazos que los veneran hasta lo ridículo y que, no obstante, no se han convertido todavía en objeto de burla (estoy pensando en Pearl Jam y, sobre todo, Guns 'N' Roses). Al menos los fans pelmazos cerriles tradicionales (U2, Bruce Springsteen, Dire Straits) es gente que por edad no suele moverse mucho por las redes fuera de sus ecosistemas naturales.


¡Rápido, Bono, estos corderos necesitan nuestra ayuda!

En todo caso, ¿qué motivos serios hay para odiar a U2?

El primero, que Bono es un imbécil y un hipócrita por estar siempre hablando de salvar al Tercer Mundo desde su mansión. De acuerdo, es cierto que se ha convertido en una caricatura de sí mismo, pero a mí me da igual que mis músicos favoritos sean más o menos simpáticos. Para mí es otra diva más de las muchas que hay en el mundo del rock. Y lo más importante, cuando les vi en directo demostró ser un muy buen cantante (se atrevió incluso con un tema especialmente difícil) y un gran frontman, que es lo que valoro en un grupo.

El segundo, que están sonando constantemente en la radio y que cada vez que vienen los meten en todos los telediarios y periódicos. Sobre lo primero, como nunca oigo la radio me es indiferente. Sobre lo segundo, como nunca veo la televisión, también me es indiferente. Pero me parece absurdo atacar a un grupo por sobreexposición.


Un motivo más serio: hace años que no sacan nada decente. Aquí puedo coincidir, y si no lo hago del todo es porque no he oído sus últimos discos (como probablemente tampoco ha hecho la mayoría de gente que suelta esa frase). Pero sí, tiene probabilidades de ser cierto. Anoche sin ir más lejos en una cena familiar pusieron uno de sus últimos álbums y me pareció soporífero. Pero la pregunta que hago es: ¿cuántos grupos de carreras longevas siguen sacando hoy día discos que valgan la pena y, sobre todo, que satisfagan a alguien más aparte de sus fanáticos? Hay poquísimos que lo consigan, ¿por qué entonces se usa eso como arma contra U2 y en otros grupos se da por hecho que "ya pasó su mejor momento" sin darle más importancia?

De hecho otra crítica frecuente es que se han vuelto un grupo dinosaurio de estadio autocomplaciente, cuando en realidad casi cualquier grupo dinosaurio de estadio lo es: AC/DC, los Rolling Stones o los actuales Guns 'N' Roses. Bandas que viven literalmente del pasado y tienen shows de cero espontaneidad medidos al milímetro y que no obstante, a nadie ofenden por ello. U2 como mínimo apuestan en cada gira por el material nuevo que presentan, demostrando algo de interés por ofrecer algo diferente (solo en esta gira han apostado abiertamente por quedarse en el pasado, puesto que van a tocar entero The Joshua Tree). Ciertamente, dada la calidad de esas nuevas canciones casi preferiría que no lo hicieran, pero en términos de autocomplaciencia para mí son los que menos pecan de los que he seleccionado.

En realidad, he notado que hace tiempo que U2 han optado por innovar no musicalmente sino en cuanto a espectáculo y puesta en escena. Cada gira tiene un leitmotiv diferente: el siguiente tour al que vi yo tenía esa especie de araña gigante que daba la sensación que iban a usar para invadir una ciudad, y en la siguiente gira usaban una pantalla gigante en mitad de la pista que como concepto resultaba muy arriesgado. Del mismo modo, noto como siempre suelen pasar de sus tours más grandilocuentes (el Popmart, el de la araña gigante) a otros más "intimistas" en pabellones, como queriendo combinar espectáculo de rock de estadio con shows más centrados en la música.


¿Quiere decir eso que preferiría ver a U2 en vivo antes que a los otros grupos que he mencionado? En absoluto. Ni tampoco que crea que ahora estén haciendo algo relevante musicalmente. Son lo que son: una banda dinosaurio viviendo del éxito de un pasado glorioso, pero lo mismo que muchos otros grupos de estadio que no son tan odiados.

No odiéis a U2. Ellos os siguen queriendo igualmente.

domingo, 2 de julio de 2017

John Fogerty - Sportpaleis (Amberes) 26 de Junio del 2017



Resulta reconfortante que algunas cosas no cambien. O como mínimo que estén tardando mucho en cambiar. Vi a John Fogerty en dos ocasiones: en el Royal Albert Hall el 2008 y en el Sant Jordi Club de Barcelona el 2009. En ambas dio sendos conciertazos llenos de energía. Esta vez volvía a trasladarme fuera para verle. Ha pasado la friolera de ocho años desde el último show, y a día de hoy Fogerty ya ha pasado la barrera de los 70 (72 años), por lo que era de prever que no estaría a la altura de las últimas veces... ¡craso error!

En un pabellón lleno hasta los topes (inicialmente se celebraba en otro recinto y se trasladó debido a que se quedó pequeño), Fogerty presentaba un concierto que se suponía que rememoraba el año 1969 en el seno de la Creedence, algo que no me quedó del todo claro porque a la práctica tocó temas de la Creedence de todos los discos, no solo del 69. El show estuvo precedido por un vídeo introductorio laaaargo (casi 15 minutos), que al principio nos puso en ambiente con imágenes de 1969 y canciones de la época (¡"Born to be Wild"!) pero al final se hacía algo reiterativo con fotos y temas de la Creedence (¿para qué si vamos a escucharlos ahora?) además de entrevistas a John Fogerty hablando sobre la época. Finalmente, la intro acabó con la versión de Woodstock de "Born on the Bayou" en mitad de la cual se bajó el telón y emergió la banda continuando el tema. Rozó lo anticlimático, pero una vez vimos al gran hombre guitarra en mano cantando esos inmortales versos todo quedó olvidado.

La disposición del escenario dejaba claro quien mandaba ahí: Fogerty en primer plano, su hijo Shane a la guitarra como único privilegiado que estaba un poco más cerca y el resto todos más bien al fondo (un tercer guitarrista, un teclista con pintas muy a lo Meat Loaf, el bajista y el incombustible Kenny Aronoff a la batería, el músico más destacado de la banda con diferencia). Se puede decir en su favor que Fogerty aprovechaba todo ese espacio de delante para moverse, ya que no paró quieto en la hora y tres cuartos de concierto yendo de un lado a otro, saltando y animando al público.


Y sobre el setlist, qué decir, una marabunta de clásicos de la Creedence sin parar: después de la inicial "Born on the Bayou" empalmó con "Green River" (fabuloso el vídeo de acompañamiento), "Travellin' Band", "Suzy Q" y "Up Around the Bend".  Antes de "Who'll Stop the Rain" Fogerty (como siempre muy comunicativo y simpático) explicó la famosa anécdota de su actuación en Woodstock en la que los malditos Grateful Dead le durmieron al público. Poco después me ofreció uno de los temas de la Creedence que siempre se me escapan, la maravillosa versión de "Midnight Special" y nos deslumbró con el apoteósico solo de guitarra de "Ramble Tame", uno de los momentos cumbre de la noche.

¿Cómo puede alguien de 72 años dar un concierto tan dinámico de más de hora y media? Bien, a ratos los miembros de la banda hacían algún solo para darle tiempo a descansar, desde un solo de acordeón (!!) a la parte instrumental de "I Heard It Through the Grapevine", que no fue tan apoteósica como en Barcelona y se dedicó a solos de cada miembro de la banda, destacando un magnífico solo de teclados y la primera parte del solo de bajo (¡en serio!), que le dio un ambiente muy íntimo.


La familia Fogerty

A nivel anecdótico, a mitad de show salió su otro hijo Tyler (ya les vi a ambos de invitados aunque con aspecto mucho más intimidado en el Royal Albert Hall haciendo un tema), quien cantó con él la versión de "Good Golly Miss Molly". Pero el momento cumbre de la noche fue cuando sacaron un piano y Fogerty se sentó y explicó cómo aprendió a tocar rock 'n' roll a las teclas rememorando algunos clásicos de los 50, para seguidamente hacer una versión conmovedora de "Long As I Can See the Light". Aunque me gusta mucho, nunca ha sido de mis favoritas de la Creedence, y no obstante fue el momento que más me emocionó de la noche, de una belleza apabullante.


En el tramo final, nos regaló una improvisada versión de "Cotton Fields" él solo a la guitarra justo después de tocar "Have You Ever Seen the Rain" (Kenny estaba tocando ya el inicio del siguiente tema y Fogerty le paró con la mano animándonos a todos a corear este clásico de Leadbelly), tras el cual vino el consabido broche final de "Down on the Corner", "Old Man Down the Road" (siendo de mis temas menos predilectos de la noche fue, a cambio, uno de los que mejor le quedó con un solo padre-hijo apoteósico) y "Fortunate Son". Y por supuesto un bis sin muchas sorpresas con "Rockin' All Over the World", "Bad Moon Rising" (¡primera vez que oía esta canción en directo, ya que las otras dos veces inexplicablemente la dejó fuera!) y "Proud Mary".

En cierto momento Fogerty dijo que se sentía muy privilegiado de trabajar haciendo lo que más le gusta y en realidad lo único que sabe hacer, que es hacer música. Deberíamos añadir que nosotros somos privilegiados también de seguir contando con un artista de tanto talento en tan buena forma.

Born on the Bayou
Green River
Travelin' Band
Susie Q
Up Around the Bend
Who'll Stop the Rain
Lookin' Out My Back Door
Midnight Special
Ramble Tamble
Hey Tonight
Lodi
Good Golly Miss Molly
New Orleans
I Heard It Through the Grapevine
Hot Rod Heart
Long as I Can See the Light (precedido de snippets de 'Whole Lotta Shakin' Goin' On' & 'Rockin' Pneumonia and the Boogie Woogie Flu' )
Keep On Chooglin'
Have You Ever Seen the Rain?
Cotton Fields (no en el setlist)
Down on the Corner
The Old Man Down the Road
Fortunate Son

Rockin' All Over the World
Bad Moon Rising
Proud Mary