viernes, 30 de noviembre de 2012

Grabar conciertos

Uno de los temas sobre los que más se debate hoy día es la costumbre de mucha gente de grabar los conciertos a los que asiste. Entre la popularidad de los móviles con cámara y el auge de las redes sociales, se está convirtiendo en una costumbre casi obligada grabar algunas fotos y vídeos del concierto al que has asistido para luego subirlo a tu blog y Facebook y mostrarlo a tus amigos.

Entiendo perfectamente que mucha gente se queje, sobre todo cuando en un concierto te encuentras cientos de cámaras y móviles que te tapan el escenario para tener una grabación cutre e inescuchable que luego seguramente ni los propios autores podrán disfrutar por su mala calidad. Me parece casi ridículo el ver a gente que pierde más tiempo en grabar el concierto y se olvida de disfrutar la música (aunque eso ya sería otro tema seguramente), pero al mismo tiempo también entiendo lo atractivo que resulta tener un recuerdo del concierto al que has ido aprovechando las tecnologías digitales.



Mi posición al respecto ha ido cambiando con los años. La primera vez que decidí hacer fotos de un concierto fue cuando vi a Ten Years After junto a Canned Heat el 2006. Por entonces tuve la inocentísima idea de comprarme una cámara desechable porque temía que si me pillaban la cámara digital me la hicieran tirar. Cuando estuve en la sala y vi a decenas de personas haciendo fotos y vídeos sin problema con sus cámaras, tomé nota y me traje la mía al siguiente concierto al que asistí, uno de The Riders on the Storm, el primero del que hice fotos. Obviamente la cosa mejoró.

A los siguientes conciertos que fui solía llevarme siempre mi cámara pero enseguida me surgió un dilema: aunque muchos lo nieguen, cuando haces fotos no estás del todo atento a la música, al menos si quieres hacer fotos decentes. La preferencia para mí siempre estaba en la música, así que en principio eso descartaba la cámara, pero finalmente encontré una solución.

Cuando tocaban una canción que me gustaba mucho la grababa en vídeo pero sin preocuparme de encuadrar bien la cámara, así me quedaba un recuerdo de ese momento y no dejaba de disfrutar la música. Lo malo es que luego los vídeos eran algo caóticos, pero no me importaba.
Las fotos las reservaba para cuando tocaban temas que no me gustaban y a los que no me importaba prestar menos atención. Es decir, cuando el grupo decía que tocarían un tema nuevo yo ya estaba preparando la cámara. En el concierto de Eagles en Barcelona pude sacar muy buenas fotos gracias a los horribles temas en solitario de Don Henley, supongo que es lo único positivo de que cayeran varias canciones tan malas.

A día de hoy en cambio ya nunca llevo la cámara. Y es que con el tiempo me he dado cuenta de que no hace falta que me moleste. Al día siguiente en Internet encontraré decenas de fotos y vídeos filmados a mucha más calidad que mi cámara que luego puedo guardarme en mi cuenta de Youtube.
Por un lado entiendo lo molesto que es tener decenas de cámaras grabando todo el concierto, pero al menos así otra gente me consigue recuerdos del concierto sin que yo tenga que molestarme. Así que, ¡gracias anónimos fotógrafos!

lunes, 26 de noviembre de 2012

Mi única entrada sobre KISS


Atentos porque esta es la primera y, seguramente, última entrada que escribo sobre KISS.

Mi opinión sobre ellos es bastante sencilla: no me gustan. He oído algunos álbums suyos de estudio como Destroyer y su debut además de los dos clásicos álbums en vivo, que son los que tenían más puntos para gustarme, pero no ha sido así. Bien, no pasa nada, hay gustos para todo.

El caso es que antes mi opinión de ellos era más bien desfavorable sencillamente porque su música no me gustaba, pero con el tiempo he acabado simpatizando más con sus fans que con sus detractores sin darme cuenta.

¿Por qué? Pues porque simpatizo más con la gente que defiende su música (aunque no concuerde con ellos) que con una actitud que he visto muy a menudo en los anti-KISS consistente en despreciarlos por todo el rollo de ir pintados, hacer conciertos con mucha parafernalia y fuegos artificiales y todo el merchandising que hay tras ellos. El caso es que me parece una actitud bastante estúpida y no veo cómo esa gente no se dan cuenta de algo bastante lógico: tan superficial es adorar a KISS solo por su parafernalia como odiarlos sólo por su parafernalia.

Que alguien me diga que su música le parece basura no me parece mal, es solo una opinión (que conste que aunque a mí no me gustan tampoco creo que sean malos), pero el caso es que la mayoría de detractores de KISS utilizan como argumento el maquillaje, los fuegos artificiales y todo el negocio que han hecho tras su nombre hasta llegar a extremos ridículos. Es decir, esa gente que supuestamente están por encima de todo el espectáculo que hay alrededor de su nombre caen en su propia trampa y los juzgan por lo más superficial de todo y no por lo que cuenta, la música.



Hace unos años se produjo en Barcelona un hecho curioso: coincidieron una misma noche en concierto KISS y Bob Dylan. Más de uno dirá que no hay ningún problema porque a nadie le molestará esa coincidencia al ser públicos distintos, pero es absurdo, estoy seguro de que había cientos de personas a los que les habría gustado presenciar los dos conciertos.
El caso es que esa coincidencia no se produjo solo en la noche escogida sino incluso en el lugar, ya que ambos conciertos se realizaron muy cerca: en el Poble Espanyol en el caso de Dylan y en el Palau Sant Jordi en el caso de KISS. Debió ser curioso ver la coincidencia de gente que iba a uno u otro concierto, intentar adivinar a cual iba cada uno por sus pintas y sorprenderse por las numerosas excepciones (gente que tenía aspecto de ir a uno e iba al otro).

También da juego esta coincidencia para hacer una comparación. Ambos son músicos legendarios (nos guste o no es así) pero con una visión de la música en directo totalmente opuesta.
Dylan es la antitesis del espectáculo, normalmente parco en palabras y estático en su sitio (según tengo entendido, depende de la noche le da por ser más comunicativo pero nunca ha destacado por ese aspecto). Interpreta sus temas en clave blues de forma que algunos fans a veces se quejan de que son casi irreconocibles, no le importa dejar fuera del setlist clásicos imprescindibles y, resumiendo, hace lo que le da la gana. La mayoría de sus fans lo aprueban porque Dylan siempre ha sido así y sigue fiel a sí mismo.
KISS en cambio son puro espectáculo: fuego, sangre, tíos volando, confeti y un frontman que según entendido a veces es hasta demasiado comunicativo con el público. Sus setlists no se dejan fuera ningún clásico imprescindible y, en general, sus conciertos dan a la audiencia lo que ésta espera de ellos.

Dos formas contrarias de entender la música reunidas una misma noche a pocos minutos de separación. Curioso, ¿verdad? Yo, al no ser fan de ninguno de los dos y, por tanto, mirándolo desde la distancia, respeto ambas formas de dar conciertos y no creo que ninguna de las dos sea mejor que la otra. Simplemente son dos actitudes diferentes, mientras ambas se correspondan con buenos conciertos, no veo por qué la opción Dylan ha de ser más auténtica solo porque se empeñe en demostrar cómo suda de todo. De hecho, si tuviera que elegir uno de los dos conciertos quizá me decantaría por KISS pese a que musicalmente Dylan y su actual acercamiento blues se corresponden más con mis gustos.

En todo caso, gusten más o menos, me parece tan respetable la devoción de KISS hacia sus fans como el riesgo de Dylan por hacer lo que le da la gana. Del mismo modo que tan respetable es un grupo basado simplemente en su música como otro que la adorne con parafernalia y fuegos artificiales siempre que haya buena música detrás. Y si no la hay, lo criticable es la música, no la parafernalia, ¿no?

jueves, 22 de noviembre de 2012

Deep Purple y la música clásica

Deep Purple es una banda que ha pasado a la historia del rock esencialmente por su contribución al hard-rock. Resulta lógico, puesto que sus mejores y más importantes obras las realizaron en ese género, pero hay otra faceta de la banda que también debería ser tenida en cuenta por lo innovadora que fue en su momento: su relación con la música clásica.


Estos días me he animado por fin a escuchar los tres primeros discos de Deep Purple que grabaron antes de la incorporación de Ian Gillan al micrófono y con Rod Evans como cantante. Reconozco que me daban algo de pereza, me esperaba tres discos hijos de su tiempo que no hubieran envejecido del todo bien, pero en realidad son bastante buenos. Por aquel entonces sonaban muy parecidos a los Vanilla Fudge, es decir, una banda de rock con toques ácidos destacando la fuerte presencia del órgano y la contundente batería (estoy seguro de que el batería de Deep Purple, Ian Paice, tenía como modelo a imitar al influyente Carmine Appice de los Vanilla Fudge). Solo se intuye el futuro sonido hard-rockero en la contundencia de su interpretación, especialmente la batería. También se podría decir que por entonces el líder era más bien el teclista John Lord, que es el gran responsable de lo que hablaremos hoy.

Las tres obras iniciales del grupo tenían el aliciente extra de mostrar las primeras tentativas de combinar rock y música clásica, un camino iniciado por los Moody Blues con Days of the Future Passed y que luego llevarían más lejos bandas como The Nice o nuestros amigos Deep Purple.

Lo curioso es la forma como lo plantean Deep Purple en sus dos primeros discos. Básicamente lo que hacían era versionar temas de música clásica junto a otro que fuera un clásico del pop-rock. Para rematarlo, en el listado de canciones nunca mencionaban la pieza de música clásica (¿para no espantar a los fans?) sino únicamente la canción de pop-rock, de modo que la primera vez que escuché estos discos y llegaba a estos temas quedaba algo descolocado, ya que antes que la prometida versión me encontraba una larga introducción instrumental que luego acababa reconociendo como música clásica (en su mayoría son piezas muy famosas).

En su debut Shades of Deep Purple hay dos ejemplos. El primero es una versión de "I'm So Glad" precedida por "Prelude: Happinness" (única pieza clásica que acreditan en el listado de canciones) de la suite Scheherazade de Korsakov. De esta tema siempre me ha gustado mucho la forma como a mitad irrumpe sorpresivamente la melodía de guitarra de "I'm So Glad".
Pero en mi opinión es aún mejor su versión de "Hey Joe" combinada con el Bolero de Ravel (hola, Jeff Beck), por una razón muy sencilla, porque ahí realmente se combinan las composiciones, y no es simplemente que el Bolero sea la intro, como sucede con "I'm So Glad". Vean a que me refiero dándole una escucha:


En su segundo álbum ofrecen una versión del "We Can Work It Out" de los Beatles precedida de una parte instrumental llamada "Exposition" que se basa en la séptima sinfonía de Beethoven (más de uno se verá tentado de decir "oh, un tema en que versionan a los dos compositores más grandes de todos los tiempos"... abstenerse por favor). Para el cierre del disco sin embargo apostaron más fuerte con una versión de "River Deep Mountain High" de Ike & Tina Turner precedida de... ¡¡"Así Hablo Zaratustra" de Strauss!! Al parecer la elección de este tema de música clásica venía motivado por el visionado de 2001, Una Odisea En El Espacio de Kubrick, que se estrenó en esa época y debió impactarles profundamente.


La verdad es que resultan experimentos muy curiosos, y el hecho de poner juntos un tema de Skip James junto a uno de Korsakov o a Ike & Tina Turner con Strauss ya es una declaración de intenciones. Pero fue en su tercer disco, Deep Purple, donde Lord se animó a hacer una combinación de rock y música clásica que no fueran versiones, sino una composición suya: "April" (¡¡ojo al vídeo!!):



Después del fracaso de su disco homónimo, Deep Purple decidieron replantearse su carrera y dar un giro hacia sonidos más duros. Para ello decidieron echar a Rod Evans y al bajista Nick Simper por creer que no encajarían en este cambio, y ficharon en su lugar a Ian Gillan y Roger Glover.

No obstante, resulta irónico que justo cuando decidieran emprender este giro lo primero que grabaran fuera su Concerto for Group and Orchestra. Este disco fue importantísimo en su momento por ser el último paso natural en la exploración por parte de Lord de una combinación entre rock y música clásica llevada a sus últimas consecuencias. No solo fue un paso importante para Deep Purple sino para la historia del rock, abriendo el camino para tantas colaboraciones de artistas de rock con grandes orquestas (aquí que juzgue cada uno si eso fue bueno o malo). Por fin se consiguió que rock y música clásica se unieran definitivamente. 


A quien no le hizo mucha gracia esto fue a Gillan, que había entrado en el grupo bajo el pretexto de que querían hacer rock duro y lo primero que se encontró fue un disco grabado en vivo con una filarmónica. No había por qué preocuparse, Blackmore estaba también deseoso de tirar hacia el hard-rock y en su siguientes obra iniciaron la etapa clásica del grupo, en que su sonido tan 60s con toques clásicos desapareció por completo en favor del rock duro, pasando el protagonismo de John Lord a Ritchie Blackmore e Ian Gillan.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Pequeñas decepciones: Meat Loaf - Bat Out Of Hell (1977)




Bat Out of Hell, dejando de lado si es mejor o peor disco, es posiblemente uno de los mayores chascos que me he llevado con un clásico del rock.

Mi primer contacto con Meat Loaf fue un recopilatorio de canciones de varios grupos que incluía el tema "Bat Out of Hell". En el libreto salía la portada del disco, y es la portada quien tuvo la culpa de todo. Yo leí ese título y vi esa portada y pensé, en mi inocencia de entonces, que eso era un disco de heavy metal. Cuando escuché la canción no era exactamente lo que esperaba pero era un temazo y sonaba a rock setentero guay. Supuse que el resto del álbum seguiría por estos derroteros o que incluso la canción homónima sería la más comercial y el resto sonaría al hard-rock que prometía la portada.

Así que imaginen mi cara cuando un día decidí escuchar el disco entero. Porque, repito, dejando de lado si es mejor o peor, desde luego NO es lo que esperaba. Ocho canciones de las cuales la mitad eran baladas, y además baladas largas y muy producidas. Y el resto cualquier cosa menos hard-rock o heavy setentero y ninguna canción que se acerque al nivel del homónimo. ¿Qué puñetas es esto? Me siento estafado señor Meat Loaf, si hubiera comprado su disco a ciegas le exigiría que me devolviera el dinero.

Le he dado unas pocas oportunidades más pero no me acaban de enganchar el resto de canciones ni el sonido que tiene - nada que reprochar al señor Todd Rundgren, productor del disco e ídolo de un servidor, que hace un trabajo excelente, simplemente no es el tipo de música que me vuelva loco. Tengo pendiente volver a intentarlo más adelante estando más receptivo a este tipo de música, pero hasta entonces seguirá siendo una decepción de disco y Meat Loaf, para mí, un músico de una (gran) canción.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Conocéis a Dungen?

Si no es así, permitidme que haga las presentaciones. Estos son Dungen:


Dungen es una banda sueca que tiene el honor de ser mi grupo actual predilecto. Su líder y principal artífice es el cantante y multiinstrumentista Gustav Ejstes, que interpretaba casi todos los instrumentos en los discos de Dungen hasta tener una banda propiamente dicha a partir del quinto álbum. Al parecer Ejstes inicialmente estaba interesado por la música electrónica y el hip hop hasta que de repente le dio un ramalazo y se encerró una temporada en una granja donde empezó a componer las que serían las futuras canciones del grupo, que tiran más hacia la psicodelia, el garage y el folk, muy influenciado por sus referentes de los 70. Si tuviera que comparar a Dungen con otra banda actual sería por ejemplo con los más conocidos Tame Impala, aunque Dungen en sus mejores discos llegan más lejos y tienen muchos más recursos - sin menospreciar a los impalas australianos, cuyos dos álbums son de lo más interesante de los últimos años (téngase en cuenta que escribí esto antes de que los Impala sacaran su funesto tercer álbum).

Para los conciertos, Ejstes toma el rol de cantante y teclista secundado por músicos de lujo como el guitarrista Reine Fiske (de cuya banda The Amazing hablé al poco de abrir el blog), el bajista Mattias Gustavsson (que tiene un proyecto llamado Life on Earth! muy recomendable también) y el batería Johan Holmegard (del que no tengo información relevante a dar pero me sabía mal no dedicarle un paréntesis a él también).

Como curiosidad, Ejstes interpreta las canciones en sueco, lo cual es toda una rareza ya que en Suecia las bandas de rock utilizan como norma general el inglés. Ejstes justifica eso diciendo que el sueco es su lengua natal y necesita cantar las canciones en esa lengua para expresar lo que siente. En mi caso una de las primeras impresiones que recuerdo al descubrir el grupo fue lo raro que se me hacía oír música rock en sueco, pero cuando te acostumbras forma parte del encanto de la banda.

Una vez presentados los miembros del grupo y su estilo, pasemos a los discos:

Dungen (2001)

De entrada permitidme una confesión: Dungen es uno de esos grupos que descubrí por la portada de un disco. Algo tan superficial como eso, sí. Fue pura casualidad, una tarde que estaba aburrido, miré en un foro de música el clásico post de "Qué estás escuchando". Fue casualidad porque no suelo leer nunca esos topics, ya que la mayoría de gente se dedica a poner portadas sin comentar qué es el disco o a qué suena, pero aquel día me dio por ahí. Y casualmente alguien puso este álbum (remarco lo de casualmente porque nunca más leí ninguna mención a Dungen en ese o los otro foros que seguía). No dejó ningún comentario pero esa portada me fascinó por completo, y decidí que un disco con una portada como ésta debería ser escuchado.
Así fue, de esta forma tan tonta, como llegué al maravilloso universo de Dungen. Me bajé el disco, pero investigando me enteré de que su obra más recomendable era Ta Det Lugnt, así que probé con ese otro... pero me estoy adelantando, sigamos con el debut.

Este disco homónimo (en algunos sitios está con el título 1999-2001) inicialmente salió en vinilo en una tirada limitada, pero cuando el grupo alcanzó el éxito años después lo reeditaron en CD. En la versión en CD las canciones están unidas de forma que está formado por 3 pistas de más de 10 minutos. A mí me gusta mucho cómo queda así, como si fueran 3 pequeñas suites con diferentes pasajes (que, como curiosidad, incluyen muchas melodías que luego rescataron en sus siguientes discos dándoles forma como canciones).
Para mí es junto a Ta Det Lugnt su mejor obra. Dungen jamás volvieron a sonar como en este disco y eso le da un encanto especial. Suena a ellos pero enfatiza mucho una faceta que luego dejaron más de lado, con muchos pasajes instrumentales, un estilo relajado y en ocasiones con sonidos exóticos (utilizan sitares en algunos momentos). Tiene un estilo muy auténtico, es un disco casi espiritual, en el que uno puede sumergirse. En sus siguientes obras potenciaron más su sonido rock y/o pop combinado con los elementos que hay aquí, pero en cierto modo creo que nunca pudieron superar esto.

Stadsvandringar (2002)

Su segundo álbum supone sin duda una paso atrás en cuanto a calidad al no estar a la altura de su maravilloso debut, pero ya muestra el camino que iba a seguir el grupo. Es un disco mucho más centrado en canciones, en composiciones con más presencia vocal y melodías pop más accesibles. Un muy buen disco más sencillo y directo. El tema más popular es el homónimo "Stadsvandringar", que aunque no es de mis favoritos tiene un videoclip muy simpático en que vemos a Gustav paseando felizmente en bicicleta, con una estética retro muy chula y un aire inocente y hippioso muy entrañable.

Yo antes que ésta prefiero otras canciones como "Solen Stigger Upp (Del 1 & 2)" que también cuenta con un videoclip.

Ta Det Lugnt (2004)

Su obra maestra.
Una auténtica joya, el disco en que dieron en el clavo. Combinaron su estilo más progresivo y psicodélico del debut con la influencia pop-rock del segundo subiendo la dosis de guitarras eléctricas y voilà. Una obra sensacional, magistral, plagada de detalles de esos que uno encuentra en discos trabajados y grabados con mimo, con algunas de las mejores composiciones que hayan salido de la pluma de Ejstes y un sonido maravilloso. El álbum combina muy inteligentemente momentos más rockeros con breves instrumentales ambientales y ramalazos psicodélicos. Las guitarras rugen de una forma que no se había notado hasta ahora en los discos de Dungen pero sin perder el estilo casi místico del debut ni la calidez de Stadsvandringar.
Éste fue además el disco que les dio proyección internacional, recibiendo alabanzas unánimes de la crítica extranjera que les permitieron llegar hasta Estados Unidos de gira. Por supuesto, todo a un nivel más underground, pero siendo una banda con este estilo y cantando en sueco, es mucho.

Las dos canciones que se utilizaron de promoción fueron "Panda" y "Festival", que son las que tienen más madera de single, pero yo me quedo con temas más enrevesados y llenos de cambios inesperados que me encantan, como el homónimo o mi favorita del disco, esa obra maestra llamada "Du e för fin för mig".


Por cierto, mi edición de Ta Det Lugnt incluye su EP Tyst Minut, muy recomendable también.
Yo les descubrí en esta época, cuando ya se habían dado a conocer fuera de sus fronteras y estaban grabando su cuarto disco:

Tio Bitar (2007)

Tio Bitar es su tercera mejor obra. Aquí siguen un poco la línea de Ta Det Lugnt pero sin ser tan rebosantes de ideas y enfatizando bastante el sonido de guitarras psicodélicas. En directo parece ser que su estilo tira más por estos derroteros, con mucha jam guitarrera, lo que daría por verlos....
En fin, en este disco ya hay una prueba de eso en el tema "Mon Amour", ocho minutos con protagonismo absoluto de guitarras. Mi tema predilecto en cambio es el que recuerda más a su anterior obra, por esa tendencia a llevar las canciones por diferentes estilos y cambios de sonido: "Så blev det bestämt".


Comparado con Ta Det Lugnt echo en falta más temas de este estilo, con cambios de ritmo y múltiples influencias, pero el disco es suficientemente bueno como para resistir las comparaciones. Por resumirlo podríamos decir que es una versión más simplificada de Ta Det Lugnt en que siguen el mismo estilo pero sin llegar a tan altas cotas.

4 (2008)

Nada más saber que Dungen iban a sacar un nuevo disco, encargué 4 a la discográfica para poder oírlo lo antes posible. El día en que me llegó el paquete de Suecia me hizo mucha ilusión pero el disco no colmó mis expectativas. Y es que en sus dos últimas obras han perdido la intensidad y ese sonido tan rico que tenían. 4 ya no da la sensación de ser un disco especial lleno de matices, de esos que puedes escuchar y reescuchar sin miedo a agotarlo. La sensación es más bien de que aquí Dungen son más tímidos y no quieren llegar tan lejos como en sus obras anteriores.
El sonido es en general más relajado pero sin ese matiz casi místico de su debut, tirando más hacia el pop. Paradójicamente uno de los temas potencialmente más interesantes quedó fuera en su forma original: "Samtidigt", que en el disco está dividido en dos partes. En Internet se puede encontrar la versión original de la canción, de 14 minutos:



Skit i allt (2010)

El último que han hecho hasta ahora es el que menos conozco. Lo escuché un poco cuando salió y al comprobar que seguía la línea del 4 lo aparqué para oírlo con más calma en otra ocasión. Al igual que el anterior es un disco notable pero que desafortunadamente confirma que Dungen van a seguir por este camino. Solo el ramalazo eléctrico de "Högdalstoppen", el único de todo el álbum, anima un poco la función y te hace fijarte en la canción, el resto es un buen disco tranquilo y agradable de escuchar pero poco relevante.
Como curiosidad, han editado también una versión que incluye todas las canciones en versión instrumental, que creo que la prefiero a la versión normal, quizá porque eso me recuerda vagamente a sus primeros discos. Os pongo la ya mencionada "Högdalstoppen", único vestigio de los Dungen del pasado:


Y hasta aquí la discografía de Dungen a fecha de hoy.
Pese al bajón de sus dos últimas obras, Dungen siguen siendo uno de mis grupos favoritos actuales y uno de los que más me gustaría ver en vivo. Y cada vez que el amigo Gustav saque un nuevo disco yo seguiré esperándolo con ganas. Espero que todavía tenga mucho que decir, el mundo del rock necesita a un grupo como Dungen.


NOTA: años después de este post ha habido novedades muy interesantes y además he podido verles unas cuantas veces en directo. He aquí sus últimos álbums:




Allas Sak (2015)

Después de un parón de cinco años daba por hecho que Dungen se habían separado. Súbitamente en pleno 2015 me enteré de que habían vuelto y me bajé su nuevo disco de inmediato... pero confieso que más con curiosidad que con ilusión, después de todo sus dos últimas obras son las que menos me habían gustado. No obstante, a la tercera canción decidí dejar de escucharlo y comprarlo de inmediato: el estilo y la calidad de las composiciones parecían un retorno en toda regla a sus mejores tiempos.

Cuando me llegó y lo saboreé con calma mis sospechas se confirmaron: Allas Sak (2015) es un retorno a lo grande después de cinco años de silencio. Se alejan del estilo más pop aburridote de su anterior obra y vuelven a ese sonido tan mágico que los caracterizaba ofreciendo además algunas de las mejores canciones de su carrera. A día de hoy lo considero sin dudarlo su tercer mejor disco.




Häxan (2016)

Como si quisieran recuperar el tiempo perdido, Dungen tardaron menos de un año en sacar un nuevo álbum, su primera obra totalmente instrumental inspirada en Las aventuras del príncipe Achmed (1926) de Lotte Reiniger. En realidad ya hace tiempo que Dungen explotan mucho su faceta instrumental, que ha estado presente desde los inicios del grupo pero que ahora que Gustav tiene una banda firme puede permitirse explotar a conciencia en forma de jams.

Sin ser una de sus mejores obras, creo que el resultado final es muy bueno: evocador, con buenas melodías y un aroma muy pinkfloydiano. 

A lo tonto, Dungen tienen ya ocho discos de los cuales solo uno diría que es flojo. Y no hay tantos grupos con siete discos remarcables en su carrera, ¿no creen?

domingo, 11 de noviembre de 2012

Freddie Mercury y sus guiños musicales

Supongo que todos conoceréis la canción "It's a Hard Life" de Queen compuesta por Freddie Mercury, uno de los mejores singles que sacaron en los 80 y en mi opinión la mejor canción del álbum The Works. Por si acaso alguien no la recuerda o, simplemente, como excusa para poner su bizarro videoclip, aquí va:


Bien, si os fijáis, el inicio tiene una melodía muy dramática que luego no vuelve a repetirse en el resto de la canción. Quedaos con esa melodía en mente y ahora ved este otro vídeo, especialmente sobre el minuto 1:55:


Efectivamente, esa melodía inicial es un guiño de Freddie hacia la ópera Payasos de Ruggero Leocanvallo, en concreto la parte de "Vesti la Giubba". A nadie debe extrañarle, puesto que es harto conocido que Freddie era un fanático de la ópera.


Para acabar, otro guiño que seguro que sabréis situar sin mi ayuda:


Ópera, music-hall inglés y rock. ¿Alguién da más?

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Los 40 discos que más me han impactado

Después de algo más de 15 años escuchando música he decidido hacer una lista de los 40 discos que más me han impactado a lo largo de mi vida.

No es una lista de mis 40 discos favoritos, aunque obviamente aparecerán en ella muchos de ellos. La idea es mostrar aquellos discos que:

a) me han abierto puertas a nuevos estilos musicales o nuevas formas de entender la música.
b) me hayan obsesionado tanto que se hayan convertido en el centro de mi vida durante una buena temporada.

He puesto la lista en RateYourMusic en orden cronológico de impacto, para no volver a copiarla aquí igual voy a poner de cada disco la canción que más me gusta o la que me causó mayor impacto, de forma que pueda ser una especie de recorrido que refleje musicalmente mi evolución a lo largo de los años. Desconozco si me cargaré el blog o vuestro navegador poniendo 40 Youtubes de golpe, imagino que sí, pero me gustan los retos.

1- Elton John - Love Songs (recopilatorio)


2- Queen - Greatest Hits I (recopilatorio)


3- Queen - A Night at the Opera (1975)


4- Queen - Queen II (1974)


5- Pink Floyd - The Dark Side of the Moon (1973)


6- Led Zeppelin - Remasters (recopilatorio)


7- Supertramp - Even in the Quietest Moments (1977)


8- King Crimson - In The Court of the Crimson King (1969)


9- Deep Purple - Made in Japan (1972)


10- Nirvana - Nevermind (1991)


11- Guns N Roses - Appetite for Destruction (1987)


12- Pixies - Surfer Rosa & Come on Pilgrim (1988)



13- Metallica - Master of Puppets (1986)


14- System of a Down - System of a Down (1998)


15- Jane's Addiction - Ritual de lo Habitual (1991)




16- Screaming Trees - Dust (1996)




17- The Rolling Stones - Exile on Main St. (1972)


18- The Stooges - Fun House (1970)


19- The Velvet Underground - The Velvet Underground & Nico (1967)


20- Derek & The Dominos - Layla & Other Assorted Love Songs (1970)




21- Love - Forever Changes (1967)


22- Spirit - Twelve Dreams of Dr. Sardonicus (1970)


23- The Kinks - Something Else By The Kinks (1967)


24- Badfinger - No Dice (1970)


25- Television - Marquee Moon (1977)


26- The Pretty Things - SF Sorrow (1968)


27- The Millennium - Begin (1968)


28- Neil Young - Zuma (1975)



29- Crosby Stills Nash & Young - Déjà Vu (1970)


30- Arcade Fire - Funeral (2005)


31- Ten Years After - Cricklewood Green (1970)


32- Miles Davis - Bitches Brew (1970)


33- Creedence Clearwater Revival - Willy & The Poor Boys (1969)


34- Dungen - Ta Det Lugnt (2005)


35- David Bowie - Heroes (1977)


36- Be Bop Deluxe - Modern Music (1976)


37- Varios Artistas - Legends of the Blues Vol. 1 (recopilatorio)




38- Grateful Dead - American Beauty (1970)


39- Todd Rundgren - A Wizard A True Star (1973)


40- Van Der Graaf Generator - Pawn Hearts (1971)


sábado, 3 de noviembre de 2012

The Velvet Underground - Live at Max Kansas City (1972)




Live at Max Kansas City es seguramente uno de los directos clásicos con peor reputación, y eso que cuenta con la ventaja de mostrar algo histórico: el último concierto de Lou Reed con la Velvet Underground.

Al parecer el disco salió a la venta porque la banda le debía un álbum a la discográfica. Éstos contactaron con el guitarrista Sterling Morrison y le dijeron que si no cumplían el contrato sacarían a la venta la grabación del Max Kansas City. Éste pensó que era un farol, ya que conocía dicho bootleg y sabía que era de muy mala calidad (se grabó cutremente en una grabadora de cassette). Pero no lo era, y el disco salió a la venta en 1972.

Es comprensible la mala prensa que tuvo entonces: el sonido era muy flojo (hoy en día nos parece muy escuchable pero porque estamos acostumbrados a oír bootlegs de pésima calidad y no son pocos los que se han editado oficialmente) y la actuación no mostraba el verdadero potencial del grupo (eso se subsanaría años después cuando salió a la venta el magistral directo Live 1969). Pero realmente yo creo que es un muy buen directo. Lo compré a ciegas hace años en Berlín porque encontré en una tienda de discos la edición especial de 2 CDs a solo 5 euros. Conocía la mala fama del álbum pero valía la pena arriesgarse y acerté.



En aquella época, la Velvet estaban grabando Loaded mientras por las noches daban dos conciertos en el local Max Kansas City de Nueva York, donde habían firmado un contrato. La formación incluía por entonces a Lou Reed y al guitarrista Sterling Morrison como únicos supervivientes de la formación original. El resto lo formaban el bajista y cantante Doug Yule y su hermano Bill en la batería, ya que Maureen Tucker estaba embarazada por entonces (uno de los rasgos más marcados de este directo es oír las canciones interpretadas por un batería "normal" y no con el estilo característico tan especial y extravagante de la buena de Moe).

La edición especial nos muestra íntegramente los dos sets. El primero es el más rockero y en mi opinión el mejor de los dos con diferencia, el segundo se centra más en temas lentos del grupo.

El grupo abre fuego con una versión rockera y más convencional de "Waiting for the Man". Suena muy bien y tiene como interés especial el que se desmarca tanto de la de estudio (sin ese piano taladrante) como de la del Live 1969 (más ralentizada). Sigue la única referencia al oscuro White Light/White Heat con su tema homónimo, donde brilla la interacción de guitarras entre Lou y Sterling, que es el gran aliciente de este primer set.

La versión que se nos ofrece de "Sweet Jane" para mí ya justifica este directo, es una de mis favoritas. No se diferencia mucho de la de estudio pero tiene un poco más de fuerza y pierde algo el toque pop de la que conocemos, y eso la hace muy interesante.
Mejor parada sale aún otra referencia al Loaded. "Lonesome Cowboy Bill" siempre me ha parecido una tontería de canción y me chocaba que la interpretaron tanto en vivo (es el tema que menos me gusta de la Velvet en estudio), pero es que en concierto la canción mejoraba mucho: más rockera y con guitarras mucho más afiladas que en la versión tan light de estudio.



Las únicas baladas que hay en este set son la maravillosa "I'm Set Free" y una versión especialmente inspirada de "New Age". El set se cierra con uno de sus mejores temas: "Beginning To See The Light".

El segundo set sin embargo no me gusta tanto. Prefiero mucho antes la versión eléctrica del grupo y de todos modos tantos temas lentos seguidos me acaban cansando: "I'll Be Your Mirror", "Pale Blue Eyes", "Candy Says", "Sunday Morning", "After Hours" y "Femme Fatale". Todas y cada una de éstas son grandes canciones, pero creo que no dan tanto de sí como los temas del primer set, o al menos no para ponerlas seguidas. Por ejemplo, "Femme Fatale" la tocan en eléctrico, un formato que para mí casi supera la de estudio, pero es mejor la versión del Live 1969. Del mismo modo, "After Hours" no es lo mismo sin Maureen Tucker. Lo más interesante diría yo que es oír "Sunday Morning" tocada con guitarras.



Lo más interesante es por tanto "Some Kinda Love" (otro de esos temas que ganan mucho en vivo), la única referencia de este set a los Velvet más dados a improvisar que se vio en el primer set. De "Who Loves The Sun" por desgracia solo se puede escuchar el final, y de "Sweet Jane" y "Lonesome Cowboy Bill" tenemos otras versiones que no se diferencian mucho de las anteriores.

El segundo set no es una mala actuación y las interpretaciones son buenas, pero creo que la selección abusa mucho de una faceta que no es la mejor del grupo. No obstante, es interesante tener el CD1 más rockero y el CD2 más dedicado a los temas lentos, y seguramente bastante gente preferirá el segundo.

A los fans ocasionales les recomendaría sin duda antes el Live 1969, pero los fanáticos del grupo dudo que no puedan disfrutar de un directo como éste. Ciertamente, no es su mejor actuación (en aquella época Lou estaba ya agotado) pero por sí sola es muy buena y creo que merece mucho la pena.