miércoles, 25 de marzo de 2015

Elton John - Honky Château (1972)


Ahora sí, den la bienvenida al Elton John clásico as we know it. ¡Adiós Elton John cantautor serio! ¡Hola, Elton John estrella de rock e inminente reina del glam!

Así es, pese a que esta portada aún nos haga pensar en el Elton de su primera época, en realidad supone el primer paso serio de cara a reformularse como músico de rock. De hecho en esos años, Elton estaba más que harto de la etiqueta de cantautor serio. En directo había demostrado que sabía armar un buen espectáculo y lo que quería por entonces era centrarse en esa faceta, divertirse y dejar de ser tan serio.

Estas nuevas inquietudes coincidieron con el estallido del glam-rock sobre todo a raíz del colosal éxito de artistas como David Bowie o Marc Bolan, con el que Elton hizo buenas migas (incluso en esas fechas apareció en su documental Born to Boogie). Al igual que ellos dos, el pianista ya llevaba mucho tiempo antes en activo y se introdujo en la moda glam como forma de explotar su talento. En el caso de Elton además el movimiento glam le sirvió para quitarse de encima el principal problema que tenía para convertirse en una estrella de rock: el hecho de no parecerlo. En esos primeros años en que se debatía si venderse como cantautor o músico pop, Elton siempre fue algo receloso porque sabía que su físico no concordaba con lo que el público entendía por un rockero. No obstante el glam le dio la plataforma que necesitaba para evitar ese problema: ¡no hacía falta que fuera atractivo o pareciera auténtico, bastaba con disfrazarse de forma excéntrica sin prejuicios! La diferencia es que él nunca explotó el glam jugando con la ambigüedad sexual y el erotismo (como sí hacía Bowie) sino buscando expresamente llevarlo a lo grotesco y exagerado.


Ya solo faltaba un detalle para reconvertirse en estrella de rock: necesitaba un guitarrista, ya que las posibilidades del formato trio estaban agotadas. De nuevo acudió Gus Dudgeon en su ayuda presentándole a Davey Johnstone en las sesiones del Madman Across the Water. La elección era algo extraña, puesto que Davey tocaba en un grupo de folk progresivo Magna Carta, y no parecía el más apropiado para dar un giro rockero a la carrera de nadie. Pero sucedió que en el momento de grabar el tema homónimo del disco anterior Elton y Davey conectaron instintivamente y el guitarrista hizo su parte de guitarra en muy pocas tomas. Elton, un tipo muy impaciente y exigente que además tenía que grabar sus discos en tiempo récord, valoró muy positivamente la experiencia. Al día siguiente le ofrecieron el puesto y Davey aceptó. Con estos tres músicos se inicia la época glam-rockera de Elton John que acabó siendo la más conocida de su carrera.

Volvamos al disco que nos ocupa. Grabado en los estudios franceses a los que hace referencia su título, Honky Château se encuentra a medio camino entre la etapa anterior y la que vendría a continuación teniendo un pie puesto en cada bando.
De entrada el álbum legó a la posteridad uno de los mayores clásicos de su carrera y uno de sus primeros grandes hits: "Rocket Man", una absoluta obra maestra del rock, que por muy quemada que esté sigue pareciéndome impresionante. No solo la melodía es memorable sino el uso que hace el tema de las guitarra y los sintetizadores acaban de redondearlo dándole auténtica personalidad. Este mismo tema con el tratamiento del disco anterior sería muy bueno pero no sería tan colosal. Por muy típico que sea, es la mejor canción del álbum sin duda alguna.



Otros dos clásicos menores son "Honky Cat" y "Mona Lisas and Mad Hatters". La primera es un divertido tema muy pianístico que pedía a gritos ser interpretado en vivo con ese solo final tan virtuoso. No obstante creo que todos los fans preferimos la segunda, una de las baladas más especiales del Elton John clásico, con una sensibilidad especial que la hace conmovedora.

Entrando en la parte menos conocida del álbum encontramos un poco de todo. Por ejemplo, "Hercules""I Think I'm Going to Kill Myself" "Susie (Dramas)" ya apuntan hacia el Elton John más lúdico de futuros álbums. De estos tres me quedaría con el tercer tema, de esos en que nunca te fijas pero con el paso del tiempo te das cuenta de que es un temazo. Entre lo más destacado también deben mencionarse la preciosa balada "Salvation", con un estribillo que siempre me ha gustado como lo cantan o un retorno al country con "Slave", donde ni siquiera hay piano. 



En general Honky Château se perfila como un disco sobresaliente que mantiene el sano nivel medio de composiciones que tenía Elton John y que abre las puertas hacia otro camino. Su enorme éxito le facilitó el cambio.

Durante tres años, Elton se convirtió en una de las estrellas del momento gracias a sus magníficas composiciones y al equipo del que se rodeó: la Elton John Band clásica, capaz de cazar al vuelo sus nuevas canciones y grabarlas en un par de tomas; Gus Dudgeon, el creador del sonido Elton John y un productor excelente por méritos propios, y Bernie Taupin dándole las letras que necesitaba. Hasta entonces Elton nos dejó una serie de discos igualmente magníficos (algunos son de los mejores de su carrera) que merecen ser reivindicados más allá que como curiosidad para fans. Espero que ustedes les hagan justicia y los disfruten.



miércoles, 18 de marzo de 2015

Elton John - Madman Across The Water (1971)



Y llegamos a la que es en mi opinión la gran obra maestra no solo de esta etapa de Elton John sino de toda su carrera, habiendo desbancado en mis preferencias personales incluso al hasta entonces inamovible Goodbye Yellow Brick Road (1973).

Madman Across The Water (1971) supone el momento culminante de Elton John como músico serio, es lo más lejos que pudo llegar por ese camino rozando de hecho la etiqueta de rock progresivo. Se trata de un disco repleto de composiciones memorables y de una riqueza apabullante, de ésos que quizá en unas primeras escuchas no sorprende tanto al no tener tanta variedad estilística como futuros álbums pero en que cada tema tiene suficiente fuerza y entidad propia como para que no haya ningún momento que se pueda considerar de relleno.


No obstante, solo una de sus canciones ha pasado a la posteridad, el famoso single "Tiny Dancer", con uno de los usos más míticos de falsete en una canción pop, coronando el memorable estribillo de forma emotivísima. Puede que tiente infravalorarla por tenerla muy oída, pero realmente la melodía es una preciosidad.

Lo más parecido a un clásico menor que tenemos aquí es "Levon", una canción que reconozco que infravaloraba un poco hasta que acabé, una vez más, seducido por la melodía del estribillo, de igual forma que me pasaba con "Razor Face", que a día de hoy es mi menos favorita aun siendo un temazo. Ya en estos tres primeros temas destaca para mi gusto un elemento fundamental en el disco: los arreglos de cuerda de Paul Buckmaster, que acaban de embellecer los temas pero sin saturarlos. En ningún disco cobró tanta importancia como en éste.


Pero, amigos, ahora viene lo bueno. "Madman Across the Water" podría ser perfectamente la mejor canción de la carrera de Elton John, y no exagero lo más mínimo. Tiene un toque oscuro e hipnótico que va a más con el potente estribillo realzado con la batería de Nigel Olsson. Y los arreglos orquestales de Buckmaster son impresionantes, dándole un tono solemne y luego misterioso. Jamás sonó Elton como aquí ni podría igualar la maestría de este tema, que en directo le daba pie a largas improvisaciones que podían durar hasta 10 minutos. Una auténtica obra maestra.
Ah, por cierto, en las sesiones del Tumbleweed Connection (1970) se grabó una versión con Mick Ronson a la guitarra que es también una maravilla (en el disco finalmente la guitarra la grabó Davey Johnstone, futuro miembro de su banda del que hablaremos en el siguiente post):


No menos oscuro es el siguiente tema, la tenebrosa "India Sunset", donde Taupin sigue con su obsesión hacia Norteamérica pero esta vez centrándose en los nativos americanos. Como descanso, la siguiente canción ofrece un rayo de luz. "Holiday Inn" con esa bonita mandolina y ciertos toques de sitar no es solo la gran joya oculta del álbum sino de la carrera de Elton John, una canción emocionante con un estribillo que invita a ser coreado y que debería haber sido un clásico absoluto.

"Rotten Peaches" sigue también por ese camino menos oscuro de nuevo apoyado en un memorable estribillo 100% Elton John. Y para acabar, dos baladas: "All The Nasties" con ese toque algo épico y "Goodbye", mucho más intimista y apoyada en los arreglos de Buckmaster.

Una obra maestra sin paliativos, el disco más perfecto de su carrera. En cierto modo para Elton supuso un callejón sin salida porque no podía llegar más lejos en ese estilo.
Decir además que hay por Youtube varias actuaciones en directo de la época donde toca casi todas las canciones y que demuestran el estado de gracia en que se encontraba en ese momento, explotando al máximo su faceta de músico serio y virtuoso bordando sus interpretaciones.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Elton John - 17-11-70 (1971)



El Elton John de principios de los 70 tenía un secreto celosamente guardado que solo conocían sus fans: tenía una doble faceta. Como todo superhéroe, Elton mostraba una personalidad al mundo pero luego tenía otra oculta que solo mostraba por las noches. En disco, era un formal cantautor serio, pero en directo se convertía en un auténtico músico de rock, un animal escénico. Esta dicotomía es una de las características por excelencia de la primera etapa del pianista: en sus discos en ocasiones se dejaba entrever tímidamente que este tipo podía rockear, pero en directo quedaba claro que era una faceta donde se sentía como pez en el agua.

Y qué mejor prueba de ello que este clásico directo donde elabora el concepto de "power trio con piano". No, no es una invención mía. Elton se consideraba muy fan de power trios como la Jimi Hendrix Experience o Cream, y tenía ganas de hacer algo similar pero con su piano. De modo que, secundado por sus escuderos Dee Murray (bajo) y Nigel Olsson (batería), emprendió un tour en Estados Unidos donde potenciaba ese aspecto de su sonido. El público flipó literalmente y fue a raíz de estos conciertos que empezó a hacerse un nombre.

Este concierto en concreto se grabó en directo en una emisora de radio y se comercializó mucho como pirata entre fans del gafitas (lo cual es lógico, ya que no había por entonces ningún disco suyo de estudio que reflejara esta faceta). En consecuencia, la discográfica decidió editarlo oficialmente para que al menos el dinero acabara en sus bolsillos... y voilà! Aquí tienen ni más ni menos que el mejor directo de toda su carrera.

Elton John nunca volvió a sonar tan crudo, tan directo y tan auténtico como en este álbum, de ahí que sea un disco muy especial para los fans. Las canciones ganan una intensidad extra en este formato, y Murray y Olsson están magníficos a sus instrumentos, dándole al pianista el apoyo que necesita para dar más densidad a las canciones y poder perderse en algunos pasajes instrumentales.


El orden de temas curiosamente es diferente en el CD respecto al vinilo, pero tanto uno como otro abren con dos temas igualmente apropiados: el LP con ese clásico fundamental de su primera etapa que es "Take Me to the Pilot", el CD con una cara B muy buena llamada "Bad Side of the Moon", que creo que es la que prefiero para abrir el disco. La única referencia a Friends es muy acertadamente "Can I Put You On", que sin la guitarra suena más concisa, y del disco homónimo rescata la que es la única balada de este álbum, "Sixty Years On", que es increíble cómo la cambia respecto a la de estudio, manteniendo el dramatismo pero cambiando la producción tan orquestal de la original por el sonido simple de piano, batería y bajo. También hay por cierto una muy buena versión del "Honky Tonk Woman" de los Stones y... ¡vaya! ¡un tema de 18 minutos!

Sí, amigos, la joya de la corona, el momento culminante del disco que lo coloca entre uno de los grandes directos del rock es la absoluta bestialidad que lo cierra, una rendición de 18 minutos de la que de por sí era una de las mejores composiciones de Elton John: "Burn Down the Mission". El tema por sí solo ya era una obra maestra, y tampoco es que esta versión lo supere, sino que lo reformula convirtiéndolo en un tour de force en que Elton John se desata e improvisa de una forma alucinante hasta llegar al cuarto de hora. No se hace aburrido y además incluye guiños a los Beatles y Elvis, es un cierre perfecto de concierto. En realidad, toda esta parte tan larga no es exclusiva de este tema, sino que en giras posteriores la mantuvo pero en otros temas, como por ejemplo en "Amoreena" (que por cierto aparece en la versión en CD del disco como extra). No obstante, yo creo que ninguno pega tan bien como éste.



En definitiva, el nacimiento oficial del Elton John convertido en animal escénico y frontman inigualable. Aquí le pueden disfrutar en estado de gracia, tocando y cantando como nunca.
Imprescindible.

PD: el setlist entero de la actuación parece ser que es éste:

1. I Need You To Turn To
2. Your Song
3. Bad Side Of The Moon
4. Country Comfort
5. Can I Put You On?
6. Border Song
7. Sixty Years On
8. Indian Sunset
9. Honky Tonk Women
10. Amoreena
11. Take Me To The Pilot
12. Burn Down The Mission
13. My Father's Gun (actual encore)

Por desgracia he sido incapaz de encontrar el concierto entero. ¿Algún alma caritativa lo tiene?

miércoles, 4 de marzo de 2015

Elton John - Friends (1971)


Dice muchísimo a favor de Elton John el hecho de que el único disco flojo de su época clásica lo sea no por culpa suya sino por ser una banda sonora de la que tan solo pudo componer unos pocos temas. 

La actividad discográfica del pianista miope en esos años era absolutamente imparable. Justo acababa de grabar una obra maestra como Tumbleweed Connection que le propusieron participar en la banda sonora de una película llamada Friends que creo que no ha trascendido más allá de la anécdota de que su música la compuso Elton John. Éste  grabó unos pocos temas deprisa y corriendo antes de viajar a Estados Unidos para una gira que le convertiría allá en una estrella y al final el peso del disco (o mejor dicho, el muerto) le cayó al arreglista Paul Buckmaster, que hizo lo que pudo en tan poco tiempo.

Resumiendo, aquí hay cuatro composiciones 100% Elton John y son las cuatro de buena calidad. El problema está en que el resto son temas orquestales creados a partir de las melodías de los anteriores, y quizá en la película tengan sentido pero en un disco se hacen aburridísimos. Centrémonos por tanto en los cuatro temas eltonjohnianos.

Las dos canciones más célebres son "Friends" y "Can I Put You On", que además creo que son los únicos que llegó a tocar en vivo. El primero es una buena balada muy disfrutable marca de la casa, ni más ni menos:


Nada mal, ¿verdad? Pero el gran clásico del disco es sin duda "Can I Put You On", un tema ENORME que es una pena que haya acabado olvidado en este disco cuando merecería estar en alguna de sus obras más célebres, al alcance del gran público. De hecho, por estilo podría haber entrado perfectamente en el Tumbleweed Connection y no desmerecería en calidad al resto de temas. La mayoría de fans imagino que la oímos por primera vez en la versión del directo 11-17-70, pero cabe decir que ambas versiones se complementan a la perfección y por tanto ambas merecen ser oídas. La de estudio enfatiza más su toque americanizado, sobre todo por la guitarra del ya habitual Caleb Quaye, aquí pueden darle una escucha:


Los otros dos temas son menores pero aun así muy disfrutables y de notable calidad: "Honey Roll", un rock 'n' roll que Elton debió componer en 5 minutos mientras esperaba en la parada de autobús (no lo digo dando a entender que tiene poca calidad sino porque este tipo de composiciones en aquella época le salían solas) y "Michelle's Song", el más orquestal de todos y que aunque a algunos entiendo que les pueda parecer algo empalagosa a mí no puedo evitar que me guste mucho y me transmita buen rollo.

El resto, lo dicho, bastante prescindible.

De toda la etapa clásica de Elton John se trata sin duda de la obra más prescindible (con estos cuatro temas el fan medio tendrá más que suficiente) y de hecho tal es así que nunca se ha editado en CD, aunque se puede conseguir dentro de una recopilación de rarezas de la época llamada Rare Masters, que incluye todo el disco entero.