martes, 30 de abril de 2013

Sobre bandas dinosaurio y músicos de acompañamiento

Tengo una pequeña broma con un amigo aficionado también a la música sobre los grupos que giran con grandes bandas de acompañamiento, tonterías en plan imaginarnos a un músico actuando con una banda de cinco coristas, un saxofonista y un teclista cuando su estilo de música no pega nada con eso (por ejemplo AC/DC, ¿se imaginan un "Highway To Hell" en ese estilo?). El motivo de esta broma es el que haya tantas bandas y artistas legendarios del rock que suelan girar con este tipo de formaciones. Ya sabéis a qué me refiero, una banda que inicialmente eran cuatro o cinco tíos que al llegar a los 60 años deciden añadir como acompañamiento a uno o dos teclistas, saxofonistas, dos o tres coristas negras y algún guitarrista más. El ejemplo más típico de esto serían los Rolling Stones, quienes han girado casi siempre en ese formato desde su retorno de finales de los 80, pero desde luego no son los únicos.

Resulta comprensible que muchas bandas hayan recurrido a este formato, ya que objetivamente hablando ese añadido hace que los conciertos sean mejores a nivel musical, ¿cómo no van a hacerlo teniendo a un montón de músicos excepcionales acompañándoles? Pero el precio a pagar es alto, ya que a cambio renuncian a buena parte de su personalidad y sonido propio, y es eso lo que a mí me desagrada más. Es una opinión personal, claro, de hecho uno de los motivos por los que las bandas optan por añadir músicos es que a la mayoría del público les gusta eso, cuantas veces he oído cosas tipo "y las coristas que llevaban, impresionante lo bien que cantaban y cómo embellecían las canciones".

Roger Hodgson y su arriesgada apuesta de dar conciertos con solo un músico extra

Quizá el problema es que en mis gustos personales cada vez me gustan menos los discos que cuentan con grandes bandas de ese estilo (ejemplo, el debut en solitario de Clapton, del cual hablaré en unos párrafos). De hecho lo que me sucede en este tipo de conciertos es que el sonido que tienen las bandas lo disfruto mucho en su momento (porque como dije, objetivamente hablando suenan de coña) pero luego si escucho ese mismo directo en casa me aburre soberanamente. Por ello jamás podré comprarme ningún directo de los Stones de las últimas giras, oiría canciones impecablemente interpretadas pero sin chispa, sin apenas sonido Stone.

Un ejemplo, escuchad el "Street Fighting Man" sacado de un concierto del 2003:



Ahora comparadlo con el del Get Yer Ya-Ya's Out de la gira del 1969, en que iban sin ningún músico de acompañamiento (suena en el minuto 43:20)



Ambas son muy buenas versiones pero se nota claramente lo que quiero decir. La primera es objetivamente intachable, con acompañamiento de piano y algunos coristas que refuerzan a Mick, una muy buena versión. La segunda en cambio formalmente es menos conseguida, suena menos impecable, pero a cambio es mucho más espontánea y auténtica. Un detalle que puede parecer insignificante pero que para mí dice mucho: fijaos en el estribillo de la versión del 1969, de fondo podéis oír a Keith acompañando a Mick. Keith como corista no hace un gran trabajo ahí, su voz incluso suena algo fuera de lugar, pero a mí ese detalle me encanta. De hecho esta versión del tema empezó a llamarme la atención cuando me fijé en ese detalle un día que iba escuchándola en el Mp3 camino a la universidad. En cambio, en el directo del 2003 pueden oírse de fondo a algunos coristas acompañando a Mick que lo hacen mucho mejor, pero eso no me dice nada aunque hacen que la canción suene mejor. Del mismo modo, en esa versión el piano está muy bien incorporado (me gusta cuando tiene un pequeño momento de protagonismo al final), pero me quedo mucho antes con la versión más desnuda y sucia del Get Yer Ya-Ya's Out

No estoy diciendo que las versiones que molan más sean las más sencillas y desnudas. No es así necesariamente. Tampoco que las bandas no deberían llevar músicos de acompañamiento. Cada grupo y artista es un caso diferente, no se puede generalizar, pero analizando los ejemplos que conozco mejor siempre me quedaré con las versiones más sencillas y desnudas (siempre que estén bien hechas, claro). Me gusta ese sonido, que aunque deja al descubierto las limitaciones del grupo por otro lado los muestra tal cual. Y es que el rock no tiene por qué sonar necesariamente perfecto. Es decir, en mi opinión Keith no estropea "Street Fightin Man" con sus coros, de hecho me aportan mucho más que un coro de cantantes femeninas que adorne la canción, porque ese detalle de Keith hace que suene más espontáneo, que te contagie su entusiamo. Obviamente, si Keith hiciera unos coros pésimos tampoco me gustaría, pero ese término medio para mí es lo que da ese extra a la canción.

Los Polyphonic Spree imagino que nunca tendrán el problema de necesitar músicos extra de acompañamiento

Otro ejemplo para mí sería el Live at Fillmore de Derek & The Dominos. Uno de los problemas que tenía Clapton en esa gira es que su banda solo le tenía a él de guitarrista, mientras que en el disco le acompañaba en casi todos los temas Duane Allman. Tener que trasladar al directo temas que en estudio se grabaron con dos guitarras (una de ellas además de Duane Allman, casi nada) es muy difícil, e imagino que por eso no interpreta algunos temas como "Anyday". Y sin embargo, ese es uno de mis directos favoritos. Cierto, Clapton está en su época cumbre como guitarrista haciendo solos larguísimos impresionantes, pero por eso si estuviera acompañado de algún buen guitarrista impersonal para mí perdería algo de magia. Las canciones estarían objetivamente mejor interpretadas pero creo que me gusta más así, Clapton solo ante el peligro defendiendo los temas con una sola guitarra y dejándose la piel en ello.

Años después, Clapton ha girado siempre con grandes bandas demostrando que se ha convertido en un auténtico perezoso. En alguna gira incluso dejaba que una de las coristas cantara alguno de sus temas, lo cual para mí es un gran error. Sí, Eric, tus bandas suenan impecables y cuando fui a verte el 2004 lo pasé en grande. Pero lo que me dejó mejor impresión no era la forma como las coristas te acompañaban en "Wonderful Tonight" sino los momentos en que te dejabas llevar un poco haciendo que tu guitarra nos deslumbrara. Fueron solo momentos puntuales, pero para mí eso fue lo maravilloso, al margen del resto de banda. Ver a Clapton en formato cuarteto o quinteto implicaría que Eric debería tirar más a menudo de momentos así para suplir la ausencia de una cómoda banda en que apoyarse, y es por ello que me encantaría verle así... claro que él no debe opinar igual.

Por supuesto, hay casos de grandes bandas que deciden apostar por mantenerse en versiones minimalistas que deben ser muy tenidos en cuenta. Cito unos pocos para cerrar este artículo:
- Roger Hodgson: uno de los dos líderes de Supertramp decidió hace ya años empezar a dar giras en solitario acompañado únicamente de un saxofonista, aún cuando la música de Supertramp es bastante compleja y, en contraste, sus compañeros decidieron ampliar incluso la banda para su gira del 2010.
- Rush: de los pocos trios del rock que jamás han utilizado músicos extra en vivo que yo sepa, y eso que su música es compleja y Geddy Lee agradecería tener una ayuda a los teclados.
- The Police: cuando volvieron hace años lo hicieron manteniendo el formato trio y eso que en sus últimos discos hay muchos teclados. Pese a eso optaron por un sonido más desnudo y simple, una vuelta a lo básico. Bravo por ellos.

Para compensar el enorme vacío que queda en el escenario siendo solo tres músicos, Rush tienen la particular broma de tener en el escenario lavadoras y asadores de pollos

jueves, 25 de abril de 2013

Jim Morrison y su alcoholismo


Siguiendo un poco la línea del post que escribí sobre la desmitificación de la época más excesiva de los Stooges, un fragmento de la biografía Jim Morrison. Vida, muerte y leyenda de Stephen Davis, relatando el estado de Jim Morrison a principios de 1968:

"Jim ahora debía escribir, tenía que producir en serie algunos discos de éxito y se dio a la bebida en busca de inspiración. Básicamente dejó el LSD y se convirtió en un alcohólico, un rastreador de alcohol, un borracho a veces patético que, si nadie lo llevaba a casa, se desmayaba en los arbustos mientras meaba. Todos los que le rodeaban estaban totalmente horrorizados cuando Jim empezó una épica juerga alcohólica que encarcelaría a uno de los mejores poetas jóvenes de Estados Unidos en un sopor pagano durante los siguientes tres años y medio. En 1968 fumar hierba estaba bien visto, la cocaína hacía poco que se consideraba de moda en los ambientes musicales y cinematográficos, y la heroína preocupaba a los pocos que necesitaban el colocón definitivo. Emborracharse (y no sólo eso, sino ponerse hasta el culo), caerse, desmayarse, abofetear a las mujeres, ser echado de los clubs del Strip, vomitando en la calle, era tan mal visto, tan poco enrollado, que nadie se lo podía creer. Los demás Doors - meditativos amantes del porro que sorbían zumo de manzana orgánica en las sesiones de grabación - y el productor Paul Rotchild, obsesivo liador de porros, estaban absolutamente mortificados.
(...) Jim podía zamparse dos decenas de tragos de whisky y un par de paquetes de seis botellas de cerveza sin que le afectara. Pero entonces un trago más le podía convertir de repente en un borracho psicótico y tambaleante, que gritaba ¡Negrata! en la calle, meaba en público, y se deshonraba. La cosa era un escándalo, y nadie tenía las más mínima idea de cómo debía atajarlo."

Entiendo el mito que se monta alrededor del hecho de que muriera joven, pero siempre me ha parecido una estupidez el mito que rodea al sufrido artista alcohólico. En la distancia puede parecer cool (aunque yo no lo veo), pero todo lo que se relata ahí (además de muchas otras historias que se explican en el libro) es cualquier cosa menos enrollada.
Lo cual no quita que Jim Morrison fuera un músico genial, pero dudo que quisiera conocerle en persona en su momento...

sábado, 20 de abril de 2013

Rush - Caress of Steel (1975)



Caress of Steel fue literalmente el disco que casi acabó con la carrera de Rush, lo cual es una frase muy poco prometedora para iniciar la reseña de un álbum.

El trío canadiense contaba en aquella época con dos discos de estudio, Rush (1974) y Fly By Night (1975), que se vendieron bastante bien y les dieron cierta reputación. En ambos practicaban un hard-rock setentero muy potente con claras influencias de Led Zeppelin en que destacaba sobre todo su potencial como músicos, y es que instrumentalmente Rush siempre han sido sencillamente estratosféricos.

Sin embargo, nuestros amigos no aspiraban a ser simplemente una versión canadiense de Led Zeppelin. De hecho uno de los motivos por los que su primer batería abandonó la banda era la disparidad de opiniones musicales: el bajista Geddy Lee y el guitarrista Alex Lifeson por entonces ya estaban muy interesados en la música de bandas como Yes y Genesis, algo en lo que no concordaban con su batería. Así pues, éste dejó amistosamente el grupo y en su lugar entró Neil Peart aka uno de los mejores baterías de la historia del rock, cuya apabullante técnica les permitiría ampliar sus horizontes musicales sin limitaciones.


Después de esos dos primeros discos, Rush sorprendieron sacando repentinamente Caress of Steel, un álbum que contaba con una larga suite que ocupaba toda una cara del vinilo y otro tema que ocupaba la mitad de la cara A. El disco se vendió fatal, y por una vez no puedo dejar de ponerme un poco de parte de los que les dieron la espalda. Hoy en día ya sabemos qué vino después y cada vez que escuchamos un álbum de Rush lo hacemos desde la perspectiva de estar oyendo el disco de una banda legendaria. Pero en 1975 Rush no eran más que un muy buen grupo de hard-rock que de repente se pasaron de listos queriendo sumarse a la moda del rock progresivo. Y es que, debo decirlo, los temas largos de Caress of Steel suenan a prog-rock hecho por amateurs. No son malos porque musicalmente las melodías y la ejecución está muy bien pero, en lo que respecta al tema de 20 minutos, como suite progresiva es totalmente fallida.

"The Fountain of Lamneth", que es como se llama, es un ejemplo de manual de una banda inexperta intentando hacer un gran tema de rock progresivo, o dicho otra forma, de prog-rock amateur. El tema se salva porque musicalmente es bueno, pero como composición deja mucho que desear en global. El problema es que sus diferentes segmentos están fatal unidos y no hay ninguna fluidez ni continuidad, parece un corta-pega hecho de cualquier forma. A mí me irrita especialmente el solo de batería de Neil Peart, no por el solo de batería en sí (a mí no suelen molestarme si están bien hechos e integrados en la composición), sino porque no pega ni con cola en su posición. Aparece repentinamente después de la primera parte del tema y rompe por completo el ritmo - valga la redundancia - y el estilo de la canción. De hecho, los diferentes segmentos están separados por silencios, lo cual enfatiza la sensación de poca fluidez.
No obstante, aunque suene contradictorio, es un tema disfrutable, ya que la música en sí misma es buena, simplemente fracasa como composición global. La primera vez que la escuché recuerdo que me decepcionó tanto que la paré a la mitad y dudé sobre si valdría la pena ese álbum, pero con el tiempo le cogí el punto.

Caress of Steel ofrece en definitiva un sonido de power trio adaptado a canciones que aspiran a ser puro prog-rock. Quizá lo ideal habría sido que la banda hubiera hecho ese paso poco a poco en lugar de lanzarse ya a un tema de 20 minutos sin experiencia previa. Pero, qué queréis, eran jóvenes llenos de ambición y el paso del tiempo les ha dado la razón, del mismo modo que ha reivindicado este disco. Es cierto que aquí practican un prog-rock aún poco depurado, pero tiene un encanto especial oír canciones de ese género sin protagonismo de teclados, como si un power trio hubiera decidido de repente imitar a Yes o Genesis (que es en realidad lo que sucedió).


El gran atractivo del álbum es que, a juzgar por lo que he oído de ellos y por lo que he leído comentar a expertos en el grupo, se trata de uno de los discos de Rush donde más destaca Alex Lifeson. Curiosamente, este grupo representa uno de esos pocos casos en que el miembro que menos destaca es el guitarrista, no porque no sea bueno ni tenga momentos de lucimiento, sino por la enorme competencia que tiene: Neil Peart, un batería virtuoso, un prodigio de técnica; y Geddy Lee, un bajista excelente siguiendo la tradición de los power trios que además tiene un timbre de voz imposible de olvidar ("Mickey Mouse en helio" según un crítico de la época) y, por si eso fuera poco, con el tiempo acaparó más protagonismo con los teclados y sintetizadores. Los tres miembros de Rush siempre han sido piezas fundamentales e insustituibles, pero Caress of Steel es uno de los álbums del grupo donde más llama la atención la guitarra.

Pasando al resto de temas, "Bastille Day" es un temazo infalible de hard-rock en la línea de sus discos anteriores, al igual que la siguiente "I Think I'm Going Bald", la más floja del disco pero con una letra bastante cachonda.
Las dos siguientes son de momento mis favoritas. "Lakeside Park" es un medio tiempo con un sonido muy atractivo y una buena melodía, mientras que "The Necromancer" es su otro experimento con temas progresivos. Bastante menos ambicioso (12 minutos) también flaquea en su construcción, pero sale mejor parado que el desgarbado tema de 20 minutos y cuenta con algunos solos de guitarra maravillosos.


Como dije, el álbum fue un sonoro fracaso de ventas que enfureció a la discográfica. Ésta pidió a la banda que volviera al sonido simple de antes y que compusieran temas más radiables. Su respuesta fue bastante clara: 2112, un disco que se iniciaba con una composición de 20 minutos sobre una sociedad futurista.
Según han dicho ellos mismos, al llegar a ese punto se plantearon qué hacer y decidieron jugársela del todo, preferían ser fieles a sí mismos y seguir el camino musical que a ellos les interesaba aunque fuera a costa de su carrera. 2112 fue una arriesgada apuesta que sabían que podría ser su fin, pero estaban dispuestos a asumir eso antes que transigir a las exigencias de la discográfica. Cuántos casos debe haber en la historia del rock de bandas en una situación similar que decidieron hacer lo mismo que Rush, acabando así con su carrera. Rush fue uno de los pocos casos en que ganaron la apuesta, ya que el disco fue un éxito de ventas que les catapultó al estrellato, donde se han mantenido desde entonces. Pero, no hay que olvidarlo, fue una (afortunada) excepción.

lunes, 15 de abril de 2013

Van Der Graaf Generator - House With No Door


Con esta canción me ha pasado algo curioso que no suele sucederme: la primera vez que la escuché me fijé casi más en la letra que en la música, algo que no hago nunca.
Por supuesto la música es magnífica, estamos hablando de Van Der Graaf Generator en su mejor época, pero la letra de Peter Hammill de este tema me ha calado especialmente hondo, sobre todo cuando uno le oye interpretarla con tanta sensibilidad:



There's a house with no door, I'm living there
At nights it gets cold and the days are hard to bear inside
There's a house with no roof, so the rain creeps in
Falling through my head as I try to think out time
I don't know you, you say you know me
That may be so, there's so much that I am unsure of
You call my name, but it sounds unreal, I forget how I feel
My body's rejecting the cure

There's a house with no bell but then nobody calls
I sometimes find it hard to tell if any are alive at all outside
There's a house with no sound; yes, it's quiet there
There's not much point in words if there's no-one to share in time

I've learned my lines, I know them so well
I am ready to tell whoever will finally come in
Of the line in my mind that's cold in the night
It doesn't seem right when there's that little dark figure running.
Won't somebody help me?

There's a house with no door and there's no living there
One day it became a wall, well I didn't really care at the time
There's a house with no light, all the windows are sealed
Overtaxed and strained – now nothing is revealed but time
I don't know you, you say you know me
That may be so, there's so much that I am unsure of
You call my name, but it sounds unreal
I forget how I feel, my body's rejecting the cure
Won't somebody help me?

miércoles, 10 de abril de 2013

Woodstock (III): los que se lo perdieron


Para acabar de una vez con estos sucios hippies, mencionaré algunas curiosidades.

En primer lugar algo anecdótico, bandas que no sabía que actuaron hasta que lo leí en Internet: The Band (¿cómo es que no salen en la película?), Johnny y Edgwar Winter y Paul Butterfield Blues Band. Quizá a vosotros también os pase con alguna si consultáis el listado de artistas.

Afortunadamente existe una edición en DVD de lujo de la película que me agencié hace unos meses en que aparecen algunas de estas actuaciones que no salieron en la película. A destacar la interpretación de la Creedence Clearwater Revival (deslumbrante e intensísima), los temas extra de Canned Heat y Johnny Winter. Consíganla como sea, es muy recomendable.


Y en segundo lugar algo más interesante, grupos que debieron o podrían haber actuado pero no lo hicieron por varios motivos:

- Bob Dylan: el hecho de que Dylan viviera en esa zona le hacía ser un firme candidato a aparecer en Woodstock, pero en realidad nunca se planteó siquiera la posibilidad. El individualista Dylan no habría encajado bien ahí, y de hecho podemos meterle en el saco de Neil Young o Pete Townshend de músicos que desconfiaban del sueño de hippie.


- Led Zeppelin: aunque por entonces aún no eran tan gigantescos como lo serían un par de años después, su manager Peter Grant no les recomendó participar en un evento donde sería solo una banda más. Habría sido gracioso ver al matón de Peter Grant liándose a ostias en el backstage con la organización por todo el descontrol que había.


- The Doors: es extraña la ausencia de los Doors, la gran banda americana del momento cuyo perfil encajaba en Woodstock a la perfección. En realidad los promotores no estaban seguros de si querían contratarles porque después del escándalo de Miami temían que Morrison volviera a liarla o que, peor aún, enseñara sus partes pudentas en público (recordemos que en Miami fue detenido acusado de exhibicionismo). Lo divertido del caso es que luego en Woodstock buena parte del público estaba felizmente desnudo, así que difícilmente Morrison podría haber escandalizado a nadie. Según el guitarrista Robbie Krieger, ellos tampoco estaban por la labor al no creer que fuera un festival especialmente relevante.


- The Byrds: uno de los muchos grupos que fueron invitados y no aceptaron al considerarlo un festival más (una prueba de lo que dije anteriormente de que en su momento era un festival más que muchos vieron como una pálida segunda parte del Monterrey Pop Festival del 67).

- Love: igual que los Byrds, fueron invitados pero no aceptaron.

- Spirit: lo mismo que los dos anteriores, y eso que tanto Love como Spirit eran bandas clave de la bahía de San Francisco que encajaban ahí a la perfección.


Joni Mitchell: quería ir pero su manager le había reservado otra actuación para esas fechas. La pobre Joni compuso "Woodstock" para exteriorizar su frustración al no haber ido.



- Chicago: aceptaron actuar, pero tenían firmados una serie de conciertos con Bill Graham en el Fillmore que éste les obligó a dar en las fechas del festival, según se dice, para dejar más espacio a Santana en Woodstock, de los cuales era manager y le interesaba que tuvieran el mínimo de competencia posible.

- Free: fueron invitados pero no aceptaron ir.

- Iron Butterfly: según tengo entendido, tenían previsto actuar pero una huelga de aviones les hizo imposible llegar a tiempo. Es una pena, porque una versión de 20 minutos de "In a Gadda Da Vida" tenía todos los números para ser uno de los momentos cumbre del festival.

- Jethro Tull: fueron invitados pero se negaron porque odiaban a los hippies (yeah!).


Por último, y para cerrar ya estos posts temáticos, simplemente remarcar que existe una Wikipedia dedicada exclusivamente a Woodstock con mucha información, incluyendo setlists de cada grupo y dónde se pueden conseguir grabaciones de vídeo o audio de cada uno.

Paz, hermanos.

viernes, 5 de abril de 2013

Woodstock (II): momentos a destacar


Antes despotriqué un poco contra la mitificación que hay hacia el festival de Woodstock 69, bajo la idea de que se convirtió en un símbolo de los 60 en gran parte gracias a la película, ya que simbólicamente ese honor pertenece más bien al Monterrey Pop Festival 67 en mi humilde opinión. Woodstock para mí es el momento cumbre en cuanto a popularidad, ese instante en que se unieron a este movimiento contracultural no solo las personas que creían en esos valores sino esa gran masa que inundó el festival y que se apuntó porque era la moda del momento. Si los 500.000 asistentes a Woodstock hubieran seguido adelante con esos ideales después del festival, el movimiento hippie no habría desaparecido tan rápido.

Ahora creo que toca hablar un poco de la música, porque al fin y al cabo eso es lo importante, ¿no?
Uno de los síntomas de que Woodstock no era tan cool como parece lo noté cuando leí la opinión que tenían al respecto dos de los músicos más lúcidos del mundo del rock que estuvieron ahí presentes, y cuyas opiniones suelen ser bastante acertadas en temas así: Pete Townshend y Neil Young.

Neil actuaba con Crosby Stills & Nash, pero si os preguntáis por qué no se le ve en la película, es muy sencillo: no le gustaba nada estar ahí y le dijo a los cámaras que como alguien le filmara le mataría. Un tipo simpático. Al final en la película salió solo la versión de "Suite Judy Blue Eyes", cantada antes de que Neil pisara el escenario, y su nombre no apareció en el film a petición expresa del canadiense.


Pete Townshend por otro lado protagonizó una de las anécdotas más sonadas del festival. Parece ser que para él Woodstock estaba siendo ya antes de su actuación una experiencia bastante poco satisfactoria, comenzando por el hecho de que pidió algo de beber y le metieron una droga alucinógena dentro sin previo aviso, lo cual no le sentó muy bien. Ya en su actuación, el activista político Abbie Hoffman subió al escenario después de "Pinball Wizard" a criticar al público que estuvieran ahí divirtiéndose mientras John Sinclair (manager de MC5 y líder del White Panter Party) estaba en la cárcel. Townshend le echó furioso del escenario golpeándole salvajemente con la guitarra. A continuación dijo una frase que creo que debería reproducir tal cual: "The next fuckin' person that walks across this stage is gonna get fuckin' killed! [el público aplaude] You can laugh, I mean it!". Más adelante, Townshend reconoció que había actuado mal, y que de hecho estaba de acuerdo con lo que Hoffman denunció, pero que había infringido la sagrada norma: cuando un artista está en un escenario dando una actuación, no se le debe interrumpir. Pete, que se entregaba muchísimo en sus conciertos, dijo más de una vez que cuando estaba actuando mataría a cualquiera que le interrumpiese.

Aparte de estas anécdotas, en Woodstock se vivieron grandes actuaciones y algunos músicos de hecho catapultaron su carrera a raíz de su actuación, como Santana o Ten Years After.

Un breve repaso musical de lo vivido ahí:

- Santana: su interpretación de "Soul Sacrifice" que aparece recogida en la película del festival fue el motivo por el que empecé a sentir interés en su música, y no fui el único, ya que esta actuación fue la que propulsó la carrera de Santana. Una jam incendiaria que mostraba el potencial no solo de Santana sino de su primera banda.



- Grateful Dead: resulta curioso que una de las bandas con mejor directo de la historia y que mejor conectaban con el espíritu que se predicaba en Woodstock dieran una de sus actuaciones más flojas. Fue una mezcla de problemas técnicos con el sonido y una mala noche por parte de la banda, con versiones de las canciones que no acababan de cuajar y largos parones entre temas. Por ese motivo no salieron en la película.

- Creedence Clearwater Revival: según he leído fueron la primera banda importante que firmó para aparecer en el festival. A partir de aquí fue cuando el proyecto cogió impulso y se unieron el resto de artistas. Lo cual es paradójico, porque ellos entran en el grupo de los que no quedaron muy satisfechos de la experiencia. Salieron con mucho retraso en gran parte por los problemas técnicos de Grateful Dead y su larga actuación. Cuando pisaron el escenario, la mayoría de la gente estaba durmiendo, pero aún así ofrecieron una muy buena actuación. No obstante, quedaron tan descontentos con la experiencia que no quisieron salir en la película.



The Who: en aquella época, The Who no podían dar un mal concierto, y éste no es una excepción. Pero por otro lado tampoco se encuentra entre sus mejores, quizá por todo lo que expliqué antes del malestar que sentía el grupo en ese ambiente. Sin ir más lejos, su actuación el año siguiente en el Festival de Wight es muchísimo mejor.



Canned Heat: en la película protagonizan un momento especialmente entrañable cuando un espontáneo sube al escenario y el cantante de la banda sigue su interpretación cogido al hombro de éste. Aunque no sale en el film, hicieron su clásica jam de boogie y el tema "Going Up The Country" se convirtió en uno de los emblemáticos del festival. Curiosamente su participación fue bastante accidentada: habían echado pocos días antes a uno de sus dos guitarristas, Henry Vestine, y en su lugar estaba el recién llegado Harvey Mandel. Así mismo, el batería Fito de la Parra no quería actuar porque no habían tenido tiempo de ensayar, pero le convencieron. Fue una suerte porque su actuación en Woodstock llevó su carrera al pico de popularidad.



- Joe Cocker: no he oído su actuación completa, pero la interpretación de "With a Little Help from my Friends" me parece una de las cumbres del festival.

- Ten Years After: aunque su actuación completa fue algo accidentada, les salió muy a cuenta, porque la versión de "I'm Going Home" que puede verse en la película fue uno de los momentos cumbre del film, que dio un impulso brutal a su carrera.


- Crosby Stills Nash & Young: ésta era su segunda actuación, tal y como reconoce la propia banda al inicio de la actuación, pero ya seguía la estructura de sus futuros conciertos diviendo el show en un set acústico y uno eléctrico, en el que contaron con Neil Young.

- Jimi Hendrix: la última actuación de todas que tuvo lugar en la mañana del último día, cuando la mayoría de gente se había ido (no les toméis por idiotas, era 1969 y ver a Hendrix en vivo era relativamente fácil, nadie sabía que iba a ser una actuación legendaria ni, mucho menos, que moriría un año después). Por entonces ya no contaba con la Experience sino con su nueva banda Gypsy Sun & Rainbows. Fue quizá el momento cumbre del festival, que ahora por suerte está editado completo en DVD. El instante que ha pasado a la posteridad, su versión eléctrica del himno americano, es de esos momentos mágicos que aún pone los pelos de punta.
Aparte de eso, hay que decir que aunque uno ve a un montón de gente en el escenario actuando con Hendrix, a la práctica solo se oye su guitarra, el bajo de Billy Cox y la batería de Mitch Mitchell. El resto de percusiones y el guitarista rítmico literalmente es como si no existieran, porque no se les oye, supongo que el encargado de mezclar el sonido no quería que nadie eclipsara a Hendrix. En todo caso, sigue siendo una actuación maravillosa y un cierre muy apropiado.