sábado, 23 de septiembre de 2017

Yo y Yes (Yes y Yo)

Extrañamente este mes de septiembre me ha sorprendido en una de las mayores rachas de enganche a ese grupo conocido como Yes y se me ha ocurrido hacer un poco de retrospectiva sobre mi relación con ellos a lo largo de mi vida.



 Yes nunca han sido de mis bandas favoritas aunque los considero que juegan en la liga de grandes del progresivo y siempre he tenido un gran respeto por ellos. Mi primera toma de contacto fue a lo grande, con el tema "Close to the Edge", y la culpa la tuvo una web de rock progresivo que cada mes seleccionaban una pieza esencial del género (gracias a ellos llegué también a joyas como "Supper's Ready", "Still Life" o "Starless"). Me sonaba el grupo pero no había oído nada de ellos, y ahí decían que ésta era una de las más grandes composiciones del género, así que, ¿a qué esperaba?

La primera escucha de esta obra maestra me dejó tan impactado que es de esos casos en que recuerdo perfectamente el momento, el lugar y las sensaciones de esa primera toma de contacto. Por entonces debía tener unos 14 o 15 años, no estaba muy versado en rock progresivo y era más impresionable, pero es que además era un tema tan jodidamente bueno que me quedé casi literalmente boquiabierto: esa parte inicial con ese estilo tan raro que no era incapaz de ubicar, la magnífica melodía (y la voz, la voz de Jon Anderson, que me encandiló desde el principio); la parte central de "I get up, I get down", desde siempre uno de mis momentos favoritos del rock, y el espectacular clímax. Todo. ¿Cómo resistirse a eso?

Rick Wakeman, su melena rubia, su capa y sus mil teclados. Aunque más que un miembro fijo del grupo era alguien que entraba y salía, es inevitable asociar esta imagen con la iconografía de Yes.


Pasó un tiempo hasta que decidí a bajarme el resto del disco, y seguramente como tenía las expectativas tan exageradamente altas con el tema homónimo, el resto de Close to the Edge (1972) inicialmente no me impresionó. Siempre me gustó la preciosa balada "And You and I" pero fue a más con el tiempo, e inicialmente no me entraba "Siberian Kathru", pero también fue cosa del tiempo. Hoy día es de mis discos favoritos.

No obstante, los amigos Yes se quedaron muy atrás en mi discografía respecto a otros grandes del prog, y la culpa es de un disco: Fragile (1971). En todos lados decían (y dicen) que es una de sus obras maestras, y lo escuché con muchas expectativas que esta vez ni se acercaron a la realidad. Sigo considerándolo un disco extrañamente sobrevalorado, con algunos temas muy buenos ("Roundabout" y "South Side of the Sky", mi predilecto del disco), otros bastante buenos y varias piezas breves que son puro relleno. ¿Esto es lo mejor que podía ofrecerme Yes? Sé que no tiene sentido pero por culpa de este disco los tuve olvidados durante años, teniendo aún grandes discos por descubrir de gente como King Crimson, Genesis o Pink Floyd.

El punto de inflexión que me hizo volver a ellos tuvo lugar varios años después cuando en casa del hermano mayor de una amiga encontré el Yes Album (1970) y pensé "Bueno, a ver qué tal". Desde la primera escucha me reconcilié automáticamente con Yes: "Yours Is No Disgrace", "I've Seen Good People" y sobre todo... ¡"Starship Trooper"! ¡Esto ya era otra cosa! Eran unos Yes que sonaban a progresivo pero sin ser tan enrevesados como en álbums posteriores, y funcionaban a la maravilla.



Una vez volvimos a ser amigos me escuché su directo en lujoso triple vinilo (y comprado de segunda mano tirado de precio) Yessongs (1973) y decidí probar con su disco más polémico: Tales from Topographic Oceans (1973), el disco más excesivo de la banda con cuatro suites de 20 minutos. ¡Megalomanía al poder! Debo decir que siempre me ha gustado esa faceta tan excesiva hasta rozar el ridículo del grupo. Después de todo el rock tiene un componente lúdico muy adecuado para cosas así. Pese a que lo oí con cierta "precaución" (es decir, no esperando mucho) me gustó desde el principio, aunque bien es cierto que realmente todos los temas estaban alargados en exceso. Podría decirse que es su obra maestra perdida: si hubieran acortado las canciones dejándole en un disco sencillo sería otra joya más de su carrera, pero tal y como quedó es algo desproporcionado y definitivamente imperfecto. Mis favoritas han cambiado con el tiempo, pero a día de hoy, tras muchas reescuchas, creo que los dos grandes temas son el inicial "The Revealing Science of God" y la final "Ritual", la única en la que podrían disculparse sus 20 minutos de duración. "The Remembering" es bonita pero se nota descaradamente que está hinchada (la dejaría en 5 o 6 minutos) y "The Ancient" empieza bien hasta que Howe se pone pesado con la guitarra.

Mi siguiente paso estuvo lejos de ser el obvio: Drama (1980), disco controvertido en que Jon Anderson es reemplazado por Trevor Horn y que cuenta con Geoff Downes como teclista (nota: aunque me gusta mucho Rick Wakeman como teclista - que no como compositor - creo que los tres que tuvieron en la era clásica hicieron un buen trabajo, cada uno en su estilo). Sí, antes de tirar por otros clásicos aposté por éste en que practicaban un cambio de estilo que quizá no me agradaría. ¿Por qué? Pues porque aquel 2011 Yes venían a mi ciudad trayéndose de teclista a Geoff Downes y sospeché (acertadamente) que caerían temas de este álbum, que por lo general suele quedar olvidado. Contra lo esperado, Drama me entró a la primera pese al cambio de estilo, destacando para mi gusto dos temas: la progresiva "Machine Messiah" (¡que cayó en el concierto!) e "Into the Lens (I am a Camera)".

En cuanto al concierto, de los Yes clásicos estaban Steve Howe a la guitarra, el magnífico bajista Chris Squire (una de las cosas que aprendí con el tiempo es que uno de los grandes sellos distintivos del grupo es la forma como Squire toca el bajo) y Alan White a la batería. Fue un gran concierto con un tipo sacado de una banda tributo calcando las voces de Anderson y me conquistaron desde el principio empezando con "Yours Is No Disgrace". Me impresionó Howe a la guitarra y me sorprendió lo bien que hacía Squire los coros pese a su edad y sus pintas de grandullón.

"Tempus Fugit" con un pequeño fallo técnico.

Y a partir de aquí nos acercamos al presente. Me dejé conscientemente para más adelante el disco de ellos hacia el que más expectativas tenía y pasé antes al Going for the One (1977), que directamente me compré a ciegas. No fue un disco que me marcara: me gustó desde la primera escucha y todos los temas son muy buenos, pero no había ninguno que me volviera loco - incluso el polémico Drama tenía "Machine Messiah". Y finalmente hace unas semanas pasé hacia el disco suyo del que esperaba más y en general uno de los álbums hacia los que más expectativas tenía: Relayer (1974), un auténtico clásico de la banda célebre por su tema "The Gates of Delirium" que ocupa una cara entera. ¿Qué puedo decir? Me encantó. En ese sentido, cero sorpresas, esperaba muchísimo y estuvo a la altura.

Y aquí me encuentro, desde hace dos semanas oyendo en bucle a Yes con algunas pausas para pasar a AC/DC. Me he vuelto a enganchar a los grandes temas del Tales from Topographic Oceans y me he reconciliado un poco con el Fragile. ¿Qué me queda ahora? Dos primeros álbums con pinta de ser agradables pero un poco primerizos, que oiré seguro sin muchas expectativas, el polémico Tormato (1978) - de inexplicable título y portada - que no suele gustar y que oiré pero no comprándolo a ciegas. Ah, y los discos en solitario de Anderson, Howe y Squire que he leído que están muy muy bien (los de Wakeman son un coñazo). Porque lo que viene después me interesa solo a nivel anecdótico y no musical: un giro ochentero exitoso pero que personalmente detesto (pese a que este videoclip me fascina), anécdotas cachondísimas como el enfrentamiento Yes vs Anderson-Howe-Bruford-Wakeman que acabó desembocando en Union (1991) y que daría para una entrada por si sola y las peleas que siguen teniendo hoy día, en que tenemos a Yes girando con Howe y White de miembros clásicos y a Anderson y Wakeman por otro lado. ¡Algunas cosas no cambian!

Un par de rankings como cierre...

Discos favoritos separando los que creo que tienen un nivel similar entre sí del resto:

1- Close to the Edge
2- The Yes Album
3- Relayer


4- Tales from Topographic Oceans (¡en serio! ¡dadle una oportunidad!)


5- Going for the One
6- Drama o Fragile, según el día.


Canciones favoritas:

1- Close to the Edge
2- Starship Trooper
3- The Gates of Delirium
4- And You and I
5- Ritual (Nous Sommes de Soleil)
6- I've Seen All Good People
7- Yours Is No Disgrace
8- South Side of the Sky
9- Machine Messiah
10- Siberian Kathru


domingo, 3 de septiembre de 2017

Jane's Addiction - Summertime Rolls

He vuelto a engancharme felizmente a Jane's Addiction, una de las bandas clave de mi vida. No exagero si digo que entre los 16 y los 18 años estaba literalmente obsesionado con ellos. De hecho creo que hubo un año en que los escuchaba a diario, lo cual es una bestialidad si tenemos en cuenta que solo tienen tres discos y por tanto no es una banda que permita mucha rotación de álbums.

Es reconfortante en estos casos cuando uno vuelve a esos discos que tanto significaron en la adolescencia y al retomarlos confirma que realmente eran buenos, que no es que me dejara llevar por mi inexperiencia de juventud o porque tuvieran ganchos más proclives a funcionar con adolescentes que con adultos. No, los Jane's Addiction clásicos siguen siendo una de las cosas más mágicas que creo que ha dado el rock, en absolutamente todos los aspectos (especialmente la música, claro, pero también las letras, su estética, el artwork de los discos, los discursos pasados de rosca de Perry Farrell... todo). Por lo que he visto de directos recientes y mi propio recuerdo - les vi el 2003 - siguen siendo una gran banda pero sin esa magia de antaño. No es algo que me guste achacarles, hay veces en que ciertas obras son fruto de un momento muy fugaz y determinado que no puede repetirse.

En todo caso, la canción a la que estoy recurriendo más estos días es la preciosa "Summertime Rolls", que además es muy apropiada para esta época del año que está llegando a su fin.