miércoles, 25 de julio de 2012

Adiós amigos vinilos

Hace ya unos cuantos años vino a visitarnos a casa un amigo de mis padres. Es una persona con la que no tengo mucho contacto pero que me cae genial y aunque no hablábamos mucho era muy agradable charlar con él, ya que era (y es) muy buen tipo y simpático.

En una de esas visitas se enteró de que me gustaba el rock de los años 70 y se quedó boquiabierto. No es muy normal que alguien de mi edad escuche ese tipo de música y ciertamente sus hijos no tienen ni el más mínimo interés por el tema, por lo que cuando supo que me encantaban grupos como Led Zeppelin o la Creedence, que solía ir a conciertos de viejos dinosaurios y que además coleccionaba vinilos, enseguida me cogió más aprecio. Tengo entendido que de joven era muy aficionado a la música, estaba bastante al día sobre grupos interesantes (al menos lo más al día que puedes estar en la España franquista de los 70) y fue quien descubrió decenas de discos interesantes a mis padres. A día de hoy supongo que se le vería como un carroza anclado en los 70, pero aún mantiene ese entusiasmo hacia la música.

Por varias circunstancias esa persona tuvo que mudarse a otra ciudad y decidió cederme su colección de vinilos, ya que no podría disponer de un tocadiscos allá donde iba. A primera vista puede parecer algo insustancial pero no lo era para mí ni, desde luego, para él. En primer lugar porque aunque no era una colección monstruosa desde los estándares de coleccionismo que estamos habituados a ver hoy día, les tenía mucho cariño y me pidió que los tratara bien refiriéndose a ellos como su tesoro. Y en segundo lugar porque no es que simplemente dejara a otra persona cuidando sus vinilos sino que me los dejaba a mí confiando que los disfrutaría como había hecho él de joven, y por ello le gustaba recomendarme discos que creía que podrían gustarme.


Estos vinilos han estado conmigo tanto tiempo que al final he acabado considerándolos como míos. Pero no en un sentido posesivo, sino en el sentido de que los trataba con el mismo cuidado que los míos y que cuando iba a ferias de discos y veía uno de esos pensaba: "Ah mira, éste no debo comprarlo, ya lo tengo". Él por el otro lado siempre que pasaba por casa (una vez al año aproximadamente) me preguntaba por su tesoro y de vez en cuando comentábamos alguno.

Bien, este domingo llegó ya el día. Ha conseguido un tocadiscos y va a poder llevarse los vinilos consigo. Sabía que ese día llegaría y me alegro porque sé que aprecia mucho su colección, pero obviamente no puedo evitar sentir pena al verlos partir. Tampoco puedo evitar pensar que no los aproveché lo suficiente, que hay muchos discos que tenía ahí esperando como si fueran a estar siempre conmigo y ahora van a irse sin que hubiera podido oírlos. Álbums como el Love Your Live de los Rolling Stones, Made in Europe de Deep Purple, Searching for a Rainbow de Marshall Tucker Band, Caravansarai de Santana, Johnny and Edgar Winter Together, el debut de Ted Nugent, Book of Dreams de Steve Miller Band, Nine Live de Bob Seger & The Silver Bullet Band, los primeros discos de Clapton en solitario, etc. Por supuesto todos éstos puedo oírlos fácilmente por Internet, pero me hacía ilusión descubrir los álbums gracias a los vinilos.

Pero por otro lado no son pocos los discos que he descubierto gracias a esta colección. Algunos son obviedades que iba a oír de todas formas pero que escuche por primera vez gracias a esta colección, otros fueron descubrimientos puros y duros. Aquí van unos pocos:

  • The Marshall Tucker Band - Carolina Dreams
  • Ten Years After - Cricklewood Green
  • Led Zeppelin - Physical Graffiti
  • Johnny Winter - Captured Live
  • Neil Young - Harvest
  • John Mayall - The Turning Point
  • Grand Funk Railroad - E Pluribus Funk
  • Van Morrison - Moondance
  • Blind Faith - Blind Faith
  • Lou Reed - Rock N Roll Animal, Live
  • Peter Frampton - Frampton Comes Alive

Hay dos que relaciono especialmente a esta persona y su colección de vinilos por motivos totalmente distintos.
El primero es el Captured Live de Johnny Winter. Esta persona era un fanático de Johnny Winter y no paraba de recomendarme efusivamente sus discos. Sin embargo la primera vez que los escuché no me mataron del todo, tenían un estilo de pirotecnia guitarrera que a veces me cansa un poco y no les cogí la gracia, no obstante él me decía que le encantaba y me pasó incluso una cinta para que le grabara un par y así poder oírlos en su furgoneta, que aún va con cassettes. Y de repente un día me sorprendí poniendo ese directo y disfrutándolo. No fue porque insistiera mucho ni porque me viera obligado a que me gustara, simplemente de repente le cogí el punto. No es de mis favoritos pero ahora siempre que lo oigo lo relaciono a él y sus vinilos de Johnny Winter por lo mucho que le gustaba.

El segundo es Frampton Comes Alive. Éste es un directo que me gusta pero sin volverme loco, no obstante lo disfruto bastante. Hace unos meses, Frampton dio una gira por España tocando ese disco entero y el amigo de mis padres fue a verlo a Madrid. Al día siguiente llamó a casa de mis padres pero no para charlar con ellos sino que dijo que quería hablar conmigo. Llamaba para comentarme lo mucho que disfrutó del concierto y recomendarme que fuera a ver a Frampton cuando pasara por Barcelona. Así sin más, espontáneamente. En realidad se me pasó por la cabeza ir pero la entrada era muy cara y esa misma semana venían Yes. Aún así, estuvimos hablando más de 20 minutos en los que me explicó detalles del concierto que vio que demostraban que aún conservaba esa pasión por la música. Puede que no sea un experto en la materia, pero es de esas personas que disfrutan genuinamente de momentos así. Cuando le comenté de Yes me preguntó qué tal fue, pero no de la típica forma cortés que se suele hacer esperando una respuesta breve y resumida, sino que realmente parecía interesarle saber cómo fue el concierto aún sin ser él mismo un gran fan del grupo. Por esta tontería ahora relaciono el mítico directo de Peter Frampton con él y esa conversación.

En fin, ahora me toca despedirme de su colección y volver a ver mi estantería de vinilos reducida a la mitad. Supongo que no los aproveché tanto como podría porque inconscientemente pensaba que estarían siempre conmigo y que tendría tiempo. Pero por otro lado no es poco lo que he oído y descubierto (de hecho no he listado antes unos cuantos vinilos que oí y no me acabaron de gustar). Y hay discos que siempre asociaré a las primeras escuchas que hice de ellos cogiéndolos de esta colección y poniéndolos en el tocadiscos sin saber qué me encontraría, especialmente creo que siempre recordaré así Harvest, Carolina Dreams,E Pluribus Funk, The Turning Point, Cricklewood Green y Rock N Roll Animal.

Así pues, adiós amigos vinilos y gracias por haberme acompañado todos estos años.



No hay comentarios:

Publicar un comentario