lunes, 14 de octubre de 2013

Neil Young - After the Gold Rush (1970)


Es curioso cómo a veces algunos discos consiguen emocionar tanto. No sólo por la belleza de sus canciones o la calidad de sus composiciones y arreglos, sino porque de alguna forma consiguen tocar cierta fibra sensible. After The Gold Rush de Neil Young es uno de esos casos. En teoría no es más que un disco de temas lento de estilo folk, pero creo que todos los fans de Neil Young coincidirán en que tiene algo más que lo hace tan especial. ¿Es la calidad de sus canciones? Sí, pero no creo que eso explique todo, para mí sencillamente Neil consiguió alcanzar cierta sensibilidad muy especial que hizo de su tercer disco en solitario una obra tan conmovedora.

Es por ese motivo que cuando lo escucho suelo saltarme "Southern Man" y "When You Dance You Can Really Love". Son dos temazos pero para mí rompen la armonía tan especial del álbum, al igual que lo hacen los dos temas orquestales del Harvest. Por eso prefiero oírlos sueltos y, cuando escucho el After The Gold Rush, centrarme en el resto de canciones lentas y melancólicas.

En fin, ¿qué decir del resto? Cada pequeña canción es una pequeña joya llena de belleza, son de esas composiciones que me evocan cierta tristeza y al mismo tiempo me hacen esbozar una sonrisa. No tiene sentido desgranar una por una repitiendo adjetivos, así que destacaré algunas.

Por ejemplo el tema homónimo es en general una de mis canciones favoritas de Neil Young. La versión en vivo que hace en el Live Rust en que sustituye el solo de ¿trompeta? por uno de armónica es una de mis versiones en vivo favoritas de una canción, me pone literalmente los pelos de punta.


Mis predilectas normalmente siempre han sido "Oh Lonesome Me" con esa sentida armónica o "Don't Let It Bring You Down", pero a día de hoy creo que me quedo con "I Believe In You". Hace unos meses me puse enfermo y estuve una semana de baja recuperándome. En uno de los últimos días, cuando ya tenía fuerzas suficientes para volver a llevar una rutina normal, me aventuré a dar un paseo por la montaña con mis perros y decidí ponerme el After The Gold Rush para acompañarme. No hace falta decir que la combinación entre la armonía de la naturaleza y este disco fue perfecta, pero recuerdo como un momento especialmente inolvidable cuando sonó "I Believe In You". Puede parecer una tontería, pero es de esos momentos de especial comunión musical que tanto apreciamos los melómanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario