lunes, 10 de junio de 2013

Genesis y Grateful Dead: dos formas de entender los directos


El mes pasado caí nuevamente en la tentación haciendo un pedido a Amazon de dos discos que se me antojaba tener y que sabía que querría tener originales. Curiosamente eran dos directos de dos de mis grupos favoritos que representan una visión absolutamente contrapuesta de lo que es actuar en vivo: Genesis Live y Ladies and Gentlemen... The Grateful Dead.

De entrada la comparación entre cual de los dos es mejor sería totalmente injusta, sería como un combate de boxeo entre un luchador delgaducho contra un enorme mastodonte. A un lado del ring tenemos Genesis Live, un directo sacado sin consentimiento del grupo que ni siquiera era doble ni contenía el mejor momento de su repertorio, "Supper's Ready", porque ya se cargaba una de las dos caras. Al otro tenemos un directo cuatriple (cuatriple en CD, ya que se ha editado décadas después en plena era digital, en vinilo desconozco cuantos ocuparía...) que documenta a Grateful Dead en la que se considera la mejor época de su carrera, mientras que Genesis Live, aún encontrándose en su edad de oro, es previo a sus dos obras cumbre en estudio.

De hecho el motivo por el que adquirí Genesis Live es puro completismo, ya que existen algunos bootlegs de buena calidad de esa época del grupo con setlists más extensos y que les hacen más justicia. No obstante sigue siendo un buen directo.


Dejando de lado pues las comparaciones injustas entre dos discos en vivo que ni han salido en las mismas circunstancias ni juegan en igualdad de condiciones, no pude evitar hacer una comparación en términos más generales. Los Genesis de Peter Gabriel y los Grateful Dead de principios de los 70 son dos de las bandas que más me habría gustado ver en vivo, pero como ya he dicho curiosamente son dos concepciones absolutamente contrarias de lo que debe ser un concierto.

Por un lado los Grateful Dead, banda psicodélica y de folk-rock, se ganaron a pulso la fama de ser una banda sobre todo de directos más que de estudio mediante larguísimos conciertos basados en las jams e improvisaciones entre miembros del grupo. De un día para otro la banda podía cambiar totalmente el setlist, el cual por cierto a menudo estaba formado por versiones ajenas (a veces presentes en discos de estudio del grupo y a veces no), que iban desde el blues y el folk clásico a temas de soul o Chuck Berry (en los 90 incluso les dio por tocar "Baba O'Riley" de los Who, aunque obviamente no les quedaba bien).

Por el otro lado tenemos a Genesis, estandartes del prog-rock británico, que únicamente se centraban en su propio material y buscaban calcar las canciones a las versiones de estudio. Los setlists del grupo eran cerrados ya que uno de los grandes alicientes de sus conciertos era su llamativa puesta en escena con Peter Gabriel disfrazándose de cualquier cosa que se le pasara por la cabeza para representar las canciones.

El terreno natural de Grateful Dead era el directo mientras que el de Genesis el estudio, por ello mientras los Dead daban lo mejor de sí en directo, a cambio Genesis tienen mejores discos en estudio con composiciones tan complejas que bastante trabajo les daba poder trasladarlas al directo como para pensar en variarlas - de hecho soy incapaz de imaginarme al grupo todoterreno de García enfrentándose a temas de ese tipo.


Son por tanto dos formas magníficas de hacer directos pero totalmente contrapuestas: Genesis calcando su material y dándole el aliciente de una trabajadísima puesta en escena que lo hace tan especial y Grateful Dead con sus jams y sus imprevisibles setlists llenos de versiones. Supongo que el manual del rockero auténtico se decantará sin duda por la segunda centrada únicamente en la música, pero no creo que una sea mejor que la otra ya que ambas triunfan en el propósito de deslumbrar al público en conciertos y tanto una como otra conllevan un gran trabajo detrás. Lo de servirse de disfraces y una puesta en escena no creo que sea "trampa" ya que es un recurso al que cualquier grupo puede recurrir y de hecho tiene su propia complejidad (sincronización perfecta entre música y el resto de elementos) y riesgo (sin duda salir al escenario disfrazado de flor era una apuesta arriesgada la primera vez que Peter se decidió a hacerlo).

En 1972 uno podía disfrutar en Reino Unido de ver a Grateful Dead en su histórico tour del 72 y a Genesis deslumbrando con la reciente "Supper's Ready". Yo desde luego mataría por haber estado en ambos conciertos, son dos facetas del rock que adoro cada una a su manera



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