jueves, 17 de abril de 2014

Nirvana - Live at Reading 1992


Creo que ya lo dije en algún sitio de por aquí, pero Nirvana es un grupo que a día de hoy apenas escucho, pero eso no quita que me sigan pareciendo muy buenos. Una vez o dos al año me da por rescatar algunos de sus discos y siempre compruebo con alivio que me siguen pareciendo muy muy buenos, y que por tanto mi inapetencia por escucharlos no es tanto a causa de su falta de calidad como de mis cambios de gusto musicales.

En el último ramalazo Nirvana que me ha dado - a raíz del aniversario de la muerte de Kurt Cobain - he decidido echar un vistazo al directo que editaron hace unos años de Live at Reading 1992, que reemplazaba al From the Muddy Banks of the Wishkah el título de gran directo oficial del grupo en formato eléctrico. Y es que la gracia del Reading es que nos muestra a Nirvana promocionando todavía el Nevermind, cuando aún estaban a medio camino entre la inocencia y espontaneidad de sus primeros años y su estatus de una de las grandes bandas de la época.

Concierto entero cortesía de Youtube, disfrútenlo antes de que lo hagan quitar.

Me lo he ido poniendo un par de días y he echado algunos vistazos al vídeo, y me han venido a la mente algunas reflexiones inocuas al respecto:
- Lo primero de todo, obviamente, recordar hasta qué punto significaron tanto Nirvana para mí en su momento y las sensaciones que me evoca escuchar su música todavía.
- Qué tema tan enorme es "Aneurysm" y sin embargo se vio relegado a ser una rareza apareciendo en el disco recopilatorio de caras B y demás cosas por el estilo Incesticide.
- Aquellos que siempre utilizan como argumento contra Nirvana sus limitaciones musicales no tienen ni idea de lo que hablan. El sonido tan compacto que tienen aquí de guitarra-bajo-batería es una de las cosas más cool que se pueden oír. Sonaban perfectos para la música que hacían: contundentes y cada instrumento en su sitio. Y por cierto, qué buen batería era Dave Grohl.
- Un detalle crucial para mí de este directo es el sentido del humor y la espontaneidad que refleja la banda. Se nota lo que son: tres chavales que de repente han tenido un éxito internacional pero que siguen comportándose como tal, tres veinteañeros pasándolo bien sin tomarse muy en serio, haciendo bromas. El inicio es una prueba clarísima de ello. Pese a ser un concierto importante y que iba a ser grabado (o quizás precisamente a causa de eso), la entrada del grupo a escena es pura pantomima: Kurt entra en escena en silla de ruedas con una peluca ridícula, se levanta, canta al micrófono un verso de una balada espantosamente empalagosa ("Some Say Love" de Bette Midler) y se tira al suelo. Es maravilloso.
- Siguiendo con el rollo este tan espontáneo y divertido, es de destacar que antes de "Smells Like Teen Spirit" toquen un trozo de "More than a Feeling", una broma muy cachonda teniendo en cuenta que en su momento le dijeron que el riff se parecía mucho a la canción de Boston. De nuevo, no es lo que uno esperaría en aquel momento en el concierto.
- Me mola mucho la versión que hacían de "Love Buzz" y que combinen versiones de temas punk underground con el de una banda de pop-rock danesa olvidada.
- Me encanta el momento en que Kurt dedica la canción a su hija recién nacida y pide a la audiencia que grite "Courtney we love you" dedicado a su esposa. Obviamente sabiendo la imagen que tiene Courtney Love hoy día la percepción de ese momento cambia, pero sigue siendo conmovedor.
- No sé si comprarme el disco o no. Lo lógico sería no hacerlo, ya que apenas les rescato hoy día, pero al igual que hice con el Bleach (lo compré demasiado tarde, sin ser ya muy fan del grupo), me tienta hacerme con él por los viejos tiempos. Quién sabe...

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