miércoles, 11 de junio de 2014

Primavera Sound 2014 (Jonathan Wilson, Television, Godspeed You! Black Emperor y Mogwai)

La última vez que fui al Primavera Sound me dije que no volvería a no ser que trajeran algún grupo que hiciera mi presencia absolutamente imperativa. Los continuos solapes y una presencia cada vez mayor de un público menos interesado en la música y más en charlar durante los conciertos me animaron a ello. Pero sucedió. Se anunció que para la edición del 2014 traerían a Television. No sólo eso, sino a Television interpretando Marquee Moon en su integridad. Sentí una sensación encontrada a medio camino por la ilusión de ver a Television interpretando uno de mis discos preferidos y el hastío de tener que volver a pasar por un festival para disfrutar de ello.

Aunque luego anunciaron de que también vendrían dos de mis bandas favoritas de las últimas décadas como Pixies y Arcade Fire (así como otras que no me importaría ver, como Drive by Truckers o Dr. John), preferí no ilusionarme e hice bien: ninguno de ellos actuaba el sábado, el mismo día que Television. Por suerte, sí que podría ver a Godspeed You! Black Emperor, así como a un grupo y un artista que no conocía pero hacia los que sentía interés: Mogwai y Jonathan Wilson.


Los días previos al Festival se anunciaron algunas lluvias y efectivamente el viernes por la tarde algunos de los conciertos quedaron algo deslucidos por una tormenta. Afortunadamente al día siguiente sólo me encontré lluvia al salir de casa y el resto de la tarde y noche hizo un tiempo más que agradable.

Después de un pequeño paseo tanteando algunos escenarios y mirar un rato a unos tales Hebronix, que no sonaban mal, a las 18:30 acudí al escenario en que podría ver a Jonathan Wilson. El amigo Wilson ha sido uno de mis descubrimientos de este año. Su nombre me sonaba como uno de esos músicos revelación que se menciona en foros pero no lo había escuchado porque el 90% de gente de ese estilo al final son artistas que me agradan pero sin matarme. Con esa idea en mente me bajé su segundo disco, Fanfare (2013), y me sorprendió muchísimo. No era el típico disco de folk-rock americano pero olvidable sino que combinaba influencias de Pink Floyd con Crosby Stills & Nash y tenía además buenos temas. Sabiendo además que sus directos gozaban de muy buena fama, su actuación prometía ser fantástica. Y efectivamente, fue un muy buen concierto aunque tristemente breve, tan sólo 50 minutos de los cuales yo me tuve que perder la mitad para guardar sitio para Television, que era mi prioridad nº 1. Por tanto no pude evitar la sensación de quedarme algo a medias. Empezó con tres temas de Fanfare: el propio "Fanfare", "Fazon" y "Dear Friend". El primero lo pudo resolver sin problema aún sin los arreglos orquestales y en cuanto a los otros dos, lo mejor fueron los tramos instrumentales en que la banda se dejó llevar. Le siguió "Desert Raven" de su debut, que no conocía, y tras este tema tuve que irme a Television. Desde allá pude oír un poco el resto del concierto, donde parece que se explayó aún más en las improvisaciones instrumentales. Una pena quedarme a medias, confío poder verle en condiciones.


Television tocaban en el escenario de enfrente, donde fue fácil conseguir un sitio cercano a causa de los enormes charcos que había provocado la lluvia en las primeras filas. Se me hizo muy raro ver a un cabeza de cartel como ése a las 19:30 de la tarde a pleno sol, pero fue una petición del propio grupo, que querían tocar temprano supongo que para no irse a dormir tarde (la edad no perdona, ya saben). La banda la forman a día de hoy tres miembros originales (Tom Verlaine como líder a la voz y la guitarra, Billy Ficca a la batería y Fred Smith al bajo) y el guitarrista Jimmy Rip sustituyendo a Richard Lloyd.

Mentiría si dijera que no sentía ciertos temores hacia Verlaine, que parece un tipo totalmente desangelado y sin sangre en las venas. No dudaba de que su trabajo a la guitarra sería de primer nivel, pero temía que su apatía estropeara las melodías vocales de las canciones - que tampoco es que fueran especialmente complejas, pero hay que saber cantarlas. Y el inicio no hacía esperar mucho en ese sentido. Una vez superada la emoción de verles en persona, los primeros minutos fueron algo anticlimáticos, con Verlaine probando meticulosamente su guitarra antes de empezar e intentando decirle algo al técnico de sonido. Tras acabar con la inicial "See No Evil", Verlaine se quitó la guitarra y se dirigió al lateral a hablar con el técnico. Luego se disculpó ante el micrófono argumentando que no podía cantar si se oía el bajo por uno de los altavoces, o algo así (¿?). Su total incapacidad de comunicarse con el público hizo que esos minutos se hicieran algo raros, como una especie de coitus interruptus, y dio a ojos de muchos una impresión de la actuación más desfavorable de lo que acabó mereciendo. A partir de entonces ya no hubo más problemas, aunque las paradas entre canciones para afinar la guitarra sin ningún comentario al público para llenar los silencios aumentó la sensación de frialdad. No obstante, eso yo ya me lo esperaba conociendo a Mr. Verlaine y por suerte la música sí que estuvo sobradamente a la altura. La maquinaria de Television seguía sonando impecable.

A partir del segundo tema, "Prove It", ya conseguí meterme en el concierto - por cierto, qué molón quedaba en este tema el toque de Ficca a la batería, desde haberlo oído en vivo ahora cuando la escucho en estudio no puedo evitar fijarme - y ya desde entonces obviamente el setlist fue intachable por motivos obvios: "Elevation" (una de mis debilidades personales), "Friction", "Guiding Light" y "Venus". Aunque habría sido genial ver a Lloyd, se notaba que Verlaine y Rip se entienden perfectamente y el juego de guitarras entre ellos dos fue fantástico. Según el tema era uno u otro el encargado de hacer los solos, y esa fantástica comunicación entre guitarristas que hace tan especial el Marquee Moon, ese sonido a medio camino entre el jazz y el rock, lo lograron reproducir a la perfección.

Lo mejor del concierto sin duda fue el final. Primero "Torn Curtain", que sin ser de mis predilectas del álbum, sonó arrolladora. Y luego, claro, "Marquee Moon", que todos sabíamos de hecho que iba a ser la mejor de todas y no decepcionó en absoluto. El trabajo de Verlaine a la guitarra solista en estos últimos dos temas compensaba de sobras su actitud más bien apática hacia el público demostrando que se guardaba la energía para su labor como instrumentista. Fue un final apoteósico e inolvidable. Por desgracia con la versión alargada de "Marquee Moon" llegaron a su tope de una hora y abandonaron rápidamente el escenario. Fue bastante anticlimático tener que despedirse de ellos tras solo una hora y habiendo llegado al mejor momento del concierto. Dejó la impresión de que faltaba algo más. Un "Little Johnny Jewell" de 15 minutos de nada como cierre habría sido la guinda perfecta (después de todo también es de las sesiones del Marquee Moon, ¿no?). No obstante, pese a su brevedad, fue inolvidable y muy muy especial para mí.



Hasta las 21:45 hice tiempo viendo un trozo de Caetano Veloso, que era uno de los grandes nombres de esa jornada, pero definitivamente no era lo mío. Finalmente acabé guardando sitio para el que muchos consideran el concierto del festival: Godspeed You! Black Emperor. A lo tonto, sin ser fanático de ellos, era la tercera vez que les veía y aunque no me encajaban para nada en un festival (ni a mí ni a nadie) me acabaron gustando más que la segunda vez que les vi. El tipo de concierto que dan es para ver en salas obviamente: largos y densos temas instrumentales de post-rock con toda la banda oculta en las penumbras mientras se proyectan imágenes de fondo. No obstante, su innegable calidad musical compensaba el poco apropiado escenario con creces. Interpretaron sólo cuatro temas, empezando con la magnífica "Mladic" de su último disco, seguida de la emotiva "Storm" de su álbum más mítico (quizá la canción más "accesible" de las que conozco de su discografía) y de su pequeño clásico "Moya". El último tema hasta donde yo sé era nuevo y aparece firmado como "Behemoth". Todo esto les llevó hora y tres cuartos.

Aunque el post-rock es un género que me agrada, a veces no puedo evitar pensar que bajo tanta fachada en realidad no hay más que un estilo basado en algo tan primario como el placer de recrearse en el ruido y el contraste calma-tempestad. Que no tiene nada de malo (casi todos los géneros se basan en conceptos básicos) pero me parece absurdo que tanta gente lo contemple como algo tan sesudo y superior. En todo caso, reconozco que Godspeed You! Black Emperor son más que eso, y para mí los diferencia de otras bandas que he oído del género. Se basan en ello, pero saben crear pasajes intensísimos y al mismo tiempo muy interesantes musicalmente. Han creado un universo propio que funciona a la perfección, y aunque a uno le tienta ir contra tantos halagos unánimes diciendo que no son para tanto, realmente son una gran banda que, contra todo pronóstico, se están dando a conocer sin haber dado nunca su brazo a torcer ni apartarse de su estilo.
Otro detalle a mencionar es que dice mucho en favor de la organización que les dejaran 2 horas de escenario aún cuando no eran, ni mucho menos, el cabeza de cartel del sábado. Eso demuestra que los organizadores eran conscientes del estatus de culto de la banda y que era comprensible que pidieran más tiempo del que se suele dar normalmente en un festival.

Imagen de ejemplo de cómo es un concierto de GY!BE

Precisamente, respecto a eso que decía sobre el post-rock, Mogwai son un ejemplo perfecto. Hace años que quiero escucharlos y con motivo del concierto pensé que sería el momento propicio, pero me echó atrás el que sus últimos discos tiraran hacia sonidos algo más electrónicos. No obstante, disfruté del concierto, donde ese estilo electrónico no se notaba tanto. Pero aún perteneciendo al mismo género que Godspeed You! Black Emperor no se pueden comparar. Su música es buena y su acercamiento al post-rock más que notable, pero no tienen la magia de los canadienses y demuestran que, al fin y al cabo, post-rock no es más que una etiqueta a la que cabe quitar algo de solemnidad. Empecé el concierto entre las primeras filas para huir de los cacareos que se forman hacia atrás, pero el infernal volumen me obligó a tirar atrás mientras me lamentaba por no haber traído tapones para los oídos. La inevitable consecuencia fue que tuve que sufrir el que ha acabado siendo uno de los grandes lastres del festival a día de hoy: su masificación implica la llegada de muchos ocasionales a los que no les interesa tanto la música y se pasan el concierto hablando, algo que jamás podré entender (rayos, seguro que muchos de ellos conocían a Mogwai mejor que yo, y no obstante yo estaba más atento a la música). En el caso de Mogwai no fue tan molesto porque los guitarrazos los tapaban, pero en temas con pasajes más lentos como "Mogwai Fear Satan" (mi favorita de las que tocaron) estropearon un poco el ambiente. No obstante, aún sin ser fan ni conocer ningún tema y pese a ser ya la 1 de la madrugada, no me aburrí en ningún momento pese al cansancio que iba acarreando.

En general creo que lo disfruté más que en el 2012, y aunque iba esencialmente por un grupo y me fastidió tener a los Pixies y Arcade Fire tan cerca y perdérmelos, el concierto de Godspeed You! Black Emperor me compensó con creces. Pese a eso, una vez pasado, digo lo mismo de siempre: no volveré a ir a no ser que traigan a alguien que literalmente no pueda perderme como ha sucedido este año. Aunque a nivel de organización me parece impecable, no me gustan los festivales, con conciertos breves, solapes dolorosos y esa forma de entender el consumo de música como un pica pica en que coges un poco de aquí y de allá - por no hablar de una mayor presencia de gente no interesada por la música que hace que sea imperativo estar en primeras filas para disfrutar de los conciertos. De todos modos, a ver a quién traen el año que viene, quizá acabo volviendo a tragarme mis palabras y vuelvo a repetir. ¿Quién sabe?

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