lunes, 11 de noviembre de 2013

George Harrison - All Things Must Pass (1970)


Debió ser digna de ver la cara que se le quedó a Paul McCartney y John Lennon en el momento en que All Things Must Pass salió a la calle. Históricamente los Beatles siempre habían sido John y Paul teniendo su lucha de egos con George sacando la cabeza de vez en cuando intentando colar algunos temas propios por discos y ya está. Por ello cuando el grupo se separó debió ser una sorpresa mayúscula cuando ese tipo que contribuía con dos canciones por disco se sacó de la manga un disco triple... y no solo eso, ¡sino un disco triple realmente genial! Este es uno de esos sucesos que me encantan cada vez que pienso en él, la aplastante victoria de un músico secundario sobre los dos líderes del grupo.

Este disco lo tengo asociado a cuando murió George el 2001 y de repente todos los medios de prensa y críticos hablaron de lo genial e infravalorado que era. Fue en ese pequeño boom Harrison que el álbum volvió a relanzarse, y no en una maniobra comercial como yo pensaba sino por pura casualidad, ya que esa reedición fue supervisada por el propio músico muy poco antes de fallecer. Yo me hice con él mediante la biblioteca de mi barrio contagiado de esta fiebre al poco de su muerte y me gustó tanto que decidí grabármelo.

Con el tiempo, a medida que exploraba los discos clásicos de los Beatles, me di cuenta de un hecho muy significativo: All Things Must Pass me pareció superior a cualquier álbum de los Fab4. No es una declaración muy significativa viniendo de alguien a quien no le gustan los Beatles y que solo disfruta de momentos puntuales de sus discos clásicos, viene a ser en realidad una forma de decir que es el único álbum del universo Beatle que puedo oír en su totalidad sin aburrirme. No obstante llevaba muchos años sin rescatarlo y al final llegué a ese punto en que me daba cierto miedo y pereza reescucharlo por miedo a comprobar cómo un disco que siempre me había caído en gracia no soportaba el paso del tiempo. Pero sorpresivamente el verano pasado en mitad de mis vacaciones se me antojó de forma repentina e injustificada y lo volví a rescatar. Y por fin puedo confirmarlo: sigue siendo un gran disco.

El Plastic Ono Band de John Lennon hace años que lo he dejado olvidado y ya no me apetece oírlo más, los discos clásicos de los Beatles ya me los sé de memoria y estoy seguro de que no van a formar parte de mi colección, y así como hace años estuve enganchado a temas sueltos de McCartney y tanteé la idea de hacerme un recopilatorio casero, cuando los reescuché hace poco la mayoría se me vinieron abajo estrepitosamente. El único que ha sobrevivido a estos años es este disco de George Harrison, y eso me convence más de que va a acabar siendo mi único vínculo a ese selecto (en realidad no tan selecto) club del que nunca he formado parte, que es la Beatlemanía.


Otro aspecto que hace tan interesante este álbum viniendo del Beatle discreto, es el hecho de que All Things Must Pass es una gran producción, un disco producido por Phil Spector - con todo lo que ello implica - y grabado con un montón de músicos ilustres, algo que contrasta con los primeros esfuerzos en solitario de sus compañeros, el "yo-me-lo-guiso yo-me-lo-como" del soso debut de McCartney y el intimismo del Plastic Ono Band. Aquí dentro tenemos a gente como Derek & the Dominos más el propio Eric Clapton, músicos de Badfinger, Billy Preston, Dave Mason, Bobby Keys (futuro saxofonista de los Stones) y un largo etcétera. Eso hace que sea un disco muy rico en matices e instrumentos, pero por suerte no se pierde la magia de las canciones entre tanta gente y da casi más una sensación de familia.

Como es bien sabido, el tercer disco es el más polémico al ser simplemente unas jams informales entre toda esa gente. La realidad es que Harrison no lo veía como parte de esta obra, sino como un extra, un añadido como regalo a los fans porque no quería tirar todas esas jams que habían grabado. A mí no me desagradan pero tampoco son especialmente brillantes, no obstante vistas como las planteó Harrison, como un extra, están muy bien.


En lo que respecta al disco, sería largo hablar de cada tema (y ya me he extendido mucho) así que diré que mi momento favorito con diferencia es la cara C del álbum, donde se encuentran casualmente todas mis composiciones favoritas. Salvo "Apple Scruffs" el resto me encantan todas: "Beware of Darkness" ha sido desde siempre mi favorita de George, el tema homónimo desprende una melancolía fantástica y tanto "Ballad of Sir Frankie Crisp (Let It Roll)" como "Awaiting on You All" son las dos grandes joyas ocultas del disco. La primera es una balada sumamente especial, de ésas que tienen algo que te enamora. La segunda es sencillamente una pasada, una canción fantásticamente producida, muy pegadiza y con una letra con bastante polémica (crítica al Papa incluida).


Del resto del álbum destacaría "Wah-Wah", y las dos "Isn't It A Pity" (no sé qué versión prefiero, ambas me parecen muy buenas. En todo caso, creo que es un disco fantástico. Desconozco si luego Harrison mantuvo el nivel y tampoco me corre mucha prisa averiguarlo, pero en todo caso All Things Must Pass es una grandísima obra a la altura del mito.

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