lunes, 18 de febrero de 2013

Días de radio


No me gusta escuchar la radio. De hecho nunca me ha gustado.
Entiendo su importancia en la era pre-internet, al igual que las revistas de música, pero nunca he tenido la costumbre de escucharla. Aún así cuando empecé a sentir curiosidad por la música y aún no tenía Internet para descubrir nuevos grupos me habría encantado tener algún programa de radio como guía. Sé que los había porque luego leí a mucha gente alabando programas que seguían en esa misma época que les dieron a descubrir muchos grupos... el problema es que yo no tenía a nadie que me aconsejara y me los descubriera, así que tuve que apañarme sin radio.
Una vez tuve Internet a mano ya no tenía necesidad de escuchar programas de radio: para descubrir grupos ya tenía Internet, y para oír música yo mismo podía ponerme discos o hacer un playlist en mi ordenador.

Así ha sido hasta hace un par de años. De hecho cuando algún conocido me recomendaba alguna emisora o programa de radio que siguiera mis gustos musicales (básicamente rock clásico) no solían engancharme porque ponían las mismas canciones. No tengo nada contra los temas clásicos-prototípicos del rock que todo Dios conoce, pero si me pongo una emisora de radio agradezco algo de variedad, no una canción predecible tras otra.
Por supuesto ya no hablo de las clásicas radiofórmulas, a las que les tengo una manía especial y que detesto profundamente: emisoras que se dedican a poner las mismas canciones siempre para que sus oyentes se queden tranquilos escuchando composiciones que conocen y aprueban, nada nuevo ni arriesgado. El horror.


El caso es que cuando empecé a trabajar en mi actual oficina hace ya un par de años descubrí que mi ordenador tenía instalado un programa que en circunstancias normales no me gusta por relacionarlo con los iPods (un invento que detesto más aún que las radiofórmulas): el iTunes. Pero el caso es que como reproductor me venía bien, me traje varios discos en MP3 y me los escuchaba ahí mientras trabajaba. De vez en cuando renovaba el material con nuevos álbums, y eso sumado al Spotify (o la mágica combinación "Youtube + "título del disco + full album") para cuando me apetecía oír algo que no tenía a mano, me venía de perlas.

Sin embargo hay ocasiones en que no me apetece oír nada en concreto en las cuales agradecía una emisora de radio. Investigando descubrí que en el propio iTunes venían un montón, pero volvía al problema de antes: no quería una emisora de radio que programara "Smoke on the Water" y "Layla" 24 horas. Por suerte encontré el elemento clave de cara a animarme a escuchar radio por fin: emisoras que programaban rock clásico pero sin repetir los hits de siempre.

Fue un grandísimo descubrimiento. Por supuesto las emisoras de ese tipo que encontré eran extranjeras, de países donde hay una mayor cultura musical. Así pues, en su programación uno se encuentra desde hits obvios a canciones oscuras de grupos famosos y temas de bandas desconocidas de esa época. Magnífico para escuchar música relajadamente sin agobiarse con las canciones de siempre y de paso descubrir nuevos grupos. Pese a que las que sigo tienen una extraña obsesión con Johnny Winter y Robin Trower, se agradecen emisoras de ese estilo y que por ejemplo no se cortan en poner la suite de 20 minutos del Pawn Hearts de Van Der Graaf Generator entera. También recuerdo con especial cariño una vez en que estaba muy obsesionado con Be-Bop Deluxe y dudaba entre ponerme un disco suyo o una emisora de éstas, me decido por lo segundo y, voilà, "Ships in the Night" de Be-Bop justo en ese mismo momento.

Para acabar esta entrada nada mejor que citar las que suelo escuchar más a menudo:
  • Peace Radio: creo que es francesa, mi favorita, una combinación excelente de clásicos con temas oscuros y/o más difíciles.
  • Radio IO 70s Rock: ésta es más clásica pero incluye mucha variedad y no se hace pesada. A cambio ponen mucho un anuncio de un locutor de otro programa de radio llamado Bubba the Love Sponge que me da muy mal rollo. Pero mucho.
  • Radio IO Progressive Rock: la tanteé en una etapa muy enganchado al prog, pero en realidad su concepto de "rock progresivo" es muy amplio e incluye no solo a nombres habituales del género sino grupos y canciones que realmente no son progresivos pero encajan con el perfil medio de oyente.
  • Charlietown Blues: mi favorita de blues de las que he probado.
Bubba the Love Sponge, mi archienemigo


No hay comentarios:

Publicar un comentario