domingo, 18 de abril de 2021

Supertramp - Even in the Quietest Moments (1977)

 

Me es difícil valorar con cierta distancia (ya no digamos objetividad, si es que eso es posible) un disco que personalmente significa tanto para mí como Even in the Quietest Moments (1977). Sí que creo que, al margen de las consideraciones personales, es el mejor disco del grupo junto a Crime of the Century (1974) al tener su mejor colección de canciones sin un solo bajón, pero aparte de eso el motivo por el que le tengo tanto cariño es que fue uno de los primeros álbums que descubrí cuando empecé a interesarme por la música de adolescente más allá de los pocos grupos en que me movía por entonces (básicamente Queen y Elton John).

Llegué a él por recomendación de mi madre, que lo consideraba uno de sus discos favoritos, e inicialmente me recomendó que escuchara simplemente el tema "Fool's Overture", que es quizá su canción favorita. Dicha composición me enamoró desde la primera escucha y durante un tiempo mi contacto con Supertramp no pasaba de este tema, de igual forma que me pasó con otros grupos de los que me haría fan, de los que inicialmente solo escuchaba una canción suya, la que me recomendaban, antes de pasar a escuchar los discos enteros ("Stairway to Heaven" en el caso de Led Zeppelin, hasta que me animé a oír el Remasters entero, o "Money" en el caso de Pink Floyd, hasta que decidí oír entero el The Dark Side of the Moon). De modo, que escuchando Even in the Quietest Moments es inevitable que me vengan flashes de aquellas primeras escuchas, cuando mi universo musical era tan limitado y los pocos detalles que tenía a mi alcance me dejaban una impresión más fuerte. Por entonces teníamos ese disco solo en vinilo, y uno de mis primeros recuerdos es un pequeño momento de la primera parte a piano de la canción que, ay, estaba rallada y siempre tenía que saltar con la aguja, de modo que mis primeras escuchas de "Fool's Overture" implicaban estar cerca del tocadiscos en los primeros minutos para saltar ese momento cuando llegaba. Otro es el final del tema que va justo antes, "From Now On", ya que a veces situaba la aguja justo al final de esa canción para pillar "Fool's Overture" desde el principio y oía entonces ese coro lleno de voces desvaneciéndose en fade out de la canción anterior sin conocer el resto de la composición. No sabía a qué sonaba pero me daba una imagen como de comuna hippie todos cantando a coro, supongo que alentado por esa portada con el paisaje nevado.

Recuerdo también las fotos de la banda en la carpeta del vinilo, porque en aquellos años teníamos muy poca información de dichos grupos y debíamos recrearnos en lo poco que nos daban los discos. No sabía quiénes eran Supertramp, si eran unos tipos chungos con vida de rockstar peligrosa (obviamente no era así, más bien al contrario) o unos tipos más bien inofensivos. Yo veía simplemente a cinco tipos melenudos y era incapaz de situar qué rol ocupaba cada uno en el grupo o su carácter, y creo que siempre tiene cierta fascinación cuando uno empieza con una banda nueva y no sabe nada de ellos. Recuerdo la foto de John y Dougie haciendo el tonto al lado de Rick, y por otro lado a Bob y Roger más serios fumando, y que obviamente me simpatizaban más los primeros. Seguramente todos estos detalles son irrelevantes, pero para mí esas pequeñas impresiones van asociadas a mis primeros contactos con el que sería uno de mis discos favoritos.

Finalmente me animé a escuchar el disco entero, y me encantó. Me lo grabé en cinta de cassette (ya tengo una edad, amigos) y recuerdo una primavera que solía sacar a pasear a mi perra oyéndola muy a menudo. Sobre todo la sensación de quietud que daba oír el tema homónimo con el ambiente primaveral, algo que creo que a Roger le enorgullecería porque supongo que es lo que pretendía. Y aunque mis gustos irían ampliándose y cambiando con el paso del tiempo, Even in the Quietest Moments siempre siguió siendo uno de mis discos predilectos y más especiales.



Ésta es la parte personal, pero ¿qué podemos decir del álbum en su contexto con los datos que ahora sabemos? De entrada que querían resarcirse del "error" de Crisis? What Crisis? (1975) al haberse grabado tan rápido (he entrecomillado "error" porque es un gran disco, ¡de modo que ojalá todos los errores fueran así!) y tomarse su tiempo. Una vez ya instalados en la costa oeste de EEUU, se metieron a trabajar en un estudio situado en un rancho en las montañas en el cual sacaron la fotografía de la portada. La idea era cuidar más las canciones y de nuevo que fluyera bien como álbum, igual que el Crime of the Century, pero al mismo tiempo buscaban darle un tono menos dramático. Creo que triunfaron, al igual que harían en su siguiente disco, en seguir sonando a ellos mismos a la vez que aportaban una faceta diferente de los álbums anteriores, evitando ser una mera repetición pero sin alejarse de su estilo. Un rasgo nada menor del disco es que aquí no usarían teclado eléctrico en ninguna canción, aún siendo el instrumento que más se asociaba al sonido Supertramp, y Rick por otro lado no mostraría tanto su deje blues-rockero como en sus otras obras clásicas.

Como de costumbre, muchas de las canciones existían desde hacía tiempo. Rick llevaba años dándole vueltas a "From Now On" hasta que por fin se decidió a incluirla aquí, y "Give a Little Bit" era una composición también bastante antigua de Roger que Bob comenta que recuerda haberle oído ensayar en su habitación de hotel en las giras anteriores. Una vez más la clave no está solo en la calidad de las canciones sino en haberlas sacado a la luz en un álbum en que encajaran todas juntas, algo muy importante para el grupo por entonces.

En el aspecto menos positivo, Even in the Quietest Moments es también el álbum en que se inicia el cisma Rick/Roger. Si tras el éxito de Crime se habían ido distanciando a raíz de que cada uno había encontrado y fortalecido su personalidad (tanto en el ámbito musical como personal), aquí empezaron a vislumbrarse ciertas tensiones cuando sus caminos se iban distanciando cada vez más: Roger se involucró muy a fondo en temas espirituales mientras que Rick se asentaba casándose con Sue, que en unos años se revelaría como un personaje muy importante en el universo Supertramp... para mal. Rick siempre se sentiría molesto porque Roger colara sus "rollos espirituales" en los discos del grupo, y Roger se sentiría cada vez más alejado de un Rick cada vez más acomodado.

El álbum se inicia con el que considero uno de los temas definitivos de Supertramp y mi hit favorito del grupo, "Give a Little Bit", una canción que me transmite buen rollo inmediato con su melodía ultrapegadiza. Le sigue mi debilidad personal del álbum, "Lover Boy", una composición de Rick que es mi segunda favorita del disco pese a ser con diferencia la menos conocida de todas. No sé si es cosa mía pero a mí me parece una canción maravillosa que siempre me ha dado muy buenas vibraciones. No sabría explicarlo pero este tema para mí representa en cierto modo la conexión tan especial que tengo con el disco sobre todo al ser un tema que uno nunca oye fuera de él porque no está en recopilatorios o directos (por desgracia para mí es de los pocos temas de los discos clásicos del grupo que jamás se han tocado en vivo porque al parecer no les acababa de funcionar, y parece ser que en la gira del 2010 estuvieron ensayándola, pero nada... una pena).

El tramo final de la cara A representa el segmento tranquilo del disco con dos temas lentos de ambos compositores. "Even in the Quietest Moments" es mi balada acústica favorita de Roger, creo que tiene un aire ensoñador muy especial, y sobre todo me gusta cómo en la parte final el tema da un giro inesperado con la entrada de la batería y un segmento instrumental que le diferencia de otros temas por el estilo de Roger que no se salen del patrón típico acústico. En cuanto a "Downstream", es una preciosa balada a piano de Rick que me trae recuerdos de la primera vez que vi a Supertramp el 2002. Era el primer concierto de mi vida, y recuerdo que con este tema la gente sacó los mecheros (¿recuerdan cuando se hacía eso en los conciertos?) y que todo el Palau Sant Jordi coreó los "We will stay..." del estribillo, lo cual fue bastante emocionante sobre todo habida cuenta que no es uno de los temas más populares del grupo - la siguiente vez que les vi no hubo mecheros ni gente coreando el estribillo...

La cara B del disco no puedo decir que sea inferior a la A, pero realmente siempre me ha gustado más la primera parte del álbum aunque la segunda tenga mi canción favorita del grupo. Creo que es porque la cara B no tiene ese rollo tan especial de la A, pero los temas es innegable que siguen siendo de primer nivel. "Babaji" es un tema muy pegadizo de Roger que recuerda a los anteriores discos, aunque en este caso interpretada al piano en lugar del teclado eléctrico, y "From Now On" constituye el gran clásico de Rick del disco, con una letra fantástica sobre un hombre aprisionado en su trabajo que fantasea con llevar una vida más emocionante. Como en muchos temas de Rick, aunque la melodía principal daría para una buena canción convencional, él le da algunos giros inesperados hasta desembocar en el climático final en que un numeroso coro de voces canta el estribillo.

Me dejo para el final "Fool's Overture", que es como he dicho mi tema favorito de Supertramp y una de mis canciones preferidas de siempre. De casi 11 minutos de duración, es una ambiciosa composición de Roger que combina una preciosa melodía a piano y otra con teclados eléctricos con las que estuvo jugueteando durante años sin saber qué hacer con ellas hasta que un feliz día descubrió que encajaban juntas. La primera vez que vi a Roger tocando solo junto a un saxofonista éste fue el tema que le pedimos que tocara en el bis, y él se rió argumentando que no podía tocar una canción tan compleja él solo. La tercera vez que fui a un concierto suyo no obstante la había conseguido adaptar a ese formato y fue uno de los momentos más emotivos que vi en un concierto. Por cierto, en su época clásica solían hacer que en el final climático de la canción salieran los roadies disfrazados de forma extravagante por el escenario. Uno de esos detalles que demuestran cómo a Supertramp no les falta su punto de extravagante humor británico.



sábado, 17 de abril de 2021

Supertramp - Crisis? What Crisis? (1975)

Cuando Crime of the Century salió a la venta en 1974 el gran éxito del disco les pilló a todos un poco desprevenidos. Quiero decir, todos confiaban en que el álbum triunfaría (tanto la discográfica como la banda veía potencial a las canciones) pero fue un poco súbito pasar de ser un grupo virtualmente desconocido a hacerse tan populares. El motivo no es solo que el álbum fuera tan bueno - la historia del rock está repleta de discos geniales que no triunfan - sino que era uno de esos ejemplos de disco salido en el momento perfecto. A mediados de los 70 el rock progresivo empezaba a atascarse un tanto como género e iba derivando o bien hacía ciertos excesos megalómanos o, por el contrario, una vía más pop-melódica, ejemplificada por ejemplo en los discos que lanzaron bandas como Camel en esos años. Supertramp eran el grupo perfecto para ese contexto.

Pero claro, la discográfica les pidió ipso facto nuevo material para aprovechar su momento de éxito, algo justificable teniendo en cuenta la libertad que les dieron con su anterior disco, y la banda se encerró a grabar las primeras sesiones de Crisis? What Crisis? (1975) cuando apenas habían acabado una extensa gira por Norteamérica. En consecuencia, el grupo no tuvo tiempo de componer nuevo material, pero por suerte Rick y sobre todo Roger tenían muchas canciones que habían estado ensayando en la época del Crime of the Century (algunas incluso las tocaban en vivo) que habían descartado del disco, no porque no fueran buenas sino porque no encajaban en el global del álbum. En ese sentido, el productor Ken Scott diría años después que Crime era mejor disco pero que Crisis tenía las mejores canciones, algo con lo que no concuerdo pero que refleja esa filosofía que tenían de no grabar una mera recopilación de buenos temas sino una serie de composiciones que fluyeran bien en conjunto.

Así pues se produce una curiosa paradoja con Crisis? What Crisis?: fue un disco grabado con las prisas y supuso una experiencia muy poco satisfactoria para el grupo, pero aún reconociendo ese defecto las canciones son tan buenas que difícilmente le podemos poner pegas los fans, de hecho muchos lo tienen como su disco favorito del grupo e incluso el propio Roger Hodgson lo ha citado como su preferido pese a que admite que no es el mejor que hicieron. Yo adelanto ya mi opinión antes de entrar en materia: la cara A es extraordinaria, fácilmente la mejor cara de un disco de Supertramp, pero creo que la B baja mucho el nivel aunque se recupera en el tramo final; de haber mantenido el mismo nivel que la cara A éste sería sin duda el mejor disco del grupo.

El disco se abre con la bonita introducción de Roger "Easy Does It" que empalma directamente con la magnífica "Sister Moonshine", una de esas canciones acústicas que tan buen rollo dan y que ya adelanta lo que sería la más famosa "Give a Little Bit". Le sigue el único tema nuevo que Rick pudo componer para el disco, la bluesera "Ain't Nobody But Me", que se complementa a la perfección con la última canción de la cara A, "Another Man's Woman", uno de los grandes clásicos de Rick por excelencia que en directo siempre desembocaba en uno de los momentos cumbre de la banda con el colosal solo de Rick al piano. Me dejo mi favorita del disco para el final: "A Soapbox Opera" es una balada que para mí refleja a la perfección lo que hace a Supertramp tan especiales. La canción en sí misma es preciosa sin arreglos (solo basta escuchar la versión más desnuda del Paris (1980) para verificarlo) pero lo que la convierte en un tema tan especial y único es el tratamiento que se le da, desde la forma como Bob marca el ritmo a los maravillosos arreglos orquestales que le dan más dramatismo pero también una especie de ¿fragilidad? que la hacen aún más conmovedora. Si a eso le sumamos una de mis interpretaciones vocales predilectas de Roger creo que no queda más por decir...


En la cara B como dije es donde creo que se baja el nivel. No me malinterpretéis, no creo que haya temas malos, ni siquiera flojos, pero creo que palidecen mucho en comparación no solo con la cara A sino con cualquier canción del álbum anterior y posterior a éste. "Lady" está bien pero siempre me pareció un poco un "Dreamer" de baratillo. "Poor Boy" de Rick tiene a su favor ese tono melancólico tan especial que le imprime a algunos temas como aquel que destaqué de su segundo disco, acentuado por los instrumentos de viento de Helliwell, que aquí tienen un tono retro muy acorde con el tipo de composición, y un estribillo que está bastante bien... pero realmente no me parece de sus mejores temas. En lo que respecta a "Just a Normal Day", es una balada que me parece el tema menos conseguido del disco y que tiene como rasgo más destacable un dueto entre Rick y Roger a las voces en la que quizá sea su última composición realmente escrita entre los dos.

La cosa mejora en el tramo final con dos temas de Roger, que aquí ya se posiciona claramente como el compositor más aventajado del dúo. La primera, "The Meaning", me pasó mucho tiempo desapercibida pero me parece una absoluta maravilla (¡y qué bien encaja aquí el clarinete de Helliwell!), y la última es un pequeño clásico suyo, la breve balada al armonio "Two of Us", que durante un tiempo pasó algo desapercibida (fue la única canción del álbum que no se tocó en vivo en la gira posterior junto a la intro) pero que luego resurgiría de forma sorpresiva tocada con guitarra en el directo Paris.

La experiencia de grabación del disco desde luego no fue satisfactoria para un grupo conocido por su perfeccionismo en el estudio y que le gustaba tomarse su tiempo, pero pensándolo bien si no se hubieran visto apurados quizá no se habrían visto obligados a sacar muchas de estas maravillosas canciones que les "sobraban" de su anterior disco. Y viendo el nivel medio quizá no puedo evitar alegrarme por una vez de que la discográfica les metiera prisa...



sábado, 10 de abril de 2021

Ron "Pigpen" McKernan

Viendo el excelente documental Long Strange Trip (2017) que narra la historia de Grateful Dead en 6 episodios me he acordado de un miembro muy injustamente olvidado de los que pasaron por la banda, el cantante y teclista Ron "Pigpen" McKernan, y se me ha ocurrido hacerle un pequeño homenaje.

Puede que no lo sepan, pero Pigpen es el miembro más desconocido del ilustre club de los 27 junto a otro bluesmen como Alan Wilson de Canned Heat, pero su muerte pasó más inadvertida salvo entre los miembros del grupo. Y puede que tampoco sepan que, por extraño que parezca, en los inicios del grupo Pigpen era la cabeza más visible de la banda (no diremos "líder") hasta que progresivamente el cantante y guitarrista Jerry Garcia fue volviéndose el rostro por excelencia de Grateful Dead (a su pesar me atrevería a decir). En realidad tenía sentido, puesto que los Grateful Dead nacieron a mediados de los 60 como un proyecto de Pigpen y Garcia y su idea inicial era básicamente hacer blues-rock, y de todos los miembros del grupo Pigpen era el bluesman por excelencia. Llevaba mamando esa música desde pequeño y la interpretaba como si fuera una parte intrínseca de él mismo.

El problema de Pigpen es que el grupo fue tirando hacia la psicodelia y otros sonidos más experimentales donde él no encajaba tanto. En concreto cuando todos empezaron a experimentar con drogas como el LSD, Pigpen quedó algo de lado porque no le interesaban ese tipo de drogas, lo suyo era el alcohol. Eso ya de entrada fue un importante handicap para él, puesto que la base de muchas de las famosas improvisaciones de los Dead se basaban - al menos en sus inicios - en esa experiencia conjunta que suponía consumir ácido y dejarse llevar todos juntos, una experiencia en que Pigpen quedaba algo de lado si no se unía a la euforia psicodélica.

El segundo gran problema llegó cuando el grupo fue adentrándose en música cada vez más compleja y él y el guitarrista rítmico Bob Weir se quedaron atrás respecto al resto. Tal es así que en cierto momento a finales de los 60 el resto despidió informalmente (nunca se hacía nada formalmente en los Grateful Dead) a Bob y Pigpen porque estaban "entorpeciendo" los avances musicales del resto, que iban adentrándose en caminos cada vez más complejos y sinuosos. La historia tuvo un final feliz cuando Bob simplemente siguió yendo a los ensayos pese a estar en teoría fuera de la banda y el resto los readmitió porque no querían echar del grupo a dos colegas. Lo que sucede es que si bien Bob consiguió acoplarse al nivel musical del resto (a principios de los 70 dio un salto brutal como guitarrista rítmico, en gran parte porque se pasó mucho tiempo escuchando discos de jazz y aprendiendo de ahí los patrones que le ayudarían a improvisar con su guitarra), Pigpen en cambio se quedó siempre atrás. Y cuando con el cambio de década la banda fichó al teclista Keith Godchaux (que, con su formación clásica tenía mucha más versatilidad que Pigpen), su puesto quedó en un lugar dramáticamente secundario. En los Dead de los 70 el característico órgano de Pigpen quedaba prácticamente olvidado y era reemplazado por el piano de Keith. Así mismo la faceta blues que aportaba Pigpen cada vez quedaba más en un segundo plano.

La gira del Europe 72 (1972) fue el último momento destacable de Pigpen en el grupo, pero ya por entonces su alcoholismo hacía que fuera demasiado errático como para contar con él en la banda (un pequeño apunte: entre los consumidores de drogas psicodélicas no se tenía mucha tolerancia a los alcohólicos, eran muy mal vistos, no era cool emborracharse del mismo modo que sí lo era colocarse y "viajar"). En el documental un roadie comenta que le hicieron compartir cuarto con Pigpen porque nadie más quería, y por las noches le enseñaba a tocar blues.

En 1973 la banda estaba ensayando ya sin él, puesto que se encontraba muy enfermo. Éste estaba intentando dejar el alcohol e incluso pensaba en un disco en solitario, y Garcia había pedido que se le buscara el mejor tratamiento posible, pero para entonces ya era demasiado tarde. Su último encuentro con la banda fue muy triste: Pigpen fue con un fotógrafo a un ensayo del grupo para hacerse unas fotos con ellos, pero éstos se encontraban enfrascados en la música y les molestó la interrupción, así que le despacharon rápidamente. Pocos días después moriría solo en su casa de una hemorragia gastrointestinal.

Cuando uno lee comentarios sobre gente ya fallecida suele encontrarse comentarios contradictorios al respecto, ya que las personas somos complejas y tenemos varias facetas diferentes, es algo que comprobé hace poco en la biografía que leí de Janis Joplin (quien por cierto era muy amiga de Pigpen y también había muerto a los 27 en gran parte por su afición al alcohol). Pero curiosamente con Pigpen no sucede: todos los comentarios sobre él coinciden en que era alguien que imponía mucho por su aspecto (era un tipo más bien grande y de mirada seria) pero que era un absoluto buenazo y, sobre todo, alguien de una extrema sensibilidad.

Creo que algo que ha jugado en su contra a la hora de recordarle es que sus mejores momentos en vivo no le hacen justicia escuchados en disco. Quiero decir, cuando uno oye las jams de "Dark Star" o "Playing in the Band" se disfrutan perfectamente escuchadas en casa, sin haber estado en el concierto. Pero las jams que dirigía/cantaba Pigpen como las versiones extendidas de "Turn on your Lovelight" o "Good Lovin" siempre me han parecido demasiado "verbales". Eso tiene una explicación: Pigpen era el miembro del grupo que mejor sabía manejar a la audiencia, cuando cantaba sus temas siempre conseguía que todo el público se levantara y bailara, y en esas versiones extendidas de esos temas está hablando todo el rato porque está interpelando a la audiencia. Eso, vivido en un concierto, sería genial (los que vieron a Pigpen en su esplendor coinciden en que era todo un espectáculo verle manejar al público), pero escuchado en la frialdad de casa pierde el efecto, y eso quizá contribuye a que no le hagamos tanta justicia como merece. No obstante, sus versiones de blues ("Good Morning Little Schoolgirl", "Big Boss Man") son excelentes, y de entre sus pocas composiciones propias - en los inicios del grupo en realidad casi componía únicamente Garcia, así que en ese aspecto Pigpen iba a la par que el resto - mi favorita es seguramente ésta que nunca llegó a grabar en estudio y que creo que despliega muy bien su sensibilidad:


En el documental antes mencionado hay un momento curioso en que John Barrow (uno de los dos letristas del grupo) acude a la tumba de Pigpen y comenta lo absurdo que es que muchos fans hayan dejado en señal de reconocimiento púas de guitarra. ¿Qué sentido tiene cuando Pigpen era teclista? Este pequeño detalle creo que encaja muy bien con la figura de alguien que creo que fue un incomprendido, un músico muy sensible que quizá no estaba en la banda adecuada.

Hubo un momento a finales de los 60 en que los Grateful Dead se convirtieron en algo tan grande y con vida propia que ni los propios músicos podían controlarlo, pero así como el resto de la banda supo acomodarse a ello, Pigpen se quedó atrás. Al resto también les acabaría sucediendo en cierta forma (a finales de su carrera Garcia acabó harto de tocar en estadios y prefería sus íntimos conciertos en solitario, pero se veía obligado a seguir adelante para no parar la maquinaria de los Grateful Dead, de la que dependían tantas personas como medio de sustento), pero Pigpen fue la primera víctima de ese ese largo y extraño viaje.