miércoles, 18 de marzo de 2015

Elton John - Madman Across The Water (1971)



Y llegamos a la que es en mi opinión la gran obra maestra no solo de esta etapa de Elton John sino de toda su carrera, habiendo desbancado en mis preferencias personales incluso al hasta entonces inamovible Goodbye Yellow Brick Road (1973).

Madman Across The Water (1971) supone el momento culminante de Elton John como músico serio, es lo más lejos que pudo llegar por ese camino rozando de hecho la etiqueta de rock progresivo. Se trata de un disco repleto de composiciones memorables y de una riqueza apabullante, de ésos que quizá en unas primeras escuchas no sorprende tanto al no tener tanta variedad estilística como futuros álbums pero en que cada tema tiene suficiente fuerza y entidad propia como para que no haya ningún momento que se pueda considerar de relleno.


No obstante, solo una de sus canciones ha pasado a la posteridad, el famoso single "Tiny Dancer", con uno de los usos más míticos de falsete en una canción pop, coronando el memorable estribillo de forma emotivísima. Puede que tiente infravalorarla por tenerla muy oída, pero realmente la melodía es una preciosidad.

Lo más parecido a un clásico menor que tenemos aquí es "Levon", una canción que reconozco que infravaloraba un poco hasta que acabé, una vez más, seducido por la melodía del estribillo, de igual forma que me pasaba con "Razor Face", que a día de hoy es mi menos favorita aun siendo un temazo. Ya en estos tres primeros temas destaca para mi gusto un elemento fundamental en el disco: los arreglos de cuerda de Paul Buckmaster, que acaban de embellecer los temas pero sin saturarlos. En ningún disco cobró tanta importancia como en éste.


Pero, amigos, ahora viene lo bueno. "Madman Across the Water" podría ser perfectamente la mejor canción de la carrera de Elton John, y no exagero lo más mínimo. Tiene un toque oscuro e hipnótico que va a más con el potente estribillo realzado con la batería de Nigel Olsson. Y los arreglos orquestales de Buckmaster son impresionantes, dándole un tono solemne y luego misterioso. Jamás sonó Elton como aquí ni podría igualar la maestría de este tema, que en directo le daba pie a largas improvisaciones que podían durar hasta 10 minutos. Una auténtica obra maestra.
Ah, por cierto, en las sesiones del Tumbleweed Connection (1970) se grabó una versión con Mick Ronson a la guitarra que es también una maravilla (en el disco finalmente la guitarra la grabó Davey Johnstone, futuro miembro de su banda del que hablaremos en el siguiente post):


No menos oscuro es el siguiente tema, la tenebrosa "India Sunset", donde Taupin sigue con su obsesión hacia Norteamérica pero esta vez centrándose en los nativos americanos. Como descanso, la siguiente canción ofrece un rayo de luz. "Holiday Inn" con esa bonita mandolina y ciertos toques de sitar no es solo la gran joya oculta del álbum sino de la carrera de Elton John, una canción emocionante con un estribillo que invita a ser coreado y que debería haber sido un clásico absoluto.

"Rotten Peaches" sigue también por ese camino menos oscuro de nuevo apoyado en un memorable estribillo 100% Elton John. Y para acabar, dos baladas: "All The Nasties" con ese toque algo épico y "Goodbye", mucho más intimista y apoyada en los arreglos de Buckmaster.

Una obra maestra sin paliativos, el disco más perfecto de su carrera. En cierto modo para Elton supuso un callejón sin salida porque no podía llegar más lejos en ese estilo.
Decir además que hay por Youtube varias actuaciones en directo de la época donde toca casi todas las canciones y que demuestran el estado de gracia en que se encontraba en ese momento, explotando al máximo su faceta de músico serio y virtuoso bordando sus interpretaciones.

2 comentarios:

  1. Gracias por ayudarme a descubrir la música desde tu perspectiva! Pensé que sabía mucho de música hasta que encontré tu blog.
    Desde hoy me declaro un gran admirador tuyo.
    Saludos!

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