lunes, 15 de diciembre de 2014

Wizzard ~ I Wish It Could Be Christmas Everyday





Aunque aún falta un poco para Navidad, si los centros comerciales se ponen en modo navideño en Noviembre, yo lo hago una semana antes.

No creo que el vídeo merezca comentarios, es un auténtico festín de glam-rock que habla por sí solo.

Tengan felices fiestas y estaré de vuelta en Enero.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Elton John - 6 de Diciembre del 2014 (Palau Sant Jordi)

Una parte de lo que dije en el post anterior de John Mayall también puede aplicarse a Elton John con ciertas (obvias) diferencias. Cuando tienes 67 años y eres uno de los hombres más ricos del mundo del espectáculo en todo el mundo y sigues cada año dando giras sin parar con conciertos de más de dos horas, es porque realmente te gusta lo que haces. Y se nota. A Elton John le encanta dar conciertos y recibir los aplausos del público, y se los merece.

Le he visto tres veces: el 2003 en un concierto él solo a piano en que tocó un montón de rarezas, el 2009 con banda en un Greatest Hits a saco y anoche. Y la mejor de las tres ha sido sin duda la de anoche... ¿no se supone que con el tiempo uno va perdiendo facultades?


La gira se supone que es la del aniversario del Goodbye Yellow Brick Road (1973) pero alguien debería decirle a Sir Elton que eso fue el año pasado, aunque quizá él lo sepa pero se le ocurrió la idea este año y no quiso desaprovecharla  - además que una gira aniversario del Caribou (1974) no sería tan atrayente, ¿verdad? En todo caso da igual, si eso es una excusa para tocar bastantes temas del susodicho disco, bienvenida sea. Y más si eso ha servido para que por fin, tras dos conciertos, haya conseguido escuchar en directo una de mis canciones predilectas de su repertorio: "Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding" con la que empezó el concierto espectacularmente, era una deuda que por fin pude saldar.

Cuando después de tocar seguidas tres más del Goodbye Yellow Brick Road ("Bennie and the Jets", "Candle in the Wind" y, sobre todo, esa joya oculta que es "All the Girls Love Alice") anunció que tocaría dos de mi otro gran favorito de su carrera, Madman Across the Water (1971), difícilmente podía ser más feliz. Una sería "Tiny Dancer", claro, pero la otra fue aún mucho mejor, un "Levon" pletórico, espectacular, el mejor momento de la noche con una larga improvisación final muy en la línea de sus directos de principios de los 70.

Puestos a ser quisquillosos, solo le puedo achacar que ese inicio fue tan espectacular que luego necesariamente se notó un pequeño bajón, o al menos para mi gusto con temas de los 70 que nunca han sido de mis predilectos como "Daniel" o "Philadelphia Freedom" (esta última es de sus temas clásicos de los 70 que menos me gustan). Luego el setlist fue basculando entre pequeñas referencias a su etapa post-70s y su edad de oro. Aunque Elton John tiene un montón de hits repartidos en los 80 y 90 parece que él mismo cree que el mayor peso está en los 70 y afortunadamente decanta siempre la balanza hacia esa época. De hecho, el otro momento cumbre de la noche junto a "Levon" sería un "Rocket Man" inmenso, el mejor de los tres que le he visto, iniciado con una larga improvisación a piano. La primera parte la interpretó llevando él todo el peso, con un toque casi bluesero al que luego se le unió toda la banda. Espectacular de veras.


La referencia a su pasado más reciente fue "Hey Ahab" de su disco grabado junto a su héroe Leon Russell (palabras textuales suyas), que aunque no está a la altura de sus grandes temas sonó muy bien - por cierto ni rastro del disco que lanzó el año pasado. En cuanto a sus baladas más lentas, "Your Song" y "Sorry Seems to Be the Hardest Word" recibieron las mayores ovaciones (el público por cierto en general muy cálido y respetuoso, y eso que yo me temía lo peor), mientras que mi gran sorpresa fue "The One", un tema de los 90 que me provoca indiferencia a día de hoy pero que en formato a pelo seco a piano sonaba muy bien. En la gira pasada me pasó lo mismo con "Nikita", una canción que detesto pero que en ese formato descubrí que como composición era buena y además sonaba 100% a él. Lástima de producción en sus versiones en estudio.

De cara al tramo final, me llevé una enorme alegría con la segunda gran sorpresa de la noche. Si al haber empezado con "Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding" saldaba una cuenta pendiente con una de mis canciones favoritas suyas, más avanzado el concierto lo haría con otra pero que en este caso no esperaba ni por asomo: "Burn Down the Mission", quizá mi favorita de todas. Cuando sonaron las primeras notas se me escapó un sonoro "¡¡Ostia!!" y me desgañité cantando con la banda el estribillo. Fue mi momento especial de la noche, un detalle que Elton rescatara un tema de su gran obra maestra olvidada, Tumbleweed Connection (1970).

El tramo final fue como en el tour pasado una suma de temas cañeros para acabar a lo grande, con el público ya de pie: "The Bitch Is Back", "I'm Still Standing" (no la soporto pero entiendo que ha de sonar), una última referencia sorpresiva al disco que da nombre al tour con "Your Sister Can't Twist (But She Can Rock 'n Roll)" (de todos modos no sonó tan bien como debería, es casi imposible tocarla al ritmo del disco) y la infalible "Saturday Night's Alright for Fighting", que fue otro de los mejores momentos de la noche, con una interpretación mucho mejor que la de la gira pasada, solo de piano incluido.



No se hizo esperar mucho Sir Elton para el bis, antes del cual firmó unos cuantos discos a gente de las primeras filas. La canción escogida era previsible, la divertida "Crocodile Rock", pero como sorpresa, luego acabó él solo con dos temas que decía que para él eran muy especiales. La gracia es que para mí lo eran aún más: sus dos canciones de la banda sonora de El Rey León, "Circle of Life" y "Can You Feel the Love Tonight". Sí, en su repertorio tiene canciones mejores pero para mí fue un final especialmente emotivo, ya que empecé en este tinglado del rock que ha acabado por definir buena parte de lo que soy y que ha sido una de mis mayores pasiones, gracias a esas dos canciones. Fue como un recuerdo de mis orígenes. Un bonito detalle, Sir Elton.

La banda continua con los dos miembros de la Elton John Band de los 70 (un muy envejecido Nigel Olsson a la batería y Davey Johnstone a la guitarra) a los que se les suman un nuevo bajista (el que ha llevado en los últimos años se suicidó recientemente), un percusionista y un segundo teclista. En general agradezco que no tuviera una banda tan grande en que no supieras de dónde viene cada sonido, y la puesta en escena fue mucho más sobria que en el Red Piano Tour, solo con algunas imágenes de fondo en la pantalla de vez en cuando (algunas más afortunadas que otras pero, amigos, lo kitsch forma parte intrínseca del universo Elton John).

Me faltaron temas, claro, pero para mí este tipo tiene uno de los mejores repertorios del rock, así que es inevitable. Me extrañó la ausencia de "Someone Saved my Life Tonight", que suele ser de las fijas, y me supo fatal que en esta parte del tour no toque "Grey Seal". Aparte de éstas podría mencionar un montón de temas que adoro pero que sería altamente improbable que tocara, dentro de las "no-tan-improbables" diría "The Border Song" (la primera vez que le vi fue la segunda que tocó), "Harmony" o "Curtains/We All Fall in Love Sometimes".

Dos horas y media espectaculares, mi concierto del año (y era difícil superar lo de Steve Hackett) y el mejor de los que le he visto. Sir Elton sigue en forma y disfrutando claramente de su estatus de leyenda de rock aclamada por los fans. Continuamente se levantaba del asiento a saludar a la gente y en cierto momento soltó un bonito discurso (rozando lo ñoño, todo sea dicho) sobre cómo tras más de 40 años en activo ahora es cuando disfruta más de las giras.
Cuando yo digo que es uno de los más grandes artistas de la historia del rock, no exagero, créanme.

Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding
Bennie and the Jets
Candle in the Wind
All the Girls Love Alice
Levon
Tiny Dancer
Believe
Daniel
Philadelphia Freedom
Goodbye Yellow Brick Road
Rocket Man (I Think It's Going to Be a Long, Long Time)
Hey Ahab
I Guess That's Why They Call It the Blues
The One
Your Song
Burn Down the Mission
Sad Songs (Say So Much)
Sorry Seems to Be the Hardest Word
Don't Let the Sun Go Down on Me
The Bitch Is Back
I'm Still Standing
Your Sister Can't Twist (But She Can Rock 'n Roll)
Saturday Night's Alright for Fighting

Crocodile Rock
Circle of Life / Can You Feel the Love Tonight?

martes, 2 de diciembre de 2014

John Mayall - Liceu de Barcelona, 18 de Noviembre del 2014

Ver a un músico en un tour dedicado a celebrar su 80º aniversario tiene su mérito. Pero más aún lo tiene que sobre el escenario uno le eche fácilmente 20 años menos y que se mueva con toda soltura (a diferencia del recientemente fallecido Johnny Winter, a quien se le notaba la edad sobre el escenario), más aún. Ese es el caso del infatigable John Mayall.


Sé que el lector pensará que tengo manía a Eric Clapton, y le aseguro que no es así, que es uno de mis guitarristas favoritos y que me gustaría volver a verle en vivo, pero el caso es que es inevitable hacer comparaciones. Por un lado tenemos al que fuera alumno de Mayall (lo que no quita que luego le superara, ojo), perteneciente a una generación más joven y que a día de hoy gira en grandes recintos con una numerosa banda de musicazos que le permite estar más acomodado, además de plantearse a los 60 y pocos retirarse de una vez (en su autobiografía ya lo dejaba caer, desde entonces lo ha vuelto a dar a entender en varias ocasiones). Por el otro está el que fue el maestro de Clapton y otras luminarias que alcanzarían el éxito con otras bandas, el señor John Mayall, que a sus 80 años recién cumplidos y sin atisbos de querer jubilarse gira con una sencilla banda (batería, bajo y guitarrista) por salas y parece disfrutar aún del contacto con el público. No planteo esto en detrimento de Clapton, quien si sigue en activo a su edad y con su fortuna es porque le sigue agradando su profesión aunque no lo demuestre, sino para enaltecer a Mayall.


Porque, repito, con sus 80 años, sigue siendo un profesional como la copa de un pino y no una vieja gloria a la que uno debe ver con cierta condescendencia por eso de "para lo mayor que está lo hace muy bien". Porque el tipo lleva un mes haciendo un intenso tour que va ¡a casi concierto por día! (mirando en la web, después del concierto de Barcelona que yo vi le espera una semana de un concierto cada día con solo uno de descanso, en las fechas anteriores lleva siguiendo un ritmo similar). Porque en su último concierto en el Liceu tocó hora y media directo al grano. Sin largos discursos, agradecía al público el recibimiento, anunciaba cada tema y de qué disco venía, además de su compositor si era una versión, y punto. Y porque el tipo se permitió un setlist que no iba a lo fácil, con solo un tema del famoso disco de Clapton y ni uno del más célebre de su carrera, el directo The Turning Point (además parece ser que suele cambiar bastante el setlist en cada concierto, es decir que no se apoya en un listado de canciones fijas). Y curiosamente no lo lamenté, porque lo bueno de Mayall es que aunque rescate temas de discos más modernos, siempre se ha mantenido dentro del blues y en directo todas las canciones salen bien paradas (la mejor del concierto de hecho fue una que no conocía de nada, "Chicago Line", con una larga improvisación y solos de bajo).

A Mayall se le veía motivado, encarando cada canción con ganas y dejando generosamente que los miembros de su banda se explayaran (Rocky Athas a la guitarra, Jay Davenport a la batería y Greg Rzab al bajo). Habrá quien crea que los músicos deben jubilarse al llegar a cierta edad, pero para mí Mayall es el ejemplo de lo que debería ser una respetable leyenda de blues que quiere seguir en activo: un tipo que sigue girando infatigable, él solo con sus tres músicos y sus canciones. Nada más.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Queen - Jazz (1978)




Últimamente me he encontrado rescatando mucho más de lo habitual Jazz (1978) de Queen, lo cual es un motivo tan bueno como cualquier otro para dedicarle un post.

De entrada he de decir que siempre ha sido mi menos favorito de los discos setenteros de la banda... pero eso no es algo negativo, lo que pasa es que el resto son todos extraordinarios y este álbum no llega tan tan alto como los demás para mi gusto, aunque sí que creo que es otra maravilla imprescindible.

Un primer detalle que me encanta es el contexto que rodea al disco. Pónganse en situación: en 1977 surgió la explosión punk (que aunque creo que se ha sobredimensionado un poco sí que fue un impacto a la escena musical del momento) y Queen estaban en el punto de mira de muchos críticos como una de las bandas dinosaurio a destruir de inmediato. ¿Cuál fue la respuesta del grupo? Tomen nota:
  • Sacar en 1978, en el momento de efervescencia del punk y la música disco un álbum llamado "Jazz".
  • Un álbum que además no tenía nada de jazz en su interior (¿entonces por qué lo titulan así?).
  • Un álbum que, aún mejor, volvía a tener de productor a Roy Thomas Baker, responsable directo de la faceta más pomposa y excesiva del grupo en álbums como A Night at the Opera (1975), alejándose por tanto del estilo más directo - dentro de sus estándares - del anterior News of the World (1977).
  • Un álbum del que, de entre todos los singles potenciales, el que escogieron como primera presentación del álbum era "Bicycle Race". Si no veis una provocación en toda regla a los puntos anteriores, yo creo que este último es la confirmación definitiva.

La famosa carrera de bicicletas que la banda organizó para promocionar el álbum. La ganadora salió en la portada de uno de los singles.

En otras palabras, Jazz era un clarísimo "que os jodan" dirigido a los críticos y a aquellos que estaban arremetiendo contra la banda acusándoles de dinosaurios. No es que no fueran a adaptarse a las modas musicales de la época (eso ya llegaría dos años después en otro contexto muy diferenciado), es que además iban a vacilarles en la cara. Y para rematarlo se organizó como vehículo promocional una carrera de bicicletas de chicas que fueran desnudas.

Para los fans no hubo tantas sorpresas, ya que mantenía el sonido clásico que se esperaba de ellos y mantenía el nivel esperado. Quizá en aquel lejano 1978 sabía a poco respecto a los anteriores pero hoy día se escucha de maravilla y de hecho se ha revalorizado hasta el punto de que muchos fans del grupo lo consideran una de sus obras cumbre (para mí ni por asomo, pero es un gran disco).

De entrada, empezar un disco con una excentricidad como "Mustapha" es otro indicio de que Freddie no pensaba dejarse doblegar por nadie. Como curiosidad, la canción tuvo mucho éxito en España y en la gira del 1986 el público cantaba los versos iniciales para ver si conseguían que Freddie se animara a interpretarla. Mucho me temo que nunca fue un tema muy frecuente en vivo, pero aún así aquí hay un vídeo de la banda interpretándola que demuestra que no les quedaba nada mal:


Sobre la otra excentricidad típicamente Freddie del álbum, la ya mencionada "Bicycle Race", decir que es un tema muy divertido con una letra tan estúpida que es genial. Sus otras contribuciones son composiciones más puramente rockeras: el pequeño clásico "Let Me Entertain You" que colaban siempre al inicio de los conciertos como segundo tema a modo de declaración de intenciones y la descomunal "Don't Stop Me Now", una canción sencillamente perfecta que desprende puro vitalismo y buen rollo. Que una de las mejores canciones de Freddie desapareciera tan pronto de las giras conservando en cambio la muy inferior "Let Me Entertain You" es algo que solo puedo atribuir a las reservas que tenía Brian a la canción. En el documental Days of Our Lives el guitarrista niega la creencia generalizada de que odia este tema, pero aún así da a entender que le trae malos recuerdos porque el título hace referencia a la época en que Freddie se desmadró más del todo explorando el ambiente gay de la época y por tanto alejándose más de sus compañeros. Por último está la preciosísima balada "Jealousy". Las baladas a piano de Freddie son un valor sobre seguro, nunca te fallaban.

Pasando al otro gran compositor del grupo, Brian no se luce tanto como en el álbum anterior pero aún así contribuye con otro de los grandes himnos hard-rock de los 70, "Fat Bottomed Girls", a imagen y semejanza de los temas hard-rockeros de AC/DC sobre chicas fáciles y de buen ver. Entre los temas menos conocidos, el que menos me gusta es "Dead on Time", un tema rápido y feroz disfrutable pero tampoco memorable. La gran sorpresa está en la acústica "Dreamer's Ball", una canción maravillosa y el único tema cantado por él es "Leaving Home Ain't Easy" que a mí siempre me ha gustado mucho.


Por último nos quedan John y Roger. Nuestro entrañable bajista aporta una breve y entrañable balada muy en su línea "In Only Seven Days" y uno de los pequeños clásicos del grupo, el irresistible tema pop "If You Can Beat Them", que creo que podría haber sido incluso single y se tocó en directo en la gira del disco. Roger en cambio es de nuevo el compositor más flojo de todos (en breve le dedicaremos una entrada) y sus temas son los que hacen que el álbum baje de nivel, sobre todo "Fun It", que directamente no me gusta pese a su aire chulesco que le pega tan bien a su voz. En cambio "More of that Jazz" vuelve a servirse de ese sonido más oscuro con un riff bastante conseguido y creo que funciona mucho mejor. Aún así, lo siento Roger, pero estabas rodeado de otros bastante mejores que tú.

Jazz fue un nuevo éxito de ventas del grupo, si bien algo inferior a los anteriores. La gira que le siguió en cambio fue una de las más históricas de su carrera, quedando inmortalizada en el magnífico Live Killers. Fue especialmente oportuno porque coincidió con el fin de una etapa del grupo, que además por pura casualidad coincidió también con el cambio de década. Pero sobre eso ya hablaremos otro día si hace falta. De momento les dejamos con un vídeo de "If You Can Beat Them" en directo, uno de los temas del disco que no ha quedado reflejado en ningún disco en directo oficial.



lunes, 17 de noviembre de 2014

10 solos de guitarra

Hacer listas de solos de guitarra encabezada por "Stairway to Heaven" quizá es algo muy de adolescente (bueno, yo no lo creo, pero seguro que hay quien piensa así) pero se me ha antojado hacer una lista de mis solos de guitarra favoritos a día de hoy/ahora. No sé si realmente son mis favoritos de todos todos los tiempos ni si volvería a decir los mismos en un rato, pero son los 10 solos de guitarra que ahora mismo más me molan, incluyendo algunos supertópicos y otros no tanto (sin ningún orden concreto):

Led Zeppelin (Jimmy Page) - "Stairway to Heaven"

Lynyrd Skynyrd (Allen Collins) - "Free Bird"

Genesis (Steve Hackett) - "Firth of Fifth"

Canned Heat (Henry Vestine) - "Time Was"

Be-Bop Deluxe (Bill Nelson) - "Soundtrack"

Jane's Addiction (Dave Navarro) - "Three Days"

Pink Floyd (David Gilmour) - "Time"

The Allman Brothers Band (Duane Allman) - "Mountain Jam"

Rory Gallagher - "Walk on Hot Coals"


Hot Tuna (Jorma Kaukonen) - "Sea Child"

martes, 11 de noviembre de 2014

Theme from an Imaginary Western

Una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, compuesta por el recientemente fallecido bajista de Cream, Jack Bruce. Y leí que Cream, ¡la rechazaron! y en cambio en sus discos tienen algunos temas bastante flojos campando a sus anchas.

Por suerte, Mountain le hicieron justicia como Dios manda:


Me gusta mucho por cierto la forma como la canta el bajista Felix Pappalardi.

El caso es que descubrí que Jack Bruce llegó a grabarlo en su debut en solitario Songs for a Taylor (1969), aunque en otro estilo:


De esta forma creo que podríamos considerarlo una versión y, por tanto, una de las mejores de la historia, ¿no?

Sirva este post también de homenaje a Bruce tras su reciente fallecimiento...

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Nektar - A Tab in the Ocean (1972)


Tómense este post más como una reivindicación de Nektar que de este disco concreto, pero siempre es más cómodo hacer estas cosas partiendo de una obra concreta.

Nektar, amigos, son uno de los secretos por desgracia mejor guardados del rock progresivo. Cuando se pensaban que habían descubierto a todas las grandes bandas del género, de repente se encuentran con una sorpresa como ésta: un grupo de los 70 con varios discos remarcables que lo tienen todo para convertirse en clásicos del género... lo que sucede es que sólo lo han acabado siendo para los expertos en la materia, y es una terrible injusticia.


El hecho de que se formaran en Alemania (pese a ser todos ingleses) ha llevado a muchos sitios a encasillarlos dentro de la etiqueta kraut-rock, pero nada más lejos de la realidad. Nektar son un grupo que bascula entre el rock progresivo y el hard-rock, un poco como Rush pero siendo - en mi opinión, no se enfaden - superiores a ellos en los discos que he oído, aunque como carrera los canadienses están por encima, no lo niego. De hecho en su primer disco tiraban más por un sonido psicodélico/space-rock que luego reemplazaron por hard-rock con tintes progresivos (el disco que nos ocupa), más adelante hard-rock en modo jams y finalmente rock progresivo puro y duro. De hecho es por eso que son una de las bandas que más gustarían a los no fanáticos del rock progresivo, porque mantienen un componente guitarrero muy atrayente con una presencia de teclados que recuerda a veces a Deep Purple.

Este Agosto y Septiembre los he rescatado, recurriendo sobre todo al disco que menos escuchaba de ellos, A Tab in the Ocean (1972), que como dije es el más hard-rockero de todos... y me sorprende que lo tuviera tan olvidado, porque ahora me parece realmente excelente.

El álbum empieza fuerte con el tema homónimo de un cuarto de hora, pero créanme, no se hace largo, o al menos a mí nunca me ha costado lo más mínimo aunque no tenga cambios repentinos de melodía y se base más o menos en un estilo muy concreto de órganos y guitarras. Pero en todo caso si quieren empezar con una canción concreta, la ideal es "Desolation Valley", que sigue la línea de temas tipo "The Salmon Song" de Steve Hillage que se basan en un riff puro hard-rock que podría pertenecer fácilmente a Led Zeppelin, pero que en vez de tirar por ahí lo llevan al terreno más progresivo. Por otro lado, los dos últimos temas podrían haber aparecido perfectamente en cualquier disco hard-rockero de la época y les tengo un aprecio especial (aunque no me gusten tanto como los dos primeros) por ser aquellos con que empezaron cuando les vi en directo.



No lo duden, realmente les gustará este disco si son fans del rock 70s. ¡Pongan a Nektar en sus vidas!

jueves, 30 de octubre de 2014

Yo no soy fanático de Van Morrison...

... pero cuando lo borda, LO BORDA.

Esta canción en concreto me parece una de las mejores que he descubierto estos últimos años, me parece absolutamente increíble.


jueves, 23 de octubre de 2014

Los Rolling Stones buscan un nuevo guitarrista

1974. Los Rolling Stones habían conseguido sobrevivir al cambio de década como una de las bandas más importantes del mundo, pero ese año sucedió un hecho único en su historia hasta entonces: la deserción de un miembro de la banda, en concreto el más nuevo de todos, el guitarrista Mick Taylor.

Taylor llevaba solo 5 años en el seno de la banda, pero su entrada fue decisiva en su época cumbre. Tenía una formación blues de primera categoría de mano de la banda de John Mayall en la que estuvo un tiempo, y musicalmente era el más virtuoso de todos. No obstante, no logró integrarse totalmente en el circo que eran los Rolling Stones por entonces y se marchó por varios motivos, a saber: creía que con los Stones no podría explotar todo su potencial como músico (eso era cierto, ser un Stone implicaba someterse al estilo y condiciones impuestos por Mick Jagger y Keith Richards), le molestaba que no se le acreditara como co-autor de algunos temas (se quejó de que él había contribuido decisivamente a canciones como "Sway" o "Time Waits for No One", eso sin mencionar que en algunos temas del Sticky Fingers hizo todas las partes de guitarra al no estar Keith Richards presente), no se entendía muy bien con el susodicho Richards en aquellos años y, por último, estaba empezando a engancharse a las drogas y pensó que le convendría alejarse del entorno Stone, caracterizado por un consumo exacerbado de estupefacientes (paradójicamente hoy día tiene peor aspecto que el resto de sus compañeros... bueno, salvo Keith).


El caso es que los Stones perdían a un guitarrista magnífico y necesitaban un sustituto. No podía ser uno cualquiera, puesto que todo el mundo miraría atentamente la elección que llevarían a cabo, así que empezó el proceso de buscar candidatos. De modo que la banda se asentó en unos estudios de Munich y convocó a varios guitarristas. Con cada uno de ellos fueron grabando canciones para ver qué tal sonaba la cosa y al final algunos de estos temas acabarían apareciendo en el irregular Black and Blue (1976). La lista de gente que pasó por ahí incluye a Jeff Beck, Rory Gallagher, Eric Clapton, Peter Frampton, Steve Marriott, Wayne Perkins, Harvey Mandel, Shuggie Otis y, claro está, Ron Wood. No está mal, ¿verdad?

La elección más clara y obvia era sin lugar a dudas Ron Wood. Nosotros lo sabemos, ellos lo sabían y, probablemente, el propio Wood también lo sabía. Así que en realidad toda esta historia podría haberse solucionado con una llamada al interesado y ya está, pero por entonces aún era un miembro de los Faces, y eso complicaba las cosas.


Pasando a analizar la lista de candidatos hay que hacer algunas puntualizaciones. La primera es que tanto Rory Gallagher como Jeff Beck posteriormente afirmaron que cuando tocaron con los Stones no sabían que se les estaba poniendo a prueba, pensaba que era simplemente una jam informal, y que de haberles hecho ellos la propuesta de unirse al grupo se habrían negado. Desconozco si realmente Jagger y Richards les estaban poniendo a prueba o si se planteaban de verdad incluirlos, pero me cuesta creer el segundo caso porque resulta obvio a todas luces que ninguno de los dos encajaba en el puesto.

Rory era un músico que se había labrado una sólida carrera por su cuenta, que demostró (y seguiría demostrando) un nulo interés por hacer lo necesario para ser una gran estrella y que se mantuvo siempre fiel a su papel de bluesman errante con su guitarra a cuestas. ¿Qué pintaba en el circo de los Stones?
Más de lo mismo con Jeff Beck. Es conocido que era un músico muy exigente con un carácter algo difícil. Jamás habría encajado en un papel secundario a la sombra de Jagger y Richards. Además en esos años estaba explorando su faceta jazz-rock con Blow by Blow (1975). De todos modos parece que existen grabaciones de su colaboración juntos, en este enlace se dan detalles muy interesantes.


La segunda puntualización es que he leído la versión sobre esta historia explicada por Ron Wood en su divertida autobiografía Memorias de un Stone pero me inclino a tomar con pinzas su relato. No es que quiera desconfiar del bueno de Ronnie, pero ya en un capítulo anterior le pillé al menos una anécdota que es a todas luces falsa - afirma que su manager Peter Grant le propuso ser el guitarrista de una banda que acababan de formar a la que le faltaba un guitarra y que acabó siendo Led Zeppelin... lo cual es sencillamente imposible, porque Led Zeppelin lo fundó de hecho el guitarrista Jimmy Page, quien fue reclutando al resto de músicos - y además su versión tiene algunos puntos que no me encajan para nada.

Según él el principal candidato que destacó el grupo fue el líder de Humble Pie, Steve Marriott, pero se le rechazó por ser más un guitarra rítmico, y ellos buscaban alguien que fuera rítmico y solista. No sé si es cierto pero en todo caso creo que habría sido una buena elección salvo que en los Stones no podría desarrollar su vena de líder.
Una vez dicho eso, según Ronnie, los finalistas fueron él Jeff Beck y Eric Clapton... lo siento ¡pero no me lo creo! Beck ya hemos visto que desmintió él mismo que nadie le dijera que le estaban poniendo a prueba y no encajaba nada en ese papel secundario en los Stones. Y en cuanto a Clapton... ¿realmente uno de los guitarristas más famosos del mundo iba a someterse a ser un Stone? No he leído de hecho nada al respecto en la autobiografía de Clapton ni en otra biografía suya más allá de que tocó con los Stones en esa época en que buscaban guitarristas, así que me inclino a ponerlo también en cuarentena.

Pasemos al resto de candidatos. Peter Frampton no me lo imagino como Stone pero no creo que fuera nada descartable en aquel momento, de todos modos en el Black and Blue no hay nada de sus contribuciones. Sí que han resistido las del resto en el resultado final. Sobre Wayne Perkins no tengo mucho que decir porque no le conozco, tengo entendido que era un prestigioso músico de sesión que colaboró con grandes músicos. En lo que respecta a Harvey Mandel, es un excelente guitarrista pero habría sido muy claramente un "Mick Taylor 2". Al igual que Taylor era un músico virtuoso muy versado en el blues (alcanzó la fama con Canned Heat) y al igual que esté había colaborado con John Mayall. Sin duda habría hecho un gran papel, pero quizá no encajaría como Stone. Es de lamentar que su única contribución en el disco fuera un tema funk que tampoco es santo de mi devoción:


Nos queda pues el que era sin duda el candidato perfecto, Ronnie Wood, por varios motivos:
- No era un músico tan inquieto como otros de los candidatos, que podrían sentirse incómodos pasando a ser un miembro más de la banda de Jagger y Richards.
- Su estilo musical encajaba perfectamente con el de los Stones, de hecho los Faces para mí se mueven en exactamente los mismos parámetros.
- Ya había colaborado con ellos previamente. De hecho el tema "It's Only Rock 'N' Roll" se grabó en el estudio de grabación de su casa con varios miembros de la banda y teóricamente ayudó a coescribirla, pero Jagger le pidió que se la dejara a ellos a cambio de cederle el tema "I Can Feel The Fire", que Wood usó en su debut en solitario (si se fijan, se pueden oír con toda claridad los coros de Jagger).
- No menos importante (al contrario, un factor decisivo reconocido por el propio Wood): se llevaba muy bien con Keith Richards, de hecho se hicieron inseparables.
- Esto no sé hasta que punto era importante pero Wood lo remarca en su biografía: preferían que fuera un músico inglés y que se entendiera con su sentido del humor De ser cierto, eso jugaba en contra de Perkins y Mandel y, de nuevo, a favor de Wood.

Et voilà, ya tenemos al nuevo Stone. No obstante, ojo al dato, Wood era un Rolling Stone pero a nivel legal y quizá económico no pasó a ser uno más de ellos hasta los 90, cuando Bill Wyman dejó la banda. Hasta entonces salía en todas las fotos promocionales y se le consideraba un miembro de facto, pero más a nivel musical. Quizá después del feo que les hizo Mick Taylor, Jagger no quería dejar entrar a nadie más al grupo hasta estar 100% seguro de que se quedaría (es conocido que a los Stones les sentó muy mal la marcha de Taylor casi sin dar explicaciones, aunque hoy día parece que le han perdonado, ya que lo llevan de músico invitado en su gira).


A partir de aquí yo tengo dos versiones de la historia.
La primera, que describe Wood en su biografía, es que en 1975 tenía dos tours en EEUU pactados con los Faces pero le daba tiempo a girar en medio con los Stones. Así que se unió a ellos en esa esperadísima gira que se anunció por todo lo alto y cuando volvió para el último tour de los Faces, el resto estaban resentidos con él porque sospechaban que iban a dejarlos. Finalmente Rod anunció que dejaba la banda tras esa gira llena de tensión porque su guitarrista estaba más pendiente de los Stones y Ronnie quedó libre.

La segunda, que yo tiendo a creerme más, dice que Wood quería unirse a los Stones pero no podía por estar contractualmente ligado a los Faces. No se le puede culpar de que quisiera dejar su banda: por entonces Rod Stewart se había hecho más popular en solitario que con los Faces y ya estaba más por su carrera que por la de la banda en la que ejercía de cantante. Además discográficamente estaban muy parados (su último disco es del 1973), quizá porque Stewart reservaba sus fuerzas para sus propios álbums. Según esa versión, si la banda no escogió en una primera instancia a Wood aún siendo la opción más obvia fue por este motivo: Jagger no quería esperar a que el guitarrista se desligara de los Faces ni tener que aplazar más tiempo su esperado tour de regreso. Finalmente se hizo lo que ya conocemos: un tour por Estados Unidos con los Stones y luego una última gira de compromiso con los Faces tras la cual rompieron.


Dicho tour de los Stones merecería un post aparte. Se anunció por todo lo alto y Charlie Watts lo recuerda como la gira a lo Led Zeppelin porque hacían conciertos maratonianos. Sólo en su gira de retorno en 1990 volverían a hacer setlists tan largos (y en este último caso se puede entender porque era su gran regreso y tendrían ganas de tocar muchos temas). Les dejo un setlist típico de por entonces:

"Honky Tonk Women"
"All Down the Line"
"If You Can't Rock Me"/"Get off of My Cloud"
"Star Star"
"Gimme Shelter"
"Ain't Too Proud to Beg"
"You Gotta Move"
"You Can't Always Get What You Want"
"Happy"
"Tumbling Dice"
"It's Only Rock'n Roll (But I Like It)"
"Doo Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)"
"Fingerprint File"
"Angie"
"Wild Horses"
"That's Life" (sung by Billy Preston)
"Outa-Space" (led by Billy Preston)
"Brown Sugar"
"Midnight Rambler"
"Rip This Joint"
"Street Fighting Man"
"Jumpin' Jack Flash"

Y eso sin contar temas que fueron cayendo ocasionalmente como "Rocks Off" o "Sympathy for the Devil". Como ven por entonces se trajeron a Billy Preston a los teclados e incluso le dejaban tener un momento de protagonismo cantando dos temas.
No había disco nuevo que presentar porque aún no había salido a la venta el Black and Blue y ya hacía un año de su último álbum con Mick Taylor, así que fue una entrada triunfal de Ron Wood en el universo Stone.

A día de hoy se hace impensable imaginar a los Stones con otro que no fuera el bueno de Ron, pero a veces incluso la opción más obvia no es aquella a la que se recurre por primera vez.


jueves, 16 de octubre de 2014

1974

Tal y como hice hace 2 años con 1972, este año se me ha antojado hacer un repaso a las novedades discográficas que salieron a la luz hace exactamente 40 años, en 1974. Años atrás tenía un poco la idea que, dentro de lo que considero la edad de oro del rock (de 1967 a 1977), a partir de 1974 es cuando la cosa empezó a decaer un poco - por supuesto dentro de lo que es la edad de oro del rock, repito. Quizá es porque algunos de mis artistas favoritos surgidos a mediados-finales de los 60 empezaron a decaer por esos años, pero con el tiempo he descubierto que en muchos casos no es así, además de que existen otros grupos que tomaron el relevo en esa época.

Al igual que hice en el otro post, en este vuelvo a resaltar esa cualidad que hace que adore tanto la música de esos años, y es la coincidencia en el tiempo de estilos muy diferentes que me encantan: el glam-rock dando sus últimos coletazos y evolucionando hacia otros caminos, el rock sureño en plena edad de oro, el rock progresivo en su apogeo acercándose ya a la saturación pero ofreciendo aún cosas magníficas y aventuras personales de cada grupo-artista también apasionantes (Neil Young desafiando su estatus de estrella al mismo tiempo que - contradictoriamente - hacía giras de estadio con Crosby Stills & Nash, Deep Purple buscando un renacimiento sin Ian Gillan, etc.). Por eso, con las típicas (y a día de hoy, bastante manidas y aburridas) discusiones sobre si el rock molaba más antes o yo, actualmente tiendo a resumirlo así: si cojo 25 discos de 1974 encuentro más obras que me apasionen que de cualquier año posterior a los 70 y además de mucha variedad. Quizá es cosa mía, puede ser, pero en todo caso honestamente es lo que pienso.



25- Jackson Browne - Late for the Sky


Uno de los sonidos que más se escuchaba en las radios en 1974 era un tipo de country-rock edulcorado, en que músicos que habían trabajado el género lo hacían más escuchable con un fuerte componente pop, combinando temas más country-rock con baladas a piano. Los más puristas odiarán este tipo de cosas, pero a mí me gusta cómo queda en el caso de muchos grupos y artistas, como es el caso de este disco de Jackson Browne. Es un disco muy reposado y dominado por las baladas, pero cada canción tiene suficiente personalidad en sí misma como para que la escucha no se haga monótona.



24- America - Holiday


Siguiendo la línea de lo que he dicho antes, America son otro exponente de la época de ese country-rock amable, muy popero y radiofónico, que tanto éxito tuvo en aquellos años. En Holiday para mi gusto ya empiezan a olvidar demasiado su lado country para convertirse en una banda de pop, y por ello no están más arriba en este top. No obstante, sigue siendo un muy muy buen disco de pop, sino no estaría aquí.



23- Sparks - Propaganda


En aquellos años el glam-rock era uno de los géneros musicales de más éxito del momento, pero sobre todo en Reino Unido. Es curioso por tanto que los Sparks, a los que se suele vincular a ese movimiento, sean americanos. Su particular aproximación al género es una de las más curiosas que conozco: tenían una facilidad innata para hacer pop ultra-pegadizo y lo llevaban a la máxima expresión, resultando en ocasiones hasta empalagosos para mi gusto aún cuando ellos lo compensaran enfatizando muchísimo su particular sentido del humor. Solo conozco dos discos suyos de momento, pero éste es el que más disfruto de los dos.



22- Brian Eno - Here Come the Warm Jets


Mientras tanto, en Inglaterra una de las grandes bandas surgidas en esos años en plena explosión, Roxy Music, sufrió una baja importante: el teclista Brian Eno, quien decidió emprender una carrera en solitario. En unos años Eno dejaría de ser el "ex-Roxy Music" para convertirse en uno de los músicos más importantes e influyentes de las últimas décadas, pero en su debut eso aún estaba por llegar. No tenemos aún al Eno más atmosférico, sino a un Eno aún emparentado con lo que hacían en Roxy Music: es decir, glam-rock experimental, sólo que la parte experimental pesaba mucho más que en su banda madre. De acompañantes nada más y nada menos que sus antiguos colegas de Roxy Music (salvo Brian Ferry, con el que no se llevaba muy bien) y un invitado de lujo, Robert Fripp (quien aparecerá dos veces más en esta lista), con el que luego haría otros proyectos.


21- Gene Clark - No Other


Reconozco que no sé mucho de Gene Clark salvo que formó parte de los Byrds y que no ha sido hasta este año cuando me he animado a escuchar otro disco suyo (White Light), pero cuando lo tanteé por primera vez con No Other flipé por completo. Éste no es el tipo de disco que uno espera de un músico de folk-rock los 60 que en 1974 me pensaba que ya estaría en proyectos menores y olvidados. No Other es un álbum inspiradísimo y muy muy ambicioso. De hecho tan ambicioso que la producción se le fue de las manos y no se pudo recuperar su coste, convirtiéndolo en una de esas grandes obras fracasadas que tanto nos gusta ensalzar décadas después.



20- Deep Purple - Burn


Una de las grandes sorpresas de 1974 fue la sorprendente resurrección de Deep Purple, cuyo futuro parecía totalmente incierto tras la marcha del carismático cantante Ian Gillan, con el cual habían alcanzado éxito. Sus increíbles agudos y la potencia de su voz fueron claves en el éxito que experimentó el grupo a principios de los 70 tras tres discos que pasaron sin pena ni gloria. No obstante, Gillan se fue, y poco después el excelente bajista Roger Glover. ¿Podrían sobrevivir Deep Purple sin ellos?

La respuesta es ¡sí! Para suplir a Glover cogieron a un músico sensacional: Glen Gughes, excelente bajista y muy buen cantante. Pero lo del cantante es algo inexplicable, ya que contrataron a un músico totalmente desconocido llamado David Coverdale. ¿Cómo se atrevieron a poner al frente de una de las bandas más exitosas del momento sustituyendo a uno de los vocalistas más destacables de la escena hard-rock a un tipo que no tenía casi experiencia? Supongo que tenían mucha confianza en sí mismos, pero acertaron. A día de hoy mucha gente prefiere esta formación y el sonido que adquirieron aquí al de los álbums de Gillan. Yo no coincido en absoluto pero sin duda es un grandísimo disco y una resurrección en toda regla.


19- Peter Hammill - In Camera


Aunque nunca tuvieron tanto éxito como otros compañeros de generación, la carrera de Van Der Graaf Generator en los 70 fue una de las mejores que dio el rock progresivo (y, si me lo permiten, el rock en general). No obstante, aunque el género estaba en pleno auge y ellos habían sido uno de los primeros en explotarlo, el líder del grupo, Peter Hammill, decidió disolver la banda en mitad de la edad de oro del progresivo para centrarse en una carrera en solitario. Y si bien no consiguió tampoco así el éxito, sí que demostró ser un compositor fructífero (miren cuantos discos ha grabado y verán que no hablo por hablar) y nos legó algunos álbums geniales. En 1974 de hecho sacó a la venta un disco más "accesible" muy en la línea de Van Der Graaf Generator y éste que comentamos ahora. In Camera es un disco oscuro y difícil, impregnado por el sonido de teclados y sintetizadores y la voz de Hammill, y aunque me costó pillarle el punto ahora mismo me parece una absoluta genialidad.



18- Mott The Hoople - The Hoople

Los Mott The Hoople eran una banda gafada. Después de años persiguiendo el éxito, con unos directos históricos pero que no se traducían en buenas ventas, decidieron dejarlo estar. Aparece Bowie, les produce All The Young Dudes (1972) y por fin logran el éxito que deseaban. Y cuando parecía que ahora podrían tener una carrera como Dios manda, les dejó su teclista Verden Allen y, tras haber grabado el siguiente disco, su guitarrista Mick Ralphs para formar una banda que aparecerá más adelante en esta lista. Ian Hunter, el carismático líder del grupo, suplió a Allen con Morgan Fisher y a Ralphs con Ariel Bender. El problema es que el papel de Ralphs en el grupo era fundamental, y aunque en la gira que hicieron Bender demostró ser un guitarrista descomunal, cuando empezaron a grabar el siguiente álbum se hizo evidente que en estudio era un músico mucho más limitado, incapaz de explotar el potencial que exhibía en vivo.

¿Es por eso que The Hoople fue el álbum más glam y sobreproducido de todos, para compensar la ausencia de un guitarrista consistente como Mick Ralphs? ¿O simplemente ése es el camino que Hunter quería seguir sin otros músicos importantes que le discutieran su decisión? No tengo ni idea, pero en todo caso así suena el último álbum de Mott The Hoople, que no por ello deja de ser uno de los mejores de su carrera con unos cuantos hits que demostraban que Hunter tenía cuerda para rato. Lo que sucede es que tras este disco decidió centrar su talento en su carrera en solitario de la que ya hablaremos otro día.


17- Eagles - On the Border


Justo antes de que decidieran abrazar el AOR y un sonido más pop (aunque de esto siempre había habido en sus discos), los Eagles optaron sorprendentemente por grabar el disco más rockero de su carrera. Así pues, en On The Border vemos a los Eagles más contundentes, dejando un poco de lado su faceta country. Para ello incorporaron a la banda a un tercer guitarrista, Don Felder, buscando enfatizar ese sonido de guitarras que se escucha en temas como "James Dean", "Good Day in Hell" o la maravillosa "Already Gone", una de sus mejores canciones.
Uno de los discos más logrados de su carrera.




16- Neil Young - On The Beach

Hemos repasado y repasaremos varias aventuras musicales que tuvieron lugar ese lejano 1974, muchas de las cuales tienen que ver con bandas aún jóvenes persiguiendo el éxito o veteranos buscando un lugar en un panorama cambiante. Pero ninguna de ellas trata sobre un músico que haya alcanzado el éxito masivo que estaba buscando y que, de repente, decida sabotearse a sí mismo lanzando tres discos absolutamente anticomerciales seguidos. Eso fue lo que sucedió con Neil Young, quien tras el enorme éxito de Harvest lanzó un disco en directo algo indigesto, otro en estudio que directamente la discográfica vetó hasta unos años después y, el que nos ocupa, On The Beach.

Es un álbum muy melancólico, en el que se le nota tocado por la muerte de algunos viejos amigos a causa de las drogas y por un éxito desmesurado que aún estaba intentando asimilar. "See The Sky About to Rain" es de los pocos temas algo accesibles, con ese piano eléctrico que le da un sonido totalmente diferente a lo que había grabado hasta entonces, pero lo mejor es la cara B, una de las caras de disco más tristes y desoladoras que conozco, con versos llenos de tristeza ("Though my problems are meaningless, that don't make them go away") hasta desembocar en la extensa y desoladora "Ambulance Blues".

Para hacer esto aún más confuso y contradictorio, al tiempo que sacaba este disco se embarcaba en una gira de estadios totalmente comercial con Crosby Stills & Nash. No hay quien te entienda, Neil, pero te queremos igualmente.




15- David Bowie - Diamond Dogs


Hola amigos, soy David Bowie y he decidido mandar a la porra a las Spiders from Mars (es decir, para qué engañarnos, a Mick Ronson, lo siento por los otros dos tipos pero es así) y demostrar al mundo que yo solo puedo apañármelas. Para ello he hecho un ambicioso disco que salvo un par de temas (especialmente el hit "Rebel Rebel") huye del sonido glam-rock facilón y en que yo toco la guitarra. ¡Chúpate esa, Mick!

OK, hoy día ya sabemos que Bowie tenía talento de sobras pero en 1974 tenía aún que demostrar que era capaz de apañarse él solo y Diamond Dogs fue el primer paso en esa dirección. Un disco que aunque tuvo éxito no opta por un sonido obvio y que tiene joyas ocultas como "Sweet Thing", una de mis favorita del Duque Blanco. Los últimos temas nos anticipan lo que vendría posteriormente, su etapa más soul, que en mi opinión fue un paso en falso pero entiendo que Bowie estaba intentando experimentar.




14- Cockney Rebel - Psychomodo


Una de las joyas de la escena glam/art-rock inglesa de los 70. Un disco extravagante en que se practica música rock pero sin haber prácticamente guitarras eléctricas. Mantiene en su mayor parte el aspecto lúdico del glam con el toque de imprevisibilidad del art-rock y en dos temas bastante extensos se permite además volverse ambicioso. Y como mínimo con el segundo, "Cavaliers", lo consigue de sobras. En cuanto a la pomposa balada épica final, aún no sé qué pensar de ella y de su famoso verso ("Look what they've done to the blues") pero creo que también me ha acabado gustando.




13- King Crimson - Red


Quizá este disco debería estar más alto en mi Top, ya que suele considerarse como la obra cumbre de King Crimson. Pero en todo caso son nimiedades, aunque no me haya enganchado tanto como a otros fans es un disco tan intachable y tan bien ejecutado que poco se le puede reprochar. La opinión mayoritaria entre fans del grupo (y entre algunos miembros de la banda) es que aquí llegaron a su máximo apogeo. La banda que el guitarrista Robert Fripp formó con Lark's Tongues in Aspic fue perfeccionándose hasta reducirse aquí a su mínima expresión (aunque hay contribuciones de otros músicos, aquí oficialmente eran un trío, y su sonido se basaba ante todo en guitarra-bajo-batería sin más adornos). Quizá por ello Fripp decidiera disolver el grupo, para decepción de sus dos compañeros, pensando que ya no podían llegar más lejos sin repetirse. Y hay un principio en King Crimson que reza "¡No te repetirás!"


12- Bad Company - Bad Company

De las cenizas de Free y de unos Mott The Hoople ya en las últimas surgió una de las grandes superbandas de la época: ¡saluden a Bad Company! El grupo con el que por fin sus integrantes consiguieron el éxito masivo que les rehuyó en sus anteriores formaciones. Este álbum es de esos clásicos instantáneos que es imposible que no le guste a uno, de hecho se le suele acusar de ser un ejemplo de rock radiofónico fácil orientado al gran público. Qué quieren, con canciones así ya me gustaría que el rock radiofónico actual fuera como el de Bad Company.


11- King Crimson - Starless and Bible Black

En mi opinión el gran disco infravalorado dentro de la carrera de King Crimson. Normalmente se suelen mencionar otros discos de los 70 antes que éste - de hecho, prácticamente cualquier otro - y no obstante cuando lo escuché por primera vez me gustó mucho al instante y diría que a día de hoy es mi segundo favorito suyo, aunque no a mucha distancia del ya mencionado Red y los dos anteriores que grabaron. Starless and Bible Black confirma la entrada de King Crimson en una nueva etapa donde apostaron por un sonido muy duro, casi hard-rockero, y contaron con la que muchos creen que es la mejor formación de la banda: aparte del omnipresente Robert Fripp a la guitarra, John Wetton al bajo, Bill Bruford a la batería y David Cross al violín.

Con esta potentísima base rítmica, Fripp consiguió un sonido mucho más contundente, y por otro lado el virtuosismo de los músicos le permitía poder improvisar libremente. Para casi todo el mundo, este álbum es el borrador del posterior Red, menos improvisado y más perfeccionado... pero qué quieren que les diga, por algún motivo prefiero éste disco, quizá por tener un estilo más libre y menos impecable.


10- Camel - Mirage

Todavía hoy en día me pregunto cómo pudo ser posible que en las primeras escuchas que le ofrecí a Mirage éste me pareciera un disco agradable pero exento de interés. Y no era un adolescente sin experiencia cuando eso sucedió, sino un veinteañero ya metido de lleno en el mundo del rock progresivo... pero el caso es que las preferencias personales son caprichosas y en todo caso no puedo dejar de alegrarme de que con el tiempo viera la luz y comprendiera la grandeza del segundo disco de Camel. Los más puntillosos dirán que la banda de Andy Latimer viene a ser una especie de progresivo de segunda división, manteniendo sólo la parte más bucólica y fácil del género sin ningún ápice de riesgo. Aunque eso pueda ser verdad, hay que ser muy "auténtico" - por no decir sordo - para no apreciar la magnífica música que atesoran discos como éste y la sensibilidad tan especial que tenían.


9- Peter Hammill - The Silent Corner and the Empty Stage

Otra de las dos incursiones en solitario de Peter Hammill en esos años de reposo en la carrera de Van Der Graaf Generator durante los 70. Este disco suena mucho más a su grupo anterior y es definitivamente más accesible que In Camera, lo cual lo convierte en un candidato idóneo como primera toma de contacto a los interesados en su carrera entre las miles de personas que seguro que leeréis este post. A destacar una de sus interpretaciones vocales más conmovedoras en "Forsaken Gardens", ese inicio tan deslumbrante con "Modern" pasando de la tranquilidad al caos y la épica "A Louse is Not a Home", que en realidad es prácticamente un tema de Van Der Graaf Generator, ya que suena como tal y cuenta con la participación de sus compañeros.
A la altura de las grandes obras del género.


8- Todd Rundgren - Todd

Todd Rundgren representa a la perfección muchas de las cosas que adoro de esa época: las ganas de experimentar y descolocar a los fans con cada disco, esa seguridad en sí mismo rozando la arrogancia que no le hace temer qué pensarán de él, la versatilidad de un disco a otro... En 1974 por decirlo claro, Todd era el puto amo y lo sabía. Y por ello se sacó de la manga un disco doble (el segundo que sacaba en 3 años, y habiendo en medio dos de más de 50 minutos) en que sencillamente siguió haciendo lo que le daba la gana: experimentar con sintetizadores a unos niveles bastante inauditos para la época, versionar un tema de Gilbert & Sullivan (¿WTF?), vacilar a la discográfica ofreciendo un pegadizo tema pop que prohibió expresamente que saliera como single ("Izzat Love?") y saboteándolo él mismo con un final abrupto... en fin, de todo.

Todd es como el armario de curiosidades de Todd Rundgren. Pasen y vean todo de lo que era capaz este tipo, disfrútenlo si pueden y si no, que les den, a él le da lo mismo. De hecho si esto les parece poco, en paralelo a este disco montó una banda progresiva llamada Utopia que servía de válvula de escape comercial (en esos años una banda con dos tíos a los sintetizadores y composiciones de 30 minutos era considerada como la válvula de escape comercial). Sencillamente flipante.




7- Electric Light Orchestra - ElDorado

Resumiendo mucho: me hice fan de la ELO por este disco. Tal cual. Ni siquiera pasé por las fases de sentir cierto interés, apreciarlos desde la distancia, comenzar a disfrutarlos a un mayor nivel y finalmente hacerme fan. Fue oír este disco y considerarme fan del grupo.
Desde la distancia de haber escuchado otras obras suyas, me parece el disco más complejo y ambicioso, donde las influencias orquestales se hacen notar más y sin referencias pop tan marcadas y, por ello, sin singles radiofónicos salvo la conocida "Can't Get Out of my Head". Uno de sus mayores logros ha sido lograr confluir ese estilo tan ambicioso y megalómano sin perder ni un ápice de ese sonido pop que los hace tan irresistibles.



6- The Marshall Tucker Band - A New Life

Entre un Top10 plagado de bandas inglesas nenazas que hacían rock progresivo o cosas raras artie (qué quieren, era la edad de oro del género) destacan con luz propia estos tipos, hombres de verdad que hacían rock sureño también para auténticos cowboys. En realidad, lo digo en un tono algo paródico, puesto que la Marshall Tucker Band poseían una sensibilidad que los hacía muy especiales y su estilo tenía más puntos en común con el jazz que con el hard-rock, a diferencia de muchos de los estandartes del género.
A New Life es seguramente su mejor disco y una de las grandes obras del género. Creo que nunca sonaron tan bien como aquí y hay muchísimos de esos momentos inolvidables que separan un buen grupo de otro que tiene algo más, que te aporta un extra aparte de unas buenas composiciones, como el segmento instrumental de "You Ain't Foolin Me" o el solo de guitarra acústica de "24 Hours at a Time" (su mejor canción, por cierto).


5- Badfinger - Wish You Were Here

A estas alturas, la carrera de Badfinger tocaba fondo a nivel comercial. Al poco éxito de sus álbums anteriores se le sumó la disputa legal entre la discográfica y el grupo, de la cual éstos últimos eran totalmente inocentes ya que no sabían que su manager les había engañado. En consecuencia, la mejor obra de Badfinger se retiró de las tiendas antes de darle ninguna oportunidad y el mundo no sería consciente hasta muchos años después de la existencia de una de las mayores obras maestras del pop. Aquí el grupo consiguió quitarse de encima la influencia Beatle de sus primeros discos y aportaron algunas de las mejores composiciones de su carrera. Todos los temas de Wish You Were Here, incluyendo los menores, tienen personalidad propia, mientras que canciones como "Dennis" o "Meanwhile Back At The Ranch/Should I Smoke" representan su pico como compositores. Todo parecía augurar que la banda liderada por Pete Ham aún tenían mucho que decir, pero por desgracia ya sabemos que no pudo ser.



4- Queen - Sheer Heart Attack

No está mal sacar en un mismo año dos de los mejores discos de tu carrera, ¿no?
Con Sheer Heart Attack Queen abandonaron las influencias progresivas de sus discos anteriores y por fin descubrieron su auténtica faceta: esa amalgama entre pop-rock refinado y hard-rock con revisitaciones al music-hall y excentricidades varias que luego les llevaron a la cumbre en su siguiente obra. El disco está plagado de los mal llamados "clásicos menores", canciones que no aparecen en recopilaciones pero que encantan a los fans, y como regalo la cara B incluye una especie de medley de canciones cortas totalmente diferentes entre sí irresistible.
Pese a no tener tanta fama como otras obras suyas, podría ser perfectamente su mejor disco.


3- Genesis - The Lamb Lies Down on Broadway

Me parece muy curioso que un disco surgido de una etapa tan conflictiva del grupo (era el último que realizaría Peter Gabriel con Genesis) y grabado en unas circunstancias tan precarias (el cantante prácticamente iba por su cuenta y además se forzaron a grabar un álbum doble) haya acabado siendo el mejor del grupo y una de las obras cumbre del rock progresivo. Pero así son estas cosas, luego el primer disco que grabaron en formato trío sin Peter ni el guitarrista Steve Hackett se desarrolló en perfecta armonía y resultó ser un auténtico coñazo sin vida.
The Lamb Lies Down on Broadway nunca le gustó mucho a algunos miembros del grupo como el teclista Tony Banks, y ciertamente es un álbum largo y denso, con un sonido más cortante sin las agradables florituras progresivas que les caracterizaban... pero para mí siempre ha sido su mejor trabajo.



2- Supertramp - Crime of the Century

Uno de los discos más perfectos jamás grabados. Tal cual. Las composiciones son sencillamente im-pe-ca-bles, el sonido es cristalino y absolutamente adecuado para el estilo del álbum - leí que se usó durante muchos años para probar equipos de música por ese motivo - y el equilibrio entre las composiciones de los dos líderes, Roger Hodgson y Rick Davies, hace que ninguno destaque sobre el otro y que se complementen a la perfección. El estilo además no se enclava en ningún género concreto, parte en su mayor parte del rock progresivo, pero no renuncia a un sonido pop o a influencias más jazz/blues, sencillamente suenan a ellos mismos.
Imprescindible desde mi punto de vista.




1- Queen - Queen II

En realidad este disco no debería estar aquí, ya que debería haberse publicado en 1973, del mismo modo que su debut debería haber salido en 1972. Pero para que no coincidieran ambos discos en las tiendas al mismo tiempo, la discográfica retrasó la salida del segundo álbum de Queen a 1974, provocando que sea el disco que encabece nuestro ranking.

Resumiendo mucho, es mi disco favorito de mi grupo favorito y uno de los discos de mi Top5 personal que más tiempo lleva aguantando esa posición en mi ranking personal, así que no tenía ninguna duda respecto a qué posición ocuparía en esta lista. Queen nunca volvieron a adquirir el sonido que tenían aquí, esa mezcla magistral entre rock progresivo y glam-rock pomposo reunidos bajo una vaga ideal conceptual (la cara A, blanca, con composiciones de Brian May y Roger Taylor, y la cara B, negra, con composiciones de Freddie Mercury). Aunque luego el disco fue olvidado por el mismo grupo a raíz del enorme éxito de obras posteriores, no somos pocos los fans que lo consideramos su obra cumbre.