Una de las reflexiones que a veces me gusta hacerme es pensar cuáles de los grupos o discos que ahora se encuentran entre mis favoritos veía más improbable hace 15 años que ocuparían dicha posición en mis gustos personales. O al revés, qué grupos y discos que ahora no me dicen gran cosa acabarán de aquí a 10 años entre mis favoritos contra todo pronóstico. Haciendo este ejercicio mental creo que el grupo que más ha destacado en ese sentido contra todo pronóstico son los Grateful Dead.
Llegué a ellos con unos 14 o 15 años a través del mitiquísimo recopilatorio Esta noche cruzamos el Mississippi, que incluía un tema de ellos, "Sugar Magnolia". No fue un buen comienzo: no me gustaba nada, de hecho era la única canción que me saltaba del disco, de modo que si esto es lo que tenían que ofrecerme los Grateful Dead, íbamos apañados. Pero claro, en aquellos años yo estaba descubriendo el rock clásico y era un consumidor insaciable de discos y bandas de la edad de oro del rock, de modo que a lo tonto el nombre de Grateful Dead tarde o temprano volvía a aparecer y me decía que quizá les tenía que dar una oportunidad. El disco que en todas partes se mencionaba como su gran obra era un tal American Beauty (1970), de modo que lo descargué y mucho me temo que no cambió para nada mi parecer sobre el grupo, me parecía un rollo. Antes de que se me echen encima debo aclarar que en aquellos años era aficionado sobre todo al blues-rock, hard-rock clásico, el progresivo y la psicodelia, de modo que un disco de puro country-rock tenía muy pocos números para entusiasmarme. Yo sentía curiosidad por los Dead como aficionado a la psicodelia pero eso desde luego NO sonaba a psicodelia, de modo que los descarté de nuevo.
Cuántas grandes bandas nos descubrió Pepe Navarro..
Pasaron los años y fui descubriendo otros grupos y discos clásicos. De vez en cuando le daba otro intento a los Dead pero siempre actuaba de la misma forma, repitiendo una y otra vez el mismo estúpido error: quería probar nuevos grupos de psicodelia, leía que los Dead eran imprescindibles y a la hora de buscar un disco de ellos siempre volvía a American Beauty. ¿Por qué? Porque es el único que se resalta de verdad en enciclopedias de rock y listas de mejores álbums de la historia, algo que posteriormente descubrí que es una injusticia, pero ya llegaremos a eso. Me habría venido bien que alguien me hubiera hecho oír el Anthem of the Sun (1968), que pese a ser un disco más complejo que el Beauty a mí me habría entrado mil veces mejor y me habría convertido antes en fan del grupo, pero desafortunadamente nunca se suele citar a la hora de hablar de psicodelia. También había leído, es cierto, que lo mejor de esta gente eran sus directos, pero tenían tantos que tampoco sabía por donde empezar (también llegaremos luego a eso). De modo que mi bautismo en el universo Dead tardó más años de lo normal por ese motivo.
En todo caso, en esos años mis gustos fueron ampliándose. Con 20 años empecé a entrar tímidamente en el country-rock de la mano de esa obra maestra que es Déjà Vu (1970) de Crosby Stills Nash & Young y de mis primeros discos de Neil Young. Y fue a los 23 años cuando inicié mi entrada en el universo de los Grateful Dead. En un foro leí un post en que la gente escogía sus discos favoritos del grupo y entré por curiosidad a ver si se mencionaba alguno más aparte del de la flor, y vi que otro de los más citados era Workingman's Dead (1970), de modo que decidí bajarlo a ver qué tal. Sonó "Uncle John's Band". Eh, esto no está nada mal, ¡si realmente es como Crosby Stills & Nash! (de hecho CSN les ayudaron a hacer ese cambio de sonido dándoles algunas clases sobre cómo hacer buenos coros, de modo que la influencia es obvia). Tanteé algunos temas más y comprobé que me agradaba. ¿Me gustaría ahora por fin el dichoso American Beauty? Lo descargué, le di al Play y, hermanos, vi la luz. Desde las primeras notas de "Box of Rain" caí embelesado, me entusiasmó al instante (a día de hoy sigue siendo mi tema favorito del grupo en estudio). Me parecía un tema tan puro y de tal belleza que me conquistó enseguida. Le seguía el maravilloso country "Friend of the Devil" que se me enganchó de mala manera. En ese momento me reconcilié por completo con el disco y durante semanas me hice la misma pregunta: ¿cómo podían no haberme gustado en anteriores escuchas dos canciones TAN buenas como ésas? ¿Cómo pude desechar durante tantos años algo tan hermoso? La respuesta es obviamente que cambiamos de gustos con el tiempo, pero aun así siempre me ha resultado curioso ese cambio de disposición tan radical respecto a los Dead.
Bueno, ahora soy yo con 23 años y acabo de descubrir un nuevo grupo que me gusta pero que, obviamente, ni me planteo situar entre mis favoritos, eso vendrá con el tiempo; de momento es otra buena banda de los 60-70 a descubrir. Una vez roto el hielo indagué un poco en su discografía e hice lo que tenía que haber hecho años atrás: pasar de lo que decía todo el mundo de que "sus discos psicodélicos en estudio no valen la pena" y darles una oportunidad. Empecé con Aoxomoxoa (1969) y me gustó mucho. No a los niveles del Beauty pero lo disfruté. Luego vino Anthem of the Sun (1968) - o "¿por qué nadie más considera este álbum un clásico de la psicodelia?" - y Workingman's Dead (1970), que ya sabía que me gustaría.
A esas alturas tuve que afrontar una cuestión que estuve posponiendo un tiempo: ¿qué hacemos con los directos? Todo el mundo dice que lo mejor del grupo son los conciertos pero había tantísimo donde escoger que me abrumaba. Esto no es una tontería, fue mi segundo gran obstáculo de cara a hacerme fanático del grupo. ¿Por dónde empezar? Primero probé con un directo clásico de su etapa psicodélica, Live/Dead (1969) pero no me acabó de enganchar. Lo atribuyo al orden de las canciones, empezar con un denso "Dark Star" de 20 minutos es un poco agotador para el no iniciado por muy fan que sea de la psicodelia. Tanteé otros discos en internet evitando expresamente entrar en el pozo sin fondo que son los (literalmente) centenares de bootlegs que hay del grupo por miedo a morir ahogado y probé con el Live at Fillmore 69. Aquí sí. ¡Ojalá alguien me hubiera dado este disco y el Anthem of the Sun con 15 años! Porque esto es exactamente lo que siempre buscaba cuando insistía con los Dead esperando oír esa supuesta salvaje psicodelia. Fue mi primer directo del grupo y me encantó, son los Dead en su faceta psicodélica más desatada, lo escuché infinidad de veces y se convirtió en un clásico para salir a hacer footing.
Mi siguiente directo fue Europe 72 (1972) y aquí se produjo un cambio de inflexión. En estos 3 años los Dead pasaron a gustarme cada vez más, pero fue con este álbum que creo que ya dieron el salto a ser uno de mis grupos favoritos (me enternece por cierto leer a día de hoy el post que le dediqué aquí en esa época, destila cierta inocencia hacia el universo deadhead que me resulta muy simpática). Ese directo se convirtió en una obsesión para mí, lo reescuché hasta la saciedad y me movió a adquirir un genial boxset que encontré por internet con todos sus discos de estudio y sus directos oficiales desde sus inicios hasta el 73. Y como ya saben, cuando uno compra un boxset de un grupo es como cuando se va a vivir con su pareja: quiere decir que la cosa ya va en serio. Así pues llegó el momento de enfrentarme al último obstáculo: quería (necesitaba) oír más directos de estos tipos, pero ¿cómo escoger entre tantísimos bootlegs? Aquí me fue de mucha ayuda un post que encontré en un foro donde varios expertos en el grupo iban compartiendo sus bootlegs favoritos y dejando comentarios sobre cada época del grupo y detalles a tener en cuenta. Me bajé varios de esos bootlegs como primera toma de contacto y me fueron muy útiles, si alguna vez doy con estos tipos que compartían este material desinteresadamente comentando todo les debo un par de cervezas.
Pero la clave fue también que encontré un método que me serviría durante años para escuchar bootlegs de los Dead. Me di cuenta de que si empezaba a oír directos al tun tun sería incapaz de asimilar tanta información y tantas versiones diferentes de cada tema, oiría por oír y luego no sabría destacar nada en concreto. De modo que me propuse intentar hacer una escucha ordenada: me centraba en un tour del grupo (normalmente uno que correspondía con el último disco en estudio que había oído de ellos) y buscaba en internet información sobre cuáles eran los bootlegs más recomendables de esa gira. En la red hay infinidad de foros repletos de deadheads dispuestos a compartir esa información y me di cuenta de que el problema es que no había unanimidad, y cada tipo mencionaba un directo diferente. Pero aun así me servía de esos comentarios y de algunas condiciones que me interesaba que cumpliera mi "bootleg escogido". Por ejemplo, que incluyera alguna versión de mi adorada "China Cat Sunflower/I Know You Rider", o que tuviera un "Dark Star" especialmente potente, o lo que era bastante frecuente, que incluyera muchos temas del último disco en estudio de ellos que había oído, para comparar cómo sonaban en vivo. Normalmente escuchaba algunos bootlegs que tenían buena pinta, los guardaba en mi disco duro y el que más me molaba lo pasaba a mi MP3 y pasaba a mi colección de CDs (piratas). De esta forma durante años he ido machacando a fondo algunos directos concretos* en vez de saltar de uno a otro, algo que me sería imposible de asimilar. (Todo este rollo es por si llega aquí alguien interesado en profundizar en los Dead en directo y mi método le resulta útil, a mí me llevó un tiempo cogerle el punto).
Mi formación favorita (del 72 al 78)
También descubrí que me era más útil primero escuchar y saborear sus temas en estudio antes de escucharlos en directo (sobre todo porque aun así sus directos están repletos de temas que no sabía de dónde salían), de modo que esta etapa de bootlegs vino acompañada de ir oyendo sus discos en estudio de los 70. Aquí sí que creo que cobra sentido el tópico de que donde realmente molan los Dead es en directo, porque aunque en general son buenos discos, su producción setentera post-American Beauty realmente creo que es para fans. Para mi desgracia (e incomprensión), mientras en directo exploraban caminos interesantísimos y experimentaban acercándose a veces incluso al jazz-rock, en estudio preferían tirar por un agradable soft-rock que si bien nos dejó una muy buena colección de temas, no tenía ni la magia de sus discos country ni ese extra especial de sus conciertos. Discos como Wake of the Flood (1973) - mi favorito de esta segunda etapa - o From the Mars Hotel (1974) me supieron a poco pero con el tiempo les cogí el punto. Esperaba mucho de Blues for Allah (1975) por ser la obra más reputada de esta época y, pese al espectacular inicio, no estuvo a la altura de mis expectativas, aunque de nuevo le cogí más cariño con el tiempo. De Terrapin Station (1977) en cambio ya esperaba poco y gracias a eso no me defraudó siendo un álbum menor, mientras que de Shakedown Street (1978) literalmente no esperaba nada y me he sorprendido viéndolo como una obra disfrutable. Hace unas semanas escuché por primera vez este último disco, con el cual ya he finalizado la escucha de los discos más relevantes de los Dead en estudio y por tanto diría que he llegado al final de una etapa.
Quedan el resto de álbums (en realidad solo tres en estudio), que tanteé mientras leía la magnífica biografía Un largo y extraño viaje de Dennis McNally, pero ya confirmé mis sospechas de que de ahí sacaré poca cosa. He llegado pues al punto en que lo que me queda es seguir buceando en bootlegs y más bootlegs y el tiempo dirá si llegaré a los niveles enfermizos de buscar la mejor versión de "He's Gone" o el mejor concierto de otoño del 74 o si me quedaré en el punto en que estoy. Pero sin necesidad de llegar a los niveles de un deadhead, los Grateful Dead han conseguido estos años convertirse en uno de mis grupos favoritos con el aliciente extra de la fascinación que me provoca todo lo que rodea el grupo, que descubrí gracias al libro que citaba de McNally. Realmente son una banda muy especial y que se hacen querer con sus defectos.
Además, creo que ser fan de los Grateful Dead siempre ha tenido un aliciente extra, siempre ha sido "algo más". En su época era el rollo deadhead de lanzarse a la aventura a seguirles durante toda una gira, el verles varias noches seguidas sabiendo que cada una sería una experiencia completamente distinta, el intercambiar cintas de bootlegs con otros fans. A día de hoy esto obviamente ya no es así (de hecho ya en los 90, cuando seguían en activo, todo este panorama había cambiado), pero sigue habiendo un "algo más" en ser fan de los Dead. Como mencionaba antes, uno de los aspectos que más me complicó mi aprendizaje del universo Grateful Dead es la existencia de tantísimos bootlegs y que no haya unanimidad respecto a cuáles son los imprescindibles. Eso me ha llevado a pasarme largos ratos navegando por internet y leyendo a deadheads discutiendo sobre cuál es el mejor bootleg de la gira del 72 o cuál es la mejor versión de "Eyes of the World". Esto implicaba un largo proceso de tantear bastantes directos que en líneas generales siempre sonaban de coña hasta encontrar uno con el que tuviera una conexión especial.
Hace poco me sucedió que estaba buscando uno del 77/78 que incluyera una versión de "Scarlet Begonias/Fire on the Mountain" porque este último tema lo descubrí hace poco. Probé con varios destacados por expertos deadheads como el Boston Garden del 77 (muy buen"Mississippi Half Step" y excelso "The Wheel/Wharf Rat" como cierre) o el Auditorium Theatre también de mayo del 77 (muy emotivo "Looks Like Rain"). Pero la clave en este caso para mí fue el de Illinois de abril del 78. Estaba paseando hace poco a mis perros y de repente me asaltó una versión de "Scarlet Begonias/Fire on the Mountain" tan extraordinaria que literalmente me tuve que parar para saborear lo que estaba oyendo, especialmente la parte de "Fire on the Mountain", con uno de los mejores juegos de guitarras que jamás les he escuchado Y entonces pensé "Por esto, por momentos como éste es tan gratificante ser fan de los Dead". Porque ser fan suyo implica hacer un esfuerzo de investigación y probar numerosos conciertos. Es agotador y a veces un tanto apabullante cuando uno tiene tanto donde escoger, pero ese esfuerzo vale la pena cuando uno llega a momentos especiales como éste. Y eso es lo que lo diferencia del resto de grupos para mí, que aunque tengan muchos directos o bootlegs, siempre hay unos más prestigiosos que otros, siempre es más fácil saber a donde tirar. Con los Dead no es así, te has de buscar la vida, y es parte de su encanto.
*Estos son los que tengo a día de hoy:
- Live Lyceum Theatre London 25/05/72
- Dave's Picks Vol. 5 - Live Los Angeles 11/17/73
- Dick's Picks Vol. 7 - Live London 9/11/74
- Live Beacon Theater 14/6/76
- Dick's Picks Vol. 29 - Live San Bernardino 26/02/77
- Dave's Picks Vol. 7 - Live Horton House 24/04/78
Y como es habitual en estos posts que hago de reflexiones personales sobre un grupo, dejo mis canciones favoritas de los Dead incluyendo versiones en vivo:
1) Box of Rain
2) Eyes of the World (cualquier version en vivo de los 70s con la jam final)
3) Dark Star (no sabria destacar una versión en vivo, pero destacaría la del Dicks Picks 7 del 74 o la del Fillmore 69)
4) China Cat + I Know You Rider (cualquier version en vivo de la gira del 74)
5) Brown-Eyed Women (Europe 72)
6) Candyman (quizá mi solo de guitarra favorito de Jerry en estudio aunque no sea muy vistoso, es con steel)
7) Morning Dew (directo Dave's Picks 29, del 77)
8) Friend of the Devil
9) Playing in the Band (aunque es de Bob en solitario, es casi un tema de los Dead - cualquier version en vivo)
10) Bertha (Skulls and Roses)
Y en breve supongo que añadiré este "Scarlet Begonias/Fire on the Mountain" del 78 que mencioné antes.