sábado, 27 de mayo de 2017

La cara B del Hotel California (1976)

Este año ha tenido lugar un hecho musical absolutamente insólito que ya daba por hecho que jamás sucedería. No, no me he aficionado al reggae ni a la discografía ochentera de Rod Stewart, eso aún no ha cambiado (pero sí que si me hubieran dicho hace 10 años que me haría fanático de Santana y que los Grateful Dead se convertirían en mi banda americana favorita, me parecería muy extraño). Lo que ha sucedido es que de repente, de un día para otro le he pillado por fin el punto a la cara B del Hotel California (1976) de los Eagles.


Volvamos atrás. Cuando estaba descubriendo la música con trece o catorce años, no tenía referentes en que apoyarme (hermanos o primos mayores, alguna revista musical...) así que hasta que empecé a encontrar "mi camino" tuve que guiarme por la colección de CDs de mis padres y por los títulos o portadas que me iban sonando. De manera que mis primeros pasos fueron por discos tan típicos como el Dark Side of the Moon (1973) o el debut de King Crimson, recopilatorios de Queen, Led Zeppelin o los Rolling Stones, así como recopilaciones genéricas como los míticos Esta Noche Cruzamos el Mississippi o Noches de Blanco Satén. Y uno de ellos fue obviamente el Hotel California (1976) de los Eagles.

Supongo que llegué a ellos por lo célebre que es el tema titular y enseguida caí maravillado por esa obra maestra (aún me lo sigue pareciendo). Y al igual que me sucedió con otros discos, primero estuve un tiempo solo escuchando una canción concreta de ese grupo ("Stairway to Heaven", "Money", "Angie", "Bohemian Rhapsody", "Epitaph"... las típicas) hasta que me animé a escuchar el disco entero. En el caso de los Eagles decidí un día ver qué me ofrecían a partir del segundo tema y me escuché entero el Hotel California. Y me decepcionó.


Debo matizar que no me decepcionó todo el disco y que era un problema de enormes expectativas: se suponía que era uno de los discos clave del rock y mi punto de referencia era su excelso tema homónimo. Los siguientes temas que aparecían sí que me gustaron muchísimo ("New Kid in Town" y "Life in the Fast Lane") y quizá la balada "Wasted Time" se me hacía algo cuesta arriba pero estaba bien. No obstante el problema llegaba con lo que sería la cara B del disco, que a excepción de "Victim of Love" (único tema que me gustaba de esa parte del álbum), se me hacía muy larga.

El motivo es que estaba repleta de baladas. Era una sobredosis de azúcar constante. ¿Dónde estaba el toque épico de "Hotel California" y ese aroma sureño decadente que se intuía por la portada? ¿Qué sentido tiene contar con tres guitarristas si luego llenas medio álbum de baladas a piano? En consecuencia, durante un tiempo medio descarté a los Eagles suponiendo que si ése era su mejor álbum, no tenían mucho que ofrecer. No los vi con otros ojos hasta tiempo después cuando recuperé el vinilo de Desperado (1973) y, sobre todo, cuando a raíz de su concierto en Barcelona me hice con un doble recopilatorio que me hizo entender mejor su evolución musical.



Una vez empecé a hablar con otros fans de los Eagles descubrí que entre seguidores de la banda había bastantes que opinaban como yo, y que la problemática de la cara B del Hotel California era un tema de discusión muy frecuente. Se hizo habitual incluso considerar que aunque era su disco más famoso, los anteriores eran mejores - yo sigo pensando así - y que había sido un error por su parte no saber combinar las dos caras, de forma que el disco empezaba muy fuerte y luego se venía irremediablemente abajo.

Ése era mi punto de vista hasta hace un mes. De vez en cuando en mis rachas Eagles me animaba a pasear por la cara B del disco (más allá de la magnífica "Victim of Love" se entiende) pero me costaba horrores terminarla. Y he aquí que este año me animé a escuchar el One of These Nights (1975) y se me antojó probar con la famosa cara B... ¡con resultados positivos! Y no, no es uno de esos casos en que de tanto escucharla le he cogido el punto, porque dos de los temas conflictivos ni los recordaba. Creo que el ir tres composiciones tan lentas seguidos les perjudica, pero por separado me parecen buenas, y tiene mérito porque cada vez soy más intolerante a las baladas hiperempalagosas. Veamos pues qué nos ofrece la cara B del Hotel California:

- "Wasted Time (Reprise)": el momento más innecesario del disco. Una coda instrumental de la balada que cierra la cara A. Un breve momento simplemente orquestal al que no le veo sentido. Empezamos bien.

- "Victim of Love": siempre ha sido mi favorita de esta cara y lo sigue siendo, un muy buen tema de rock americano obra del guitarrista Don Felder.


- "Pretty Maids All in a Row": OK, aquí empiezan los problemas. Es quizá el tema más empalagoso de esta cara, y al encontrárselo uno a medio camino no se ve con fuerzas para seguir a los dos siguientes. Es obra del recién incorporado Joe Walsh, que destaca mucho más en "Life in the Fast Lane". Aunque es muy azucarada le he pillado el punto por su solo de guitarra. No deja de ser curioso que un tipo tan salvaje y alocado como Walsh luego compusiera baladas tan ñoñas como ésta y otras de su carrera en solitario.


- "Try and Love Again": mi gran descubrimiento. Resulta que este balada podría haber encajado perfectamente en los anteriores discos de los Eagles, al ser una balada más tipo country-pop-rock, sin piano ni empalagosos arreglos orquestales. En otro contexto la habría apreciado desde el principio. Su autor es el bajista Randy Meisner, que fue quien abrió la caja de Pandora de las baladas orquestales empalagosas con el single del anterior disco "Take It to the Limit", el mayor éxito de ventas del grupo.


- "The Last Resort": cuando hablaba con fans de los Eagles sobre esta famosa cara B, eran muchos los que coincidían conmigo en que había demasiadas baladas... pero salvaban de la quema el último tema. Eso me hizo darle más escuchas pero sin éxito. A día de hoy creo que me he reconciliado con él, definitivamente es una muy buena balada a piano y la letra es magnífica, pero sigue sin cautivarme: ¡es demasiado largo! Siete minutos son excesivos y más después de haber pasado por tantos temas lentos.

Y con esto definitivamente creo que me he reconciliado lo máximo que me permite mi cuerpo a esta cara B. ¿Seré ahora capaz de pillarle el punto al The Long Run (1979)? Lo dudo, pero lo mismo pensaba de estas canciones desde hace 15 años...

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