domingo, 28 de mayo de 2017

Dungen - Mayday Mambo, Apolo 2 (Barcelona)


Tan solo unas reflexiones sobre el concierto de anoche de mis adorados Dungen, su segunda visita a Barcelona y la tercera que les he visto.

Primero unas dudas al aire:

- ¿Quién rayos fue el DJ del festival entre actuaciones y por qué pensó que en un evento de música psicodélica pegaría poner música étnica?
- ¿Por qué siente tanto aprecio la banda hacia un disco notable como 4 (2008) pero que está muy lejos de sus mejores obras?
- Y sobre todo, ¿qué sentido tiene hacer un minifestival entre tanta marea de festivales surgidos hasta de debajo de las piedras trayendo un gancho como Dungen pero dejándoles solo una hora de concierto pudiendo traerlos a ellos solos y dejarles hacer su show completo?

Esta última pregunta me rondó toda la noche, sobre todo cuando salió al escenario la primera banda del festival, Puma Pumku, ante un público de aproximadamente 10 personas. La culpa no es de los Puma, obviamente, sino de que seguramente la mayoría del público no entendía la noche como un festival sino como un concierto concreto (en mi caso uno de Dungen, y quizá para otros asistentes uno de los israelís Ouzo Bazooka) y por tanto vinieron directamente para los platos fuertes. Los tales Puma Pumku resultaron bastante entretenidos con un estilo de psicodelia que hace patente lo muy de moda que se han puesto Tame Impala - curiosamente los teloneros de Dungen en París también eran muy Tame Impala - pero no fue hasta el final de su actuación cuando la sala empezó a llenarse.


Y efectivamente cuando salieron Dungen la sala tenía bastante más afluencia. Desconozco si muchos venían como yo únicamente por ellos, pero no me extrañaría porque aunque sean un grupo bastante desconocido, suelen aparecer en revistas de música y quizá la actuación del Primavera Sound del año pasado les dio más visibilidad.

Venían presentando Häxan (2016), un disco totalmente instrumental inspirado en Las Aventuras del Príncipe Achmed (1926) de Lotte Reiniger y decidieron abrir con una de ese álbum, la atmosférica "Kalifen", prefiriendo crear ambiente poco a poco que entrar más a saco.



Los temas de Häxan sonaron magníficos, con más potencia que en disco, destacando sobre todo el tema homónimo, que ya utilizaban en directo el año pasado antes de haber sacado el álbum pero que ahora lo han perfeccionado por completo. Ése fue sin duda uno de los momentos cumbre del show, con el teclista y líder desatado tirando la silla por el suelo y la banda dándole un tono oscurísimo a la canción.

Por lo demás, escogieron muy bien las referencias a su anterior disco Allas Sak (2015) - un "Sova" que teóricamente iba a cerrar el concierto y un "Åkt dit" algo deslucido por lo bajo que se escuchaba la voz cuando entraba el segundo teclado, pero aún así es mi favorita del álbum - y a Tio Bitar (2007), en este último caso repitiendo el medley que hacían la gira pasado.



Como he dicho, me sorprende que se centraran tanto en un disco como 4 (2008) que yo veo menor para sus estándares, siendo el álbum del que cayeron más temas, algunos más acertados que otros. "Fredag" es genial para la parte inicial del show y "Mina damer och fasaner" fue una de las grandes sorpresas de la noche, con Gustav excelso a la flauta y una parte instrumental final medio improvisada que fue una maravilla. "Ingenting är sig likt" en cambio me sabe a poco, y más después de la impresionante "Häxan", y "Det Tar tid" se me hace raro como cierre de concierto - de hecho no estaba previsto que la tocaran, cuando acabaron "Sova" Gustav empezó a interpretarla al teclado ante la sorpresa del bajista, que preguntó al batería si no habían acabado ya. Realmente hubiera preferido más temas de su último disco, que parecía ganar muchísimo en vivo.

Por otro lado, el grupo sigue restringiendo al mínimo las referencias a su obra más mítica, Ta Det Lugnt (2004), haciendo solo el tema "Panda", el momento más enérgico de la noche con una banda desatada. Es comprensible, han sacado ya bastantes álbums tras ése y entiendo que quieran reivindicar que no viven de su pasado. Eso sí, me parece significativo que de las tres veces que les he visto no haya caído ningún tema de un álbum tan reciente como Skit I Allt (2010), cosa que celebro porque es el que menos me gusta de su repertorio.



Dungen demostraron en una hora ser una banda magnífica en directo y el público fue muy receptivo, respetando incluso algunos momentos de silencio. Al acabar la sala se vació por completo, y aunque muchos asistentes estaban fuera fumando me pregunto cuántos se quedaron el resto del festival y cuántos como yo habían ido expresamente para Dungen. Lo cual me lleva a la inevitable pregunta: ¿hace falta montar minifestivales así para que grupazos como éste solo puedan tocar una hora? Aunque no sean muy conocidos, ¿no habría sido quizá igual de rentable o incluso más traerlos a ellos solos en una sala? Ojalá algún día podamos ver eso, de momento la ciudad condal no ha podido disfrutar de un concierto entero de la mejor banda de esta décadas.

Kalifen
Fredag
Åkt dit
Mina damer och fasaner
Achmed flyger
Häxan
Ingenting är sig likt
Bandhagen
C visar vägen
Så blev det bestämt
Panda
Sova
Det tar tid


sábado, 27 de mayo de 2017

La cara B del Hotel California (1976)

Este año ha tenido lugar un hecho musical absolutamente insólito que ya daba por hecho que jamás sucedería. No, no me he aficionado al reggae ni a la discografía ochentera de Rod Stewart, eso aún no ha cambiado (pero sí que si me hubieran dicho hace 10 años que me haría fanático de Santana y que los Grateful Dead se convertirían en mi banda americana favorita, me parecería muy extraño). Lo que ha sucedido es que de repente, de un día para otro le he pillado por fin el punto a la cara B del Hotel California (1976) de los Eagles.


Volvamos atrás. Cuando estaba descubriendo la música con trece o catorce años, no tenía referentes en que apoyarme (hermanos o primos mayores, alguna revista musical...) así que hasta que empecé a encontrar "mi camino" tuve que guiarme por la colección de CDs de mis padres y por los títulos o portadas que me iban sonando. De manera que mis primeros pasos fueron por discos tan típicos como el Dark Side of the Moon (1973) o el debut de King Crimson, recopilatorios de Queen, Led Zeppelin o los Rolling Stones, así como recopilaciones genéricas como los míticos Esta Noche Cruzamos el Mississippi o Noches de Blanco Satén. Y uno de ellos fue obviamente el Hotel California (1976) de los Eagles.

Supongo que llegué a ellos por lo célebre que es el tema titular y enseguida caí maravillado por esa obra maestra (aún me lo sigue pareciendo). Y al igual que me sucedió con otros discos, primero estuve un tiempo solo escuchando una canción concreta de ese grupo ("Stairway to Heaven", "Money", "Angie", "Bohemian Rhapsody", "Epitaph"... las típicas) hasta que me animé a escuchar el disco entero. En el caso de los Eagles decidí un día ver qué me ofrecían a partir del segundo tema y me escuché entero el Hotel California. Y me decepcionó.


Debo matizar que no me decepcionó todo el disco y que era un problema de enormes expectativas: se suponía que era uno de los discos clave del rock y mi punto de referencia era su excelso tema homónimo. Los siguientes temas que aparecían sí que me gustaron muchísimo ("New Kid in Town" y "Life in the Fast Lane") y quizá la balada "Wasted Time" se me hacía algo cuesta arriba pero estaba bien. No obstante el problema llegaba con lo que sería la cara B del disco, que a excepción de "Victim of Love" (único tema que me gustaba de esa parte del álbum), se me hacía muy larga.

El motivo es que estaba repleta de baladas. Era una sobredosis de azúcar constante. ¿Dónde estaba el toque épico de "Hotel California" y ese aroma sureño decadente que se intuía por la portada? ¿Qué sentido tiene contar con tres guitarristas si luego llenas medio álbum de baladas a piano? En consecuencia, durante un tiempo medio descarté a los Eagles suponiendo que si ése era su mejor álbum, no tenían mucho que ofrecer. No los vi con otros ojos hasta tiempo después cuando recuperé el vinilo de Desperado (1973) y, sobre todo, cuando a raíz de su concierto en Barcelona me hice con un doble recopilatorio que me hizo entender mejor su evolución musical.



Una vez empecé a hablar con otros fans de los Eagles descubrí que entre seguidores de la banda había bastantes que opinaban como yo, y que la problemática de la cara B del Hotel California era un tema de discusión muy frecuente. Se hizo habitual incluso considerar que aunque era su disco más famoso, los anteriores eran mejores - yo sigo pensando así - y que había sido un error por su parte no saber combinar las dos caras, de forma que el disco empezaba muy fuerte y luego se venía irremediablemente abajo.

Ése era mi punto de vista hasta hace un mes. De vez en cuando en mis rachas Eagles me animaba a pasear por la cara B del disco (más allá de la magnífica "Victim of Love" se entiende) pero me costaba horrores terminarla. Y he aquí que este año me animé a escuchar el One of These Nights (1975) y se me antojó probar con la famosa cara B... ¡con resultados positivos! Y no, no es uno de esos casos en que de tanto escucharla le he cogido el punto, porque dos de los temas conflictivos ni los recordaba. Creo que el ir tres composiciones tan lentas seguidos les perjudica, pero por separado me parecen buenas, y tiene mérito porque cada vez soy más intolerante a las baladas hiperempalagosas. Veamos pues qué nos ofrece la cara B del Hotel California:

- "Wasted Time (Reprise)": el momento más innecesario del disco. Una coda instrumental de la balada que cierra la cara A. Un breve momento simplemente orquestal al que no le veo sentido. Empezamos bien.

- "Victim of Love": siempre ha sido mi favorita de esta cara y lo sigue siendo, un muy buen tema de rock americano obra del guitarrista Don Felder.


- "Pretty Maids All in a Row": OK, aquí empiezan los problemas. Es quizá el tema más empalagoso de esta cara, y al encontrárselo uno a medio camino no se ve con fuerzas para seguir a los dos siguientes. Es obra del recién incorporado Joe Walsh, que destaca mucho más en "Life in the Fast Lane". Aunque es muy azucarada le he pillado el punto por su solo de guitarra. No deja de ser curioso que un tipo tan salvaje y alocado como Walsh luego compusiera baladas tan ñoñas como ésta y otras de su carrera en solitario.


- "Try and Love Again": mi gran descubrimiento. Resulta que este balada podría haber encajado perfectamente en los anteriores discos de los Eagles, al ser una balada más tipo country-pop-rock, sin piano ni empalagosos arreglos orquestales. En otro contexto la habría apreciado desde el principio. Su autor es el bajista Randy Meisner, que fue quien abrió la caja de Pandora de las baladas orquestales empalagosas con el single del anterior disco "Take It to the Limit", el mayor éxito de ventas del grupo.


- "The Last Resort": cuando hablaba con fans de los Eagles sobre esta famosa cara B, eran muchos los que coincidían conmigo en que había demasiadas baladas... pero salvaban de la quema el último tema. Eso me hizo darle más escuchas pero sin éxito. A día de hoy creo que me he reconciliado con él, definitivamente es una muy buena balada a piano y la letra es magnífica, pero sigue sin cautivarme: ¡es demasiado largo! Siete minutos son excesivos y más después de haber pasado por tantos temas lentos.

Y con esto definitivamente creo que me he reconciliado lo máximo que me permite mi cuerpo a esta cara B. ¿Seré ahora capaz de pillarle el punto al The Long Run (1979)? Lo dudo, pero lo mismo pensaba de estas canciones desde hace 15 años...