El disco del que hablo hoy reconozco que es una de mis pequeñas debilidades, uno de esos álbums algo olvidados que no obstante uno encuentra frecuentemente en las clásicas listas de grandes joyas ocultas del rock.
Y no obstante, aunque en su momento no tuvo demasiado éxito, si yo hubiera estado ahí habría apostado mucho antes por McDonald & Giles que por la banda de la que venían, unos tales King Crimson. Me explico. King Crimson sorprendieron al mundo del rock en 1969 con un disco debut impresionante, que dejó boquiabiertos a todos por su calidad y por ese sonido propio tan mágico y único. Pero por desgracia, pese a ese prometedor comienzo, durante la gira americana esta primera formación de la banda se desintegró cuando Ian McDonald (instrumentos de viento, teclados y mellotron) y Michael Giles (batería) anunciaron su partida. Fue un golpe casi mortal, ya que en aquella época los cuatro miembro eran absolutamente imprescindibles, y si hubiera que escoger lo más parecido a un líder, éste sería sin duda McDonald (de los cinco temas del debut, tres fueron escritos por todo el grupo y dos por él en solitario; además era el principal responsable de ese sonido tan especial que caracterizaba su debut). La causa fueron las desavinencias con Robert Fripp, guitarrista del grupo, ya que éste se inclinaba cada vez más por un sonido más oscuro y guitarrero mientras que McDonald y Giles querían seguir explorando el sonido más atmosférico y calmado del debut. Fripp, profundamente desolado, se ofreció a abandonar él la banda para que ellos se quedaran, ya que consideraba que ellos representaban mejor a King Crimson que él mismo (yo creo que por entonces era cierto). Sin embargo, parece ser que la principal fuerza motora de la banda en vivo era claramente Fripp, y sus dos compañeros rechazaron su generoso ofrecimiento alegando que él era King Crimson más que ellos (cosa que acabó siendo cierta).
Situémonos entonces en 1970. King Crimson se encuentra de repente solo con Fripp de la formación original (el bajista y cantante Greg Lake se fue poco después del tour americano para formar Emerson, Lake & Palmer) y graban un disco cuya cara A es una copia descarada del debut. A cambio, McDonald & Giles se sacan de la manga un disco que rescata el sonido tan especial del debut pero con composiciones nuevas. ¿Realmente habríais apostado vosotros por King Crimson?
No obstante, como hoy día sabemos, la aventura de McDonald & Giles no pasó de este disco, que se convirtió en consecuencia en una obra de culto que ha sido redescubierta como muchas otras gracias a la magia de Internet.
El álbum es indudablemente la lógica continuación del debut de King Crimson, con el sonido tan característico de mellotron inundando sus surcos y ahondando sobre todo en su faceta más pastoral, especialmente en la preciosa "Flight of the Ibis", que curiosamente tiene un equivalente idéntico en el segundo de King Crimson llamado "Cadence and Cascade". Parece que ser McDonald la empezó a componer estando en el grupo y Fripp acabo quedándose con la melodía y aprovechándola para su segundo álbum... otro punto en contra de King Crimson que nos haría sospechar que el tal Fripp tenía tan pocas ideas que debía tomar prestada la melodía de uno de sus compañeros, ¿quién diría que luego tendría una carrera tan larga y creativa?
Por otro lado la inicial "Suite in C" y "Tomorrow's People" inciden más en la faceta progresiva del grupo muy en la línea también de los primeros King Crimson. No olvidemos que hablamos de 1970, cuando el género está aún en pañales, por tanto estos temas que ahora vemos como buenas composiciones prog típicas de la época deben verse como algo mucho más innovador.
Pero la joya de la corona, la composición que engrandece realmente este disco es la suite de 20 minutos "Birdman" sobre un hombre que ambicionaba volar (las letras por cierto son del mismo letrista de King Crimson, Peter Sinfield). De nuevo recalco el mérito de sacar una suite en un año tan temprano en que los precedentes eran mínimos, pero es que además es una de mis suites favoritas del género, con un final épico de ésos que ponen los pelos de punta. Y todo ella surgió de ese simpático tipo con corbata de la portada.
Lo cual me lleva al último punto: ¿no les parece una portada maravillosa? ¿Nadie les dijo que utilizar una foto con sus parejas no sería lo más adecuado para representar su nuevo proyecto?
No obstante, como hoy día sabemos, la aventura de McDonald & Giles no pasó de este disco, que se convirtió en consecuencia en una obra de culto que ha sido redescubierta como muchas otras gracias a la magia de Internet.
El álbum es indudablemente la lógica continuación del debut de King Crimson, con el sonido tan característico de mellotron inundando sus surcos y ahondando sobre todo en su faceta más pastoral, especialmente en la preciosa "Flight of the Ibis", que curiosamente tiene un equivalente idéntico en el segundo de King Crimson llamado "Cadence and Cascade". Parece que ser McDonald la empezó a componer estando en el grupo y Fripp acabo quedándose con la melodía y aprovechándola para su segundo álbum... otro punto en contra de King Crimson que nos haría sospechar que el tal Fripp tenía tan pocas ideas que debía tomar prestada la melodía de uno de sus compañeros, ¿quién diría que luego tendría una carrera tan larga y creativa?
Por otro lado la inicial "Suite in C" y "Tomorrow's People" inciden más en la faceta progresiva del grupo muy en la línea también de los primeros King Crimson. No olvidemos que hablamos de 1970, cuando el género está aún en pañales, por tanto estos temas que ahora vemos como buenas composiciones prog típicas de la época deben verse como algo mucho más innovador.
Pero la joya de la corona, la composición que engrandece realmente este disco es la suite de 20 minutos "Birdman" sobre un hombre que ambicionaba volar (las letras por cierto son del mismo letrista de King Crimson, Peter Sinfield). De nuevo recalco el mérito de sacar una suite en un año tan temprano en que los precedentes eran mínimos, pero es que además es una de mis suites favoritas del género, con un final épico de ésos que ponen los pelos de punta. Y todo ella surgió de ese simpático tipo con corbata de la portada.
Lo cual me lleva al último punto: ¿no les parece una portada maravillosa? ¿Nadie les dijo que utilizar una foto con sus parejas no sería lo más adecuado para representar su nuevo proyecto?