Hay que ver cómo cambian las cosas. Hace tiempo leí una entrevista a Robert Fripp en que afirmaba que la idea de tocar temas viejos
le parecía literalmente "repelente", y mírenlo ahora. Desde hace dos años está haciendo giras con repertorio de discos de los 70 al que hacía décadas que daba conscientemente la espalda. La máxima de King Crimson de no mirar atrás y negarse a tocar temas de su etapa más mítica se vino abajo. Quizá influya el hecho de que a día de hoy Fripp
sea una persona feliz y se haya relajado un poco respecto al concepto tan rígido que él mismo se impuso de King Crimson. En todo caso, los fans de su primera etapa estamos más que de enhorabuena, como ya constaté en
el impresionante concierto que vi el año pasado en París.
Este año King Crimson repitieron gira y al no haber ninguna fecha en España decidí repetir experiencia dirigiéndome a Praga, una ciudad que siempre he querido visitar (posteriormente acabaron añadiendo dos fechas en Barcelona pero no hay problema en repetir una vez más). La principal diferencia respecto a la gira pasada es que uno de los baterías, Billy Rieflin, fue sustituido por un tal Jeremy Stacey, que por lo que veo tiene una larga carrera a sus espaldas en diferentes proyectos.
Por lo demás era de esperar que el repertorio volvería a apoyarse en su época clásica y así fue. De hecho resulta curioso comparar los setlists que han ido haciendo a lo largo de estos años. Desde la gira del 2014 en Estados Unidos (la que dio la sorpresa de incorporar por primera vez bastantes temas antiguos) la tendencia ha sido ir añadiendo más clásicos en el setlist y no a ir apartándolos por temas nuevos o más modernos, que es lo que me temía el año pasado.
Si empezamos por
el primer concierto de estos tours, ahí ya estaba la sorpresa de rescatar temas del
Islands (1972) o el
Larks Tongues in Aspic (1973) que no se tocaban desde sus giras, así como la monumental
"Starless" y la novedad de interpretar por primera vez en su carrera
"One More Red Nightmare" en directo. Cuando el año pasado compré mi entrada para el tour europeo temí que aquella gira americana fuera fruto de un extraño arrebato de Fripp y que la cosa fuera a menos, pero resultó
al revés: entró
"Easy Money" y dos temas de su maravilloso debut que el propio Fripp llevaba dejando de lado desde los mismos 70 (excepto
"21st Century Schizoid Man").
Pues sí, amigos, Fripp es un hombre más feliz y relajado. Cuando entré al recinto Forum Karlin encontré las siguientes pancartas sobre el escenario que confirmaban que su manía antifotografías seguía intacta... pero luego el mensaje que nos pusieron por megafonía desprendía un tono mucho más amable. Básicamente el bajista Tony Levin nos animaba a disfrutar del show sin cámaras (incluso dijo literalmente la expresión "
Let's have a party!", que jamás asociaría al universo King Crimson) y, he aquí la novedad, nos dijo que podríamos hacer fotos una vez acabara el concierto, cuando él sacara su cámara de fotos para retratarnos al público. ¿Qué fue de esa banda progresiva fría e intelectual que parecía casi despreciar a su audiencia?
Sale la banda, Fripp repitió el gesto del año pasado de mirar a la audiencia como sorprendido y empezó el show con
"Larks Tongues in Aspic 1" seguida de una absolutamente increíble
"Pictures of a City". Pero aquí empezaron las sorpresas... ¡
"Cirkus"! del olvidadísimo
Lizard y que llevaba sin interpretarse desde la gira del
Islands. No obstante eso no fue nada comparado con la siguiente sorpresa, una de mis debilidades crimsonianas que más ilusión me hacía oír en directo:
"Fracture", esa absoluta maravilla del infravaloradísimo
Starless and Bible Black (1974). Con solo oír los primeros acordes del tema me sentí tremendamente feliz, y ese final tan oscuro fue de mis momentos favoritos de la noche.
Hago una pequeña pausa para comentar la banda. Ya me deshice en elogios en el post del año pasado, así que simplemente reitero lo que dijo y añado un par de detalles. El primero es lo increíblemente bien que se integra Mel Collins con sus instrumentos de viento a los temas que no tenían este tipo de sonidos en estudio (sobre todo lo remarqué en
"Fracture" y
"Red"). El segundo es que el nuevo batería se encargaba también del mellotron y teclados, que cobraron mucha más importancia que el año pasado. Pero si he de destacar a alguien es a esa bestia parda llamada Pat Mastelotto. En esta ocasión estuve sentado delante de él y pude corroborar cómo su papel a menudo es el de emular a Jamie Muir (percusionista de la época del
Larks Tongues in Aspic) tocando todo tipo de instrumentos diferentes en un mismo tema. Era espectacular verle en acción. Y de fondo pude ver en todo momento al bueno de Fripp, ya que estaba sentado mirando en dirección a donde estaba yo. Tenía una expresión de abuelito simpático y afable (muchos lo describen como apariencia de veterano profesor de instituto), e incluso en algún momento llegaba hasta a sonreír tímidamente. Era extraño oír esa apisonadora de grupo en acción y pensar que el gran responsable de todo eso era ese simpático ancianito del fondo.
Sigamos con el show. Ninguno de los temas nuevos o post-70s me supuso un bajón (como sí me lo dio uno del año pasado), y de los clásicos que vi en París aquí se quedaron fuera
"One More Red Nightmare" y
"Sailor's Tale". La primera no me importó, me gusta más
"Red" y creo que quedó mucho mejor, de hecho fue uno de los mejores momentos de este tramo del show junto a
"Easy Money". El tema del
Islands ya me supo peor perdérmelo, pero a cambio en
"The Letters" tuvimos un momento fantástico: los versos finales cantados a cappella por Jakko Jakszyk con el público en absoluto silencio.
Tras hora y 25 minutos y una pausa de 20 minutos, la banda volvió y, tras una introducción instrumental, me ofreció la gran sorpresa de la noche: ¡¡
"Lizard"!! Bueno, no el tema entero, solo la tercera parte, pero no es poco, ya que jamás se interpretó en vivo. De hecho parece ser la gran novedad de la gira, puesto que en algunos conciertos empiezan con él, y debo decir que aunque no es de mis predilectos me gustó mucho como lo adaptaron, más que en estudio de hecho. No obstante los dos momentos cumbre del segundo set todos sabemos cuáles fueron. El primero fue una absolutamente apoteósica
"Larks Tongues in Aspic 2", que fue el gran clásico que me perdí en París, y que sonó atronadora. El trabajo de Mastelotto aquí fue demencial, era increíble verle cómo tocaba de todo mientras el tema iba en crescendo. El segundo gran momento fue obviamente
"Starless", una canción tan perfecta y tan apropiada para el directo que casi da rabia que Fripp la tuviera guardada en un cajón durante décadas. El clímax final con el escenario iluminado de rojo fue inolvidable.
El bis tuvo una pequeña sorpresa que yo medio me esperaba por intuición, y fue una versión de
"Heroes", que en realidad no es tan sorpresiva puesto que Fripp ya la tocaba con King Crimson años atrás (el motivo por entonces era que él hace las guitarras en la versión de estudio, a día de hoy obviamente entiendo que es un bonito homenaje), a la que le siguió obviamente la frenética
"21st Century Schizoid Man".
Tras el show, Levin sacó su cámara y nos hizo unas fotos al público, permitiéndonos a nosotros hacer lo mismo con la banda, pero lo más curioso fue ver a Fripp sacando también fotos e incluso ¡haciéndose un selfie! Decididamente Fripp es ahora un hombre feliz. Y nosotros también durante tres horas gracias a él.
La fotografía no es muy buena pero a la derecha tienen la prueba: Fripp haciendo fotos al público.
Hell Hounds of Krim
Larks' Tongues in Aspic, Part One
Pictures of a City
Cirkus
Fracture
Interlude
The Court of the Crimson King
Radical Action (To Unseat the Hold of Monkey Mind)
Meltdown
Easy Money
The Letters
Red
Devil Dogs of Tessellation Row
Lizard ('The Battle of Glass Tears')
Radical Action II
Level Five
Epitaph
The ConstruKction of Light
Suitable Grounds for the Blues
The Talking Drum
Larks' Tongues in Aspic, Part Two
Starless
Banshee Legs Bell Hassle
"Heroes"
21st Century Schizoid Man