viernes, 18 de septiembre de 2015

Queen - Hot Space (1982)


Todos los grupos tienen uno o varios discos controvertidos, oficialmente apestados y que históricamente se han considerado como ovejas negras, ese punto en común en que coinciden todos los fans a la hora de decidir el peor momento de una banda. En el caso de Queen el disco en cuestión es Hot Space (1982), o quizá lo era, ya que hoy día está siendo "rehabilitado" por algunos fans bajo la premisa de que tampoco era tan malo como se decía y por la nostalgia que supone ver recientemente un nuevo disco de Queen sin Freddie - The Cosmos Rocks (2005) - cuyo estilo tan insípido provoca que hasta uno eche en falta los desvaríos discotequeros de Freddie. A nivel cualitativo yo creo que están a la par, pero The Cosmos Rocks, en su estilo amuermado, complaciente e inofensivo parece una obra totalmente prescindible sin nada que decir, simplemente creada para oficializar la reunión Queen + Paul Rodgers; en cambio, Hot Space realmente tiene algo que decir. Puede que sea algo terriblemente equivocado, pero como mínimo se nota que aquí querían transmitirnos una idea.

Situémonos: Queen en realidad comenzaron la década con muy buen pie, con uno de esos discos que literalmente salvan carreras, The Game (1980). En los 70 se habían comido el mundo, y su último disco de estudio, Jazz (1978), no hacía presagiar problemas en el seno del grupo. Pero los tiempos estaban cambiando y difícilmente en 1980 podrían repetir la jugada de sacar como single un tema como "Bicycle Race" (aunque lo de utilizar un tema de rockabilly no es tampoco especialmente obvio, si lo pensamos bien). Queen, que no eran ajenos a ello, optaron por un cambio en The Game. Adiós a los excesos de los 70 y bienvenidos a la era del "menos es más", promovida por su ingeniero de sonido Reinhold Mack, figura clave en los Queen de los 80. Temas más sencillos, menos sobredosis de coros y entrada en juego de nuevos elementos como los sintetizadores y la música funk. Y lo mejor de todo es que les funcionó. El disco vendió muy bien y conseguía algo tan difícil como mantener su estilo personal al mismo tiempo que variaban su sonido. Todo parecía ir por buen camino. Y curiosamente, si en 1980 lanzaron uno de esos discos que salvan carreras, dos años después estrenaron el que casi hunde la suya. ¿Cómo podía pasarse en 2 años de tal acierto a tamaño error?

Al menos el merchandising molaba

La gestación de Hot Space fue ciertamente muy complicada y tuvo lugar en un clima bastante tenso, incluso para los estándares de Queen. En aquellos años Freddie estaba en su fase de mayores excesos en todos los sentidos y sentía un enorme interés por el pop ochentero, la música disco y otro tipo de sonidos completamente alejados de Queen. El bajista John Deacon, introductor oficial del funk en el grupo con "Another Ones Bites the Dust", estaba encantado con ese panorama. Mack y el manager personal de Freddie alentaban esas tendencias (el segundo de hecho quería sacar a Freddie de Queen, pero ése es otro tema). Brian May, el único que quería seguir aferrándose al sonido rock y a su guitarra eléctrica se encontraba en minoría. El batería Roger Taylor, que sería su aliado lógico, en aquellos años pasaba de todo y se involucró lo mínimo en el disco (de hecho algunas baterías están hechas con cajas de ritmos).

En realidad ese paso a un sonido más funkie que había tenido lugar en The Game no había sido solo cosa de Deacon: Brian había aportado la genial funk-rock "Dragon Attack", Freddie experimentaba con otros sonidos en "Don't Try Suicide" y, curiosamente, fue Roger el que rompió por primera vez la regla de no usar sintetizadores trayéndose uno al estudio. Pero The Game seguía manteniendo, pese a todo eso, una sólida base rock y el sonido Queen. Y eso es lo que se pierde en Hot Space. En algunos temas como el single "Body Language" no había literalmente partes de guitarra eléctrica. Deacon se quejaba a Brian se que no hacía los solos que él quería para sus temas. Freddie estaba todo el día de juerga y le encantaba este cambio de rumbo. Brian, en minoría, acabó recurriendo a este tipo de excesos como válvula de escape (el solo de "Put Out the Fire" lo grabó borracho, un punto a su favor dado el resultado).

A cambio, si alguien destaca con abrumadora diferencia aquí es Freddie. Es un disco donde tengo la impresión de que su voz acapara el protagonismo más que de costumbre, quizá ayudado por el estilo más sencillo en que no compite con tantos coros y guitarras. De hecho es la primera vez en su carrera (sin contar el Flash, que es una banda sonora) en que Brian y Roger no cantan ninguno de sus temas. Roger como dijimos estaba de vueltas de todo y ya se reservaba sus dotes de cantante para sus discos en solitario. Y Brian, que siempre interpretaba alguna balada suya, aquí aparentemente estaba demasiado desganado para entonar "Las palabras de amor" o quizá creyó que su voz no pegaba. Quién sabe, en todo caso ninguno de los dos volvió a ser la voz principal en ningún tema futuro de Queen estando Freddie.

Los dos grandes culpables del invento. Les seguimos queriendo igualmente.

Ciertamente, el fan de la época debió flipar mucho cuando puso su nuevo disco de Queen y éste empezó con un tema funk con acompañamiento de trompetas, "Staying Power". Y si pensaba mientras miraba la carpeta "Buf, menos mal que ahora viene un tema de Brian", ahí estaba "Dancer", cuyo horroroso título nos describe a la perfección su contenido y nos hace pensar que Brian quizá también intentó a regañadientes pasar a ese nuevo estilo. El single de John "Back Chat" como mínimo reconozco que es pegadizo, pero me sigue pareciendo del montón (a cambio el videoclip es entrañablemente ochentero), y sobre esa abominación llamada "Body Language" mejor no hablo (la cara que pone Brian en el videoclip ya lo dice todo).

Curiosamente, Roger Taylor, que en sus discos en solitario se entregaba a los mayores horrores ochenteros, en este álbum es el más conservador de todos. "Calling All Girls" es un tema que por algún motivo siempre me ha desagradado mucho, pero a día de hoy la veo como una canción pop-rock inocua del montón (eso sí con uno de los videoclips más maravillosamente ridículos de Queen). En cuanto a "Action this Day" es terriblemente simplona pero me cae algo en gracia, creo que por el estribillo. Aun así ambas están muy por debajo de los estándares de Roger, aunque no sean horribles.

Esto pretendía ser un homenaje a THX 1138 de George Lucas. Quedó en parodia.

Se suele decir que la clave del disco está en la cara B, que es donde vuelven los Queen clásicos. Y aunque en rigor para que fuera así habría que intercambiar "Cool Cat" por "Action this Day", tiene gran parte de verdad. Así pues, tenemos aquí una buena y una mala noticia: la buena es que la mitad del disco nos ofrece a unos Queen menos ochenteros, la mala es que esta parte del álbum nos confirma que si Hot Space es tan flojo no es solo por el giro estilístico sino porque compositivamente el grupo ya no daba más de sí.

Tomemos por ejemplo "Las palabras de amor", una balada de Brian que creo que se ha denostado mucho aquí simplemente por su ridículo su estribillo en español - un apunte: me parece un contrasentido divertidísimo que para un tema dedicado a sus fanes japoneses, Queen cantaran todo el estribillo en dicho idioma, pero que en cambio cuando el mismo Brian decide escribir una letra con partes en español solo incluya dos ridículos versos pese a ser un idioma que manejaba con cierta soltura. Yo siempre he defendido que es una buena canción pero si la comparamos con "Save Me" de su anterior disco se queda en nada. También nos ofrece nuestro guitarrista melenudo "Put Out the Fire", uno de los más sólidos argumentos a favor que esgrimen los defensores del disco, ya que es un tema rockero que resulta refrescante entre tanto horror discotequero. Recuerda mucho a la futura "Tear It Up" pero, al igual que ésta, es un hard-rock à la Brian May menor sin la personalidad de un "Dragon Attack" - nótese que estoy comparando siempre con su anterior disco de estudio, no me remonto más atrás porque tampoco es justo, pero al lado de sus grandes álbums las comparaciones serían aún más odiosas.

En cuanto a Freddie, nos ofrece aquí mi tema oculto favorito del disco, la balada dedicada a John Lennon "Life Is Real", que tiene cierto tono tristón melancólico que me agrada mucho... pero difícilmente nadie la citará como una de sus mejores baladas y está claramente por debajo de "Play the Game".

Y si miramos hacia adelante las comparaciones siguen siendo reveladoras ("Hammer to Fall" o "It's a Hard Life", casi nada). Incluso los temas de Roger, el compositor más flojo de todos, están por debajo de los dos de The Game, que no eran maravillas pero estaban muy bien.


No, amigos, desengañémonos. Por mucho que fantaseemos sobre cómo habría sido el disco grabado de forma más convencional, la realidad es que el grupo estaba ya desgastado. Solo hay un tema que realmente puede competir con el resto del catálogo del grupo, y ustedes ya saben cual es: "Under Pressure", fácilmente su mejor tema de los 80. No creo que sea casual el hecho de que fuera una composición muy anterior al resto del disco, no solo por inspiración sino por estilo. Tampoco que el otro co-autor sea ni más ni menos que David Bowie. No deja de parecerme curioso aun así que tras un clásico inmortal de ese calibre Queen tocaran fondo con Hot Space y Bowie con Let's Dance (1983). Teniendo en cuenta que este single se lanzó bastante antes al resto del disco, no quiero imaginar la cara de decepción de los fans al oír el LP por primera vez, expectantes después de que "Under Pressure" les hiciera suponer que el grupo seguía en plena forma (de todos modos, el single "Body Language" imagino que ya hizo saltar todas las alarmas).


Al disco le seguiría el consabido tour que ha quedado reflejado en el excelente directo en el Hollywood Bowl de 1982. A menudo creo que los discos y los conciertos que retratan a un grupo en estado de crisis y dudas pueden ser muy interesantes, y creo que éste es el caso. Acababan de sacar un álbum de música disco que no vendió del todo bien y tenían que trasladarlo al directo. Bonito dilema. En el Hollywood Bowl puede verse cómo faltan dos de los singles que se sacaron del álbum y que se habían probado en directo pero no duraron mucho en el repertorio ("Body Language" y "Calling All Girls"). Sencillamente no funcionaban. Y si creen que en el fondo es sano que el grupo mostrara la inquietud de ir rotando temas y alejarse de los singles de presentación, les recuerdo que el tour en que más cambios han hecho en sus setlists, con diferencia abrumadora, fue presentando el disco peor recibido de su carrera: The Cosmos Rocks (2005). No, Queen estaban dubitativos. El inicio del Hollywood Bowl con esas versiones tan adrenalíticas de "Flash" y "The Hero" parecen una reafirmación en plan "seguimos rockeando, de verdad, que nos os quepa ninguna duda". Y por si no queda claro, en cierto momento Freddie se dirige al público para hacer totalmente explícita esa idea (lo cual parece una extraña broma, ya que justo después de anunciar que siguen rockeando se enfrentan a la terrible "Stayin' Power"). Estaba claro que Queen se habían metido en un callejón sin salida: no podían seguir siendo ellos mismos tirando por este camino, pero tampoco parecían estar por la labor (al menos Freddie y John) de seguir anclados al pasado.

De todos modos, lo que casi acabó con Queen no fue tanto el poco éxito del disco (quedó muy por detrás de todos sus otros álbums pero vendió bien, simplemente estaba por debajo de los estándares de Queen) como la penosa y larga gestación del mismo. Si ya de por sí estaban hartos de convivir juntos durante 10 largos años de giras y grabaciones continuas, las discrepancias artísticas de Hot Space hicieron estallar la situación. Tras la gira de presentación, la banda se dio un tiempo de descanso que podía desembocar en una ruptura o en un retorno. Fue lo segundo. Y The Works (1984) - la solución a ese dilema de adaptarse a los 80 y seguir siendo ellos mismos - junto a su famosa actuación en el Live Aid les reactivó por completo. Para cuando grabaron A Kind of Magic (1986) habían llegado a una especie de armonía entre ellos y volvieron a reinar comercialmente como una de las grandes bandas de estadio de la época. Quizá el resbalón de Hot Space fue necesario para aprender de sus errores y encontrar el camino apropiado.